?Qu¨¦ fue de Yao Ming? El gigante que uni¨® dos mundos
El gigante chino, n¨²mero 1 del draft en 2002 y cuarto m¨¢s alto en jugar en la NBA, es ahora presidente de la federaci¨®n de su pa¨ªs. Las lesiones apagaron su carrera antes de tiempo, pero no su leyenda.


¡°Por ejemplo, todos me llamaban Yao, pensaban que ese era mi nombre. En China ponemos los apellidos delante y los nombres detr¨¢s. Para mis amigos chinos yo era Ming. Ahora soy Yao para todos¡±. As¨ª explicaba el propio Yao Ming en un art¨ªculo escrito por ¨¦l mismo en The Players Tribune hace cuatro a?os uno de los recuerdos de su primer a?o en Estados Unidos. La an¨¦cdota explica perfectamente lo que se encontr¨® el jugador all¨¢ por 2002, cuando los Houston Rockets le eligieron en el n¨²mero 1 del draft. El primer n¨²mero 1 extranjero que no hab¨ªa pasado por la liga universitaria. Yao (o Ming antes de su desembarco al otro lado del Pac¨ªfico) lleg¨® a una liga que ya estaba acostumbrada a apostar por el talento extranjero¡ Pero no por el asi¨¢tico precisamente. Su llegada a Houston signific¨® muchas cosas para ¨¦l, su franquicia y la NBA, que nunca volvi¨® a ser la misma.
Su carrera est¨¢ plagada de r¨¦cords, sobre todo fuera de las pistas y en lo que se refiere a la respuesta del p¨²blico. Por ejemplo, su partido ante Los Angeles Lakers en enero de 2002 (primera vez que se enfrentaba a Shaquille O¡¯Neal) es el segundo m¨¢s visto de la historia de la NBA. O los votos que recibi¨® del p¨²blico para el All Star de 2005 (2.558.278) superaron el tope que hab¨ªa marcado Michael Jordan a?os antes. Curiosamente, lo primero que llama la atenci¨®n de ¨¦l, sus 2,29 metros de altura, no son el r¨¦cord de la liga americana. Gheorghe Muresan (2,31), Manute Bol (2,31) y Shawn Bradley (2,29) le superan.
El fan de Sabonis que quer¨ªa ser cient¨ªfico
Yao estaba destinado a jugar al baloncesto, aunque no disput¨® un partido hasta los 10 a?os y en los primeros momentos estaba m¨¢s interesado en la investigaci¨®n cient¨ªfica. Pero tener dos padres que se hab¨ªan dedicado al mundo del baloncesto anim¨¢ndole para que siguiese sus pasos le marc¨®. Sin salir de casa tuvo un ejemplo de ¨¦xito deportivo en su madre, Fengdi Fan, que lleg¨® a ser capitana de la selecci¨®n de su pa¨ªs. Eso y que el estado chino se volc¨® en su preparaci¨®n, haci¨¦ndole entrenar 10 horas al d¨ªa en su primer equipo profesional. Su ¨ªdolo de juventud era Arvydas Sabonis, que entonces jugaba en el Real Madrid, y su primer contacto con la NBA lo tuvo a trav¨¦s de la retransmisi¨®n de varios encuentros en la televisi¨®n china. A mediados de los 90 los Houston Rockets ganaron dos campeonatos seguidos (1994 y 1995) con el p¨ªvot Hakeem Olajuwon como m¨¢xima estrella. Yao, que a sus 15 a?os tambi¨¦n demostraba una superioridad absoluta sobre sus rivales en la pintura, se enamor¨® del equipo texano.
Como la vida es caprichosa, el destino quiso que fuesen los Rockets quienes le dieran la oportunidad en la mejor liga del mundo. Aunque el proceso hasta ser elegido n¨²mero 1 de su promoci¨®n no fue un camino de rosas. Despu¨¦s de desechar varios a?os la posibilidad de presentarse al draft, cuando por fin tom¨® la decisi¨®n en 2002 siempre tuvo sobre s¨ª la sombra de su gobierno, el mismo que hab¨ªa implementado la ley del hijo ¨²nico para reducir la poblaci¨®n del pa¨ªs y por la que creci¨® sin hermanos, como tantos otros millones de compatriotas. Los gobernantes chinos mantuvieron en suspenso su permiso de trabajo para jugar en Estados Unidos hasta la misma ma?ana del draft, cuando lo Rockets confirmaron que le elegir¨ªan en la primera posici¨®n. Era la condici¨®n que hab¨ªa puesto su gobierno: o el n¨²mero 1 o nada. Para que la negociaci¨®n llegase a buen puerto fue imprescindible reclutar al conocido como Equipo de Yao, un grupo formado por cinco personas en el que incluso estaba un profesor de econom¨ªa de la Universidad de Chicago, y que fueron los que trataron directamente con los Rockets.

Un MVP en potencia lastrado por las lesiones
Su carrera NBA se puede ver como un ¨¦xito o un fracaso, depende del cristal con el que se mire, pero hay dos palabras que la marcan m¨¢s que ninguna otra: expectaci¨®n y lesiones. Su llegada fue un acontecimiento que marc¨® la liga para siempre, abriendo las puertas de par en par a la competici¨®n al mercado asi¨¢tico y, especialmente, al chino, el m¨¢s grande del mundo. Aunque el a?o anterior Wang Zhizhi se convert¨ªa en el primer jugador de su pa¨ªs en llegar a la liga estadounidense, fue Yao quien provoc¨® el boom de la NBA en China. Sus continuas elecciones en el quinteto titular en los All Star gracias al voto popular, la mayor¨ªa de sus compatriotas, da idea de la repercusi¨®n que tuvo. En sus dos primeros a?os, cuando era un reci¨¦n llegado, dej¨® en el banquillo a Shaquille O¡¯Neal, una de las estrellas m¨¢s grandes de la Liga, tres veces campe¨®n con los Lakers, una vez MVP y uno de los mejores jugadores de la historia.

Lo cierto es que desde el All Star de 2003 al de 2011 fue elegido para el equipo titular en ocho de nueve ocasiones. S¨®lo se perdi¨® el de 2010, temporada que se pas¨® en blanco. Tampoco acabar¨ªa jugando el de 2007 ni el de 2011. En todos los casos por culpa de unas lesiones que marcaron inevitablemente su carrera. En sus seis ¨²ltimas temporadas se perdi¨® el 51% de los partidos de su equipo en liga regular, un total de 250 encuentros sin jugar. La lista de dolencias da para un tratado de medicina deportiva: osteomielitis en el dedo gordo del pie izquierdo, rotura de un hueso de la rodilla, fractura por estr¨¦s en el pie izquierdo, lesi¨®n por fatiga en el tobillo izquierdo¡ Para hacerse una idea, Yao naci¨® el mismo a?o que Pau Gasol, en 1980. El espa?ol lleg¨® a la NBA un a?o antes que ¨¦l, jug¨® sus ¨²ltimos minutos el a?o pasado y a¨²n est¨¢ apurando para disputar una temporada m¨¢s. Yao Ming se retir¨® en 2011 despu¨¦s de s¨®lo nueve campa?as en los Rockets.
La duda que hubo con ¨¦l desde el principio fue la misma que se suele tener con casi cualquier extranjero que va a la NBA, y m¨¢s en una posici¨®n como la de p¨ªvot. ?Ser¨ªa capaz de enfrentarse al reto f¨ªsico que supone esta liga? As¨ª explicaba ¨¦l mismo la diferencia que not¨® de jugar en la liga china a la americana en la carta en The Players Tribune: ¡°La diferencia entre la liga china y la NBA hace 20 a?os no era s¨®lo por el nivel t¨¦cnico de los jugadores. Tuve que cambiar mi forma de entender el juego. En China mi altura asustaba a la gente. Cuando ve¨ªan lo alto que era, me dejaban espacio para trabajar. En la NBA cada posesi¨®n era una batalla. Aprend¨ªa que los hombres altos ten¨ªamos que jugar m¨¢s r¨¢pido. En aquellos d¨ªas en China cuando el bal¨®n llegaba al hombre alto el ritmo sol¨ªa ralentizarse. En la NBA era como un sprint desde el principio de cada posesi¨®n. Si no pod¨ªas correr a la misma velocidad que los bases, no pod¨ªas competir¡±.
Y aunque su inicio fue lento, en seguida cogi¨® velocidad y acab¨® jugando a nivel de MVP en varios momentos de su carrera, algo que muchas veces se olvida, bien porque jug¨® menos de lo que le tocaba, bien porque todo lo que le rodeaba fuera de la cancha hac¨ªa que la gente no se fijase realmente en la clase de jugador que era. Y era uno de los mejores. Por ejemplo, cuando tuvo una de sus lesiones m¨¢s graves el 23 de diciembre de 2006 (estar¨ªa 34 partidos sin jugar) promediaba 26,8 puntos, 9,7 rebotes y 2,3 tapones por encuentro. Era serio candidato para ganar el trofeo de mejor jugador de la temporada. Pero su legado dentro de la cancha nunca llegar¨¢ tan lejos como el de fuera. Las malditas lesiones no lo permitieron y tampoco ayud¨® que sus Rockets nunca superasen una eliminatoria de playoffs. La pareja que formaba con Tracy McGrady se la lleg¨® a comparar con la de Shaquille y Kobe, pero ni esa comparaci¨®n era justa ni la franquicia lleg¨® a montar un verdadero equipo ganador a su alrededor. Uno por el que competir de verdad por el anillo.

Un meme, unas galletas de la suerte y un icono global a contracorriente
Desde 2017 Yao Ming es presidente de la federaci¨®n de baloncesto de su pa¨ªs. El a?o pasado no fue una balsa de aceite para ¨¦l. En septiembre la selecci¨®n china firm¨® una actuaci¨®n muy pobre en el Mundial en el que ejerc¨ªa de anfitri¨®n, de lo que se responsabiliz¨® ¨¦l en primera persona. Semanas despu¨¦s estall¨® la guerra entre el gobierno chino y la NBA por el famoso tuit del general manager de los Rockets, Daryl Morey, apoyando las protestas en Hong Kong. Yao, como m¨¢ximo representante del baloncesto de su pa¨ªs, anunci¨® que romp¨ªan todo tipo de relaciones con la franquicia de Houston, la misma en la que vivi¨® toda su experiencia en EE UU y a la que catapult¨® a un seguimiento internacional sin precedentes. En China es la segunda con m¨¢s seguidores y cuando su actual due?o compr¨® la franquicia en 2017 lo hizo por 2.200 millones de d¨®lares, una cifra que muchos expertos aseguran que jam¨¢s se habr¨ªa alcanzado si Yao no hubiese pasado por el equipo.
Ahora es normal que la NBA juegue partidos de pretemporada en el gigante asi¨¢tico pr¨¢cticamente todos los a?os y que las grandes estrellas de la liga visiten el pa¨ªs en verano por distintos acuerdos comerciales con las marcas que les patrocinan. Uno de los que mejor supo aprovechar el fil¨®n chino fue Kobe Bryant. ¡°En lo que se refiere a abrir las puertas de la NBA a los jugadores chinos o en hacer creer a los j¨®venes de aqu¨ª que pueden conseguir el sue?o de llegar a la NBA, todo esto empez¨® con Yao¡±, explicaba el m¨ªtico jugador de los Lakers a un medio chino en 2011. Es curioso que alguien que ha marcado tanto la influencia de un deporte en la sociedad actual, alguien que se ha convertido en un icono global, tenga una personalidad lo m¨¢s alejada a la figura de icono global que se pueda imaginar. Todo el que le conoce o ha coincidido con ¨¦l durante el tiempo suficiente dice que es una persona t¨ªmida a la que le gustan las cosas sencillas.
Y una de las cosas que m¨¢s llamaban la atenci¨®n de ¨¦l cuando estaba en Estados Unidos era que, a pesar de la fiebre por la cultura americana, cada vez m¨¢s creciente en su pa¨ªs, ¨¦l siempre tuvo claro que volver¨ªa a China cuando acabase su carrera. En diciembre de 2002, en su primera visita a Miami, los Heat repartieron entre el p¨²blico galletas de la suerte. Hubo quien lo interpret¨® como un gesto con conotaciones racistas, pero Yao se lo tom¨® a risa. No hab¨ªa visto una galleta de la suerte en su vida y ten¨ªa su l¨®gica, ya que es un invento americano. Tambi¨¦n se toma a broma cuando le preguntan por el meme creado con su cara durante una rueda de prensa junto a Ron Artest. Uno de los m¨¢s famosos de internet. As¨ª es Yao, un hombre tranquilo, normal y corriente, que quer¨ªa ser investigador cient¨ªfico y que acab¨® protagonizando una historia ¨²nica en el baloncesto. Un hombre que sin quererlo uni¨® para siempre China con Estados Unidos en un momento de la historia en el que parecen empe?ados en separarse.
