Un d¨ªa m¨¢s en la oficina en el 20 cumplea?os del Bilbao Basket
El equipo de Mumbr¨² se regal¨® una fabulosa exhibici¨®n casi centenaria en Miribilla ante este Obradoiro que odia viajar. Las piezas encajan en esta inercia positiva, hasta el reci¨¦n llegado Haws.
Uno puede cumplir a?os, pero si te toca currar, no te libras. Tal vez se va al puesto de trabajo desganado, con aire de cubrir el expediente. El Bilbao Basket apareci¨® por la oficina de Miribilla e hizo su trabajo con pulcra profesionalidad en la jornada en la que festejaba sus 20 primaveras (cumplidas ayer). Con un triunfo rozando la centena y llegando a tener un pico de ventaja de 35 puntos. ?Anda que no ha dado guerra este joven que ya ha pasado adolescencia! Se vio en la nube de subcampeonatos, en la tumba de la desaparici¨®n... y camina ahora con pasos firmes controlando el terreno que pisa. La tarta gigante de los proleg¨®menos del partido ante el Obradoiro no le distrajo lo m¨¢s m¨ªnimo de su misi¨®n: volver a la normalidad tras un mes con todo tipo de avatares, desde una Copa, hasta otra Ventana, la salida del jugador franquicia (Bouteille)... De regreso a casa todo este tiempo despu¨¦s devolvi¨® las aguas a su cauce. Un d¨ªa m¨¢s en el despacho. ?Y qu¨¦ d¨ªa! Con el mayor paliz¨®n de la temporada ante un Obradoiro que por algo lleva desde noviembre sin ganar fuera. Le cabe la esperanza de que Fuenlabrada y Estudiantes forman el d¨²o madrile?o que anda llamando a la funeraria. Pero lo de Miribilla fue un toreo en toda la l¨ªnea. No vieron ni el capote los chicos del alquimista Moncho Fern¨¢ndez. Ganaron dos cuartos pero en los otros dos fueron arrollados por un tren descontrolado.
El partido tuvo un toque sentimental con el regreso de Vasileiadis y las im¨¢genes de las dos intensas d¨¦cadas de este Bilbao Basket dando guerra por la LEB, ACB, Euroliga, Eurocup, Copa, Supercopa, Copa Princesa... Ha estado en todos los fregados. Contrastaron esos recuerdos que zarandeaban la fibra sensible con el aire desangelado tras el salto inicial. Pero el RETAbet se puso pronto a la faena y fue calentando el ambiente. Su maquinaria est¨¢ tan perfectamente engrasada que cualquiera que venga y sepa de qu¨¦ va el juego encaja perfectamente en el puzle. Es el caso de Haws, que pasaba el rato en su pa¨ªs en un gimnasio a la espera de ofertas y le lleg¨® una llovida del cielo de la mejor liga europea.
El Bilbao Basket no se descentr¨® desde el minuto uno al 40, desde que quiso marcar territorio hasta que se fij¨® la meta de llegar a cien. Su voracidad fue absoluta, no dej¨® ni las migas, aunque su exhibici¨®n estuvo coronada por un gesto de m¨¢ximo respeto al enemigo: renunci¨® al ataque que le pod¨ªa haber dado la centena. Sali¨® con energ¨ªa como para cargar los m¨®viles de los casi nueve mil asistentes. El Obradoiro ya daba pistas de que le duele la cabeza cuando no tiene la banda sonora del Multiusos Fontes do Sar. Cero de siete en triples y una endeblez absoluta bajo el aro le pusieron en la pista de que le ven¨ªa una paliza de ¨¦poca. Moncho se desesperaba porque el equipo se hund¨ªa en defensa en saques de fondo y dejaba sin marca a Kulboka en el triple. Rousselle mov¨ªa las piezas a su antojo y solo estaba por ver si comparec¨ªan los santiagueses, que suelen ir y venir en los partidos. Schreiner se sum¨® a la fiesta con triples sin puntear y la segunda unidad del Bilbao Basket, con Serron en buena din¨¢mica defensiva y atrevi¨¦ndose en campo rival; celebr¨® estar en esta fiesta. Los dos nuevos del RETAbet han vuelto a poner de moda el tiro a media distancia, algo excomulgado junto con el poste bajo de espaldas en la era de los triples y las bandejas.?
Con la salida de Bouteille, Sergio Rodr¨ªguez, el Chacho de perfil bajo, sab¨ªa que tiene que dar un paso al frente y no ha tenido inconveniente en hacerlo. Pozas anot¨® sobre la bocina al fin un triple a la octava. Los parciales iban cayendo como agua de lluvia en Santiago en invierno. Era pat¨¦tico el nivel defensivo. Esas sorpresas de un peque?o con un grande o viceversa, o defensas con trampas no hac¨ªan pensar a nadie y en el poste bajo Czerapowicz daba l¨ªnea de fondo a su par esperando una ayuda y ¨¦sta deber¨ªa de estar estaba en Santiago porque no llegaba. Sulejmanovic se hinch¨® a producir: una de sus canastas moviendo los pies como Fred Astaire fue pura delicia. Todos aprovecharon para elevar la autoestima. Tambi¨¦n Balvin, que parec¨ªa un fichaje NBA y luci¨® cabellera plateada. Moncho Fern¨¢ndez alcanz¨® una tradici¨®n: parar el juego casi en cada inicio de cuarto porque sus chicos sal¨ªan con la empanada, nunca mejor dicho. En tres minutos al inicio del segundo tiempo ya hab¨ªa cambiado a medio equipo. Lo de Magee, crucial en el triunfo de la ida, fue de traca; demostr¨® que si est¨¢ bien, pues su equipo puede aspirar a ganar la NBA pero cuando est¨¢ 'de que no' mejor no sacarlo de casa. Sali¨® Vasileiadis y empezaron a coger algo de fluidez anotadora , pero el equipo recibi¨® un le?azo de 31 puntos en el tercer acto que le dej¨® planchado. El alero heleno y Brodziansky fueron los ¨²nicos que se salvaron de la quema. Y tal vez alg¨²n detalle de Daum. El resto no pas¨® de 6 m¨ªseros puntos. El Bilbao Basket demostr¨® que no se ha olvidado del oficio. Aqu¨ª todos cuentan, no hay estrellas. Otra tarea muy coral. ?Ah! ?Zorionak!, que es 'felicidades' en euskera. Y a por otros 20 a?os.