Jordan como l¨ªder de la NBA para enmendar lo que ocurri¨® en 1991
Michael Jordan ha querido ser el puente entre los jugadores y los propietarios de la NBA para poder arreglar el problema actual.


Desde que el movimiento Black Lives Matter empez¨® a ser una verdadera revoluci¨®n, a calentar las calles a lo largo y ancho de Estados Unidos para forzar un cambio real y que el racismo sist¨¦mico empiece a ser cosa del pasado, Michael Jordan ha tomado otra posici¨®n. El hombre que durante tantos a?os huy¨® de la lucha pol¨ªtica, el de la frase atribuida como ep¨ªtome de la venta de ropa deportiva, se ha empezado a volcar en la lucha contra la lacra racista que ¨¦l mismo ha vivido. Con las manifestaciones de la comunidad negra tras al asesinato de George Floyd en Mine¨¢polis se dirigi¨® a los aficionados con palabras contundentes, un nuevo perfil para ¨¦l fuera de la cancha, y anunci¨® la donaci¨®n de cien millones para batallar el racismo y el abuso de los poderes contra sus paisanos.
La Jordan Brand se expande con algo que poco tiene que ver con el negocio de las zapatillas: la presencia social, ayudada al impulso de su figura durante el confinamiento del coronavirus por la emisi¨®n de su documental The Last Dance, es hoy m¨¢s que ayer para Michael. Y la huelga propuesta por los jugadores de la NBA este mes de agosto tras otro abuso policial televisado, en este caso el de Jacob Blake, ha servido para que la Liga y los propios jugadores acudan a ¨¦l como activista.
La relaci¨®n entre los protagonistas en pista y los que les pagan la n¨®mina est¨¢ tirante, se quiere un cambio y el puente que les debe unir es Michael Jordan. El due?o de los Hornets se ha dirigido, seg¨²n desvela Jackie MacMullan en ESPN, a Chris Paul, el presidente del sindicato de jugadores, para tener un mayor conocimiento de su postura y as¨ª transmit¨ªrsela al resto de la Junta Directiva. A la misma hora, y no es casualidad, se celebraron este jueves 27, un d¨ªa despu¨¦s del caos por el boicot de los Bucks y el posterior 'black-out' de los partidos, se celebraron las reuniones de jugadores y propietarios para evaluar las consecuencias y los pasos a seguir a partir de ahora y Jordan estuvo en las dos. El '23' es el encargado del Comit¨¦ de Relaciones Laborales de la NBA en estos momentos y esa posici¨®n ya le hubiera dado derecho a ejercer de hilo conductor, pero sus razones van m¨¢s all¨¢. Taylor Rooks, periodista de Bleacher Report, ha transmitido p¨²blicamente el sentir de Jordan: "Estoy en esta reuni¨®n no como propietario ni como ex-jugador: como hombre negro". Jordan est¨¢ rodeado en la Junta Directiva de una amplia mayor¨ªa de hombres, blancos y m¨¢s mayores que ¨¦l, algo que en este contexto se les vuelve en contra al estar Jordan en una conexi¨®n mucho m¨¢s fluida y evidente con los miembros de las plantillas, que siguen en huelga. "Ahora mismo escuchar es mejor que hablar", cuentan que les espet¨® a los otros propietarios sobre quejas hacia el movimiento que iniciaron los Bucks.?
Jordan ya se enfrent¨® a otros propietarios y al propio Adam Silver, el comisionado de la NBA, el pasado mayo cuando se intentaba cuadrar el calendario de la burbuja de Disney World. Su presi¨®n oblig¨® a que se rebajara el n¨²mero de 30 a 22 equipos, con el suyo (sin aspiraciones) entre los que se descartaron.?
?Por qu¨¦ este nuevo Michael Jordan? Se le ha pedido un paso adelante durante m¨¢s de dos d¨¦cadas en materia de implicaci¨®n social y ¨¦ste por fin se ha dado...
El lunar de Michael Jordan en 1991?
Para 'Air' este resbal¨®n como sociedad del primer mundo supone una oportunidad. Y con las mismas cartas sobre la mesa; ahora tiene m¨¢s contexto, m¨¢s experiencia, m¨¢s libertad y puede jugar mejor la mano. Y para entenderlo hay que viajar a 1991.?
Craig Hodges fue el precursor de este movimiento. Obviando el boicot de 1964 en el All-Star que forz¨® a la Liga a aprobar la adhesi¨®n de la uni¨®n de jugadores (hoy, la NBPA), el ejemplo est¨¢ en Hodges, olvidado en la liga norteamericana a ra¨ªz de su reivindicaci¨®n y de dirigir sus cr¨ªticas hacia su por aquel entonces compa?ero Michael Jordan. Tambi¨¦n fue en playoffs, como la situaci¨®n actual. De nuevo, que la agresi¨®n a un negro fuera televisada ayud¨® a la propagaci¨®n de la indignaci¨®n entre su comunidad y Hodges quiso ayudar a que el altavoz sonara todav¨ªa m¨¢s alto. Propuso a Jordan y a 'Magic' Johnson, su rival en las Finales de ese 1991, que no salieran a jugar el partido de apertura como protesta por la paliza que unos miembros del Departamento de Polic¨ªa de Los ?ngeles le propinaron a Rodney King. El partido se jug¨® sin reivindicaci¨®n. Qui¨¦n sabe si el trasfondo pol¨ªtico fue demasiado grande para Mike, pero respondi¨® a Hodges y su petici¨®n en los siguientes t¨¦rminos: "T¨² est¨¢s loco". En aquella serie los Bulls de un renovado Jordan, tanto mental como f¨ªsicamente tras haberse deshecho de los endemoniados 'Bad Boys' de Detroit, estaban en buena posici¨®n para ganar su primer Anillo, que fue lo que termin¨® ocurriendo al ganar a los Lakers por 4-1. Hodges, un tipo reivindicativo ya antes de aquel episodio, levant¨® polvareda p¨²blica tras ello, Jordan lo entendi¨® como distracci¨®n y desplante y Hodges termin¨® sospechosa y abruptamente su carrera en la NBA s¨®lo un a?o despu¨¦s, con 31.?
En aquel momento el boicot, si se quiere entender as¨ª, en un escenario como las Finales y con dos jugadores ic¨®nicos como Jordan y Johnson a la cabeza para protestar por la violencia policial, qued¨® en agua de borrajas. Le tomaron por loco. Michael lo tiene en su debe y ¨¦sta es la ocasi¨®n perfecta para redimirse.