PLAYOFFS NBA | HEAT 115 - 100 BUCKS (3-0)
Anteto se asoma al abismo
Los Bucks entraron 12 arriba al ¨²ltimo cuarto, pero s¨®lo anotaron 13 puntos m¨¢s. Miami, a una victoria de las finales del Este con un Butler imperial.
Se acab¨® lo que se daba. Al menos es la sensaci¨®n que da tras el tercer partido de la eliminatoria entre Heat y Bucks. Ese que los de Budenholzer estaban obligados a ganar y que han perdido, cayendo presa del miedo y de un bochornoso ¨²ltimo periodo en el que solo han anotado 13 puntos (6 de 23 en tiros de campo y 0 de 10 en triples), 1 en los ¨²ltimos cinco minutos de partido. Algo inexplicable o que explica muchas cosas, sobre todo el cortocircuito inherente a este equipo en playoffs y, sobre todo, al entrenador que lo dirige, veremos hasta cu¨¢ndo. Misi¨®n imposible ahora para los Bucks, que se enfrentan a algo in¨¦dito y que nadie ha conseguido hacer jam¨¢s: remontar un 3-0. En ninguna de las 139 veces anteriores ha ocurrido y nadie espera que pase ahora, m¨¢s por sensaciones que por resultados, por la poca pasi¨®n que transmite un equipo que llegaba necesitado pero se encontraba sin alma, como asumiendo lo inevitable mientras esperaba que las tornas cambiaran solas o que ocurriera un milagro. Algo que, por mucho que est¨¦n en Disney, no suele ocurrir.
Los Bucks salieron centrados, pero sin conseguir despegarse de unos Heat que les minaron la moral y les impidieron escaparse. Sin Olynyc y con un Iguodala tocado (6+3+3), Milwaukee solo se pudo ir siete arriba al descanso (50-57) antes de dar un impulso en el tercer periodo, con unos minutos fant¨¢sticos de un Giannis que, sin embargo, estuvo perdido al final. El griego acab¨® con 21 puntos, 16 rebotes y 9 asistencias en menos de 35 minutos (otra decisi¨®n inexplicable de Budenholzer), pero estuvo desaparecido en los ¨²ltimos minutos de encuentro a pesar de intentarlo una y otra vez, haciendo eso que solo ¨¦l sabe hacer pero que parece, en ocasiones, lo ¨²nico que puede hacer: penetrar, empujar hasta meterse en la zona, ponerse debajo de la canasta y aprovecharse de su f¨ªsico para atrapar rebotes ofensivos, hacer mates o anotar bandeja. Algo ¨²til en una temporada regular en la que se preparan los partidos con presteza y se disputa uno pensando en el siguiente, pero no para unos playoffs en los que est¨¢s de una a dos semanas pensando continuamente en tu rival. Y menos con un genio como Spoelstra, que lo ha ideado todo para impedir frenar al alero, no dej¨¢ndole correr, atosig¨¢ndole con dobles defensas, oblig¨¢ndole a doblar el bal¨®n (no es su mayor talento) y flot¨¢ndole cuando est¨¢ en el triple, una de sus m¨¢ximas carencias. Hoy, 0 de 7 desde ah¨ª, poco m¨¢s que un rubor.
El ¨²ltimo periodo fue la constataci¨®n de que los Bucks iban sin convicci¨®n y los Heat con una autoestima del mismo tama?o de la inabarcable figura de un Pat Riley que lleg¨® hace poco a la burbuja y lo observaba todo desde la grada, con su mirada escrutadora poniendo los ojos en un equipo que ha creado como ha querido, con jugadores que ni siquiera ha drafteado (Kendrik Nunn, Duncan Robinson) y con el fichaje de un Butler abocado al exilio en el pasado y que ha encontrado su lugar en el mundo (y en la NBA) en un equipo donde la gente trabaja (como a ¨¦l le gusta) ejerce de l¨ªder y mentor y est¨¢ a las ¨®rdenes de un entrenador que le gusta (a ¨¦l y a todo el mundo). 30 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias han sido sus n¨²meros esta noche, anotando 17 tantos en el ¨²ltimo periodo y sumando en demas¨ªa desde el tiro libre (14 de 19), lugar desde el que sentenci¨® el segundo encuentro de una eliminatoria monocolor pero emocionante, con un dominador no del todo inopinado pero excesivamente superior a un rival sin respuestas ni esperanzas. Por Butler, el juego coral de los Heat y un hombre llamado Bam Adebayo, emparejado con Anteto y produciendo en ambos lados de la pista; hoy, 20+16, con 7 de 8 en tiros de campo y 6 de 7 en tiros libres, cerrando huecos e impulsando a los suyos cuando hab¨ªa que hacerlo. Y todo esto al margen del cortocircuito del cuarto periodo, que acab¨® 40-13 en la que es la mayor diferencia de puntos entre dos equipos durante un ¨²ltimo cuarto de la historia de los playoffs.
Poco m¨¢s se puede a?adir del partido, que parec¨ªa que iba a caer de un lado pero ha acabado en el otro y con un resultado (15 arriba al final) incluso demasiado abultado. Pero lo mismo da perder de uno que de cincuenta y el cuarto encuentro se puede hacer demasiado largo a unos Bucks que est¨¢n m¨¢s fuera que dentro y ya piensan en el regreso a casa mientras han visto c¨®mo, en los ¨²ltimos d¨ªas, distintos destinos han vuelto a sonar para Anteto. Ya veremos c¨®mo acaba esto y cu¨¢les son las consecuencias de la debacle (si pierden 4-0 no tiene otro nombre) y si se llevara por delante a Budenholzer (algo probable) y a un Anteto que los Bucks pueden intentar traspasar antes de que se convierta en agente libre en 2021 (algo posible). Los Heat se frotan las manos y huelen a un rival herido y casi sentenciado, mientras que los Bucks todav¨ªa se preguntan c¨®mo han llegado a donde est¨¢n y por qu¨¦ han pasado de aspirar a las 70 victorias a quedarse sin argumentos en una fase final d¨®nde mucha gente ya pensaba que no los tendr¨ªan. Los Heat sonr¨ªen y Anteto se asoma a un precipicio por el que puede acabar cayendo. Y la ca¨ªda puede ser, ojo, muy dolorosa.