Patrick Beverley: "Habr¨ªa sido el mejor camello del mundo"

Patrick Beverley tiene 31 a?os y cumple su tercera temporada en los Clippers, que apostaron por ¨¦l este verano como una de las piezas clave en una rotaci¨®n digna de equipo campe¨®n, el ¨²nico list¨®n posible para un proyecto que sum¨® a Kawhi Leonard y Paul George. Con un contrato de 3 a?os y 40 millones de d¨®lares, el base hac¨ªa caja por fin despu¨¦s de trabajarse su sitio en la NBA y de ganarse fama de especialista defensivo, aspecto en el que ahora mismo hay pocos bases como ¨¦l en la liga a pesar de su 1,85 de altura. Beverley, entre otras cosas, entra a todos los trapos y no le tiene miedo a nada. Herencia de una carrera en la que tras ser drafteado por los Lakers (n¨²mero 42 en 2009) tuvo que pasar por Ucrania (Dnipro), Grecia (Olympiacos) y Rusia (Spartak de San Petesburgo).

Fue MVP de la Eurocup en 2012, gan¨® la Copa en Grecia y Rusia y en 2014 salt¨® a la NBA con los Rockets, donde estuvo entre 2013 y 2017, a?o en el que entr¨® en el Mejor Quinteto Defensivo justo antes de formar parte del trade por Chris Paul que acab¨® siendo muy beneficios para los Rockets, que le recibieron a ¨¦l, a Lou Williams y Montrezl Harrell (entre otros), tres jugadores ahora fundamentales en la rotaci¨®n.

Pero antes de eso, de sus aventuras por el baloncesto profesional, Beverley se crio en las zonas m¨¢s desfavorecidas de Chicago (K-Town, en el duro West Side), y all¨ª forj¨® el car¨¢cter que sigue admirando a Doc Rivers, tal y como reconoci¨® el t¨¦cnico en un art¨ªculo de ESPN: ¡°Se lleva rebotes que no tiene sentido que se lleve, es cuesti¨®n de dureza y actitud. Cree realmente que esas bolas van a ser suyas¡±. Esa actitud tiene que ver con lo que sabe que habr¨ªa sido su vida si no hubiera encontrado la puerta de escape del baloncesto: ¡°Si no hubiera sido jugador de baloncesto habr¨ªa sido el mejor camello del mundo¡±.

Cuando fue suspendido por la Universidad de Arkansas por plagio, regres¨® a casa y tuvo que plantearse si se dedicaba definitivamente al baloncesto o trataba de ganarse la vida de otra manera. Ten¨ªa dos hijos, un ni?o de dos a?os y una ni?a reci¨¦n nacida: ¡°Ten¨ªa bocas que alimentar. De donde yo ven¨ªa no ten¨ªa el lujo de tener ahorros ni dinero de mi familia. Ni ten¨ªa negocio familiar en el que ponerme a trabajar. Era el baloncesto o vender droga¡±.

Beverley, en ese art¨ªculo de ESPN, recuerda que sali¨® adelante con su madre, Lisa, que ten¨ªa tres trabajos, en un apartamento de una habitaci¨®n. Sin padre y un edificio en el que se consum¨ªa droga y hab¨ªa robos por las escaleras, el ahora jugador de los Clippers recuerda lo que le dec¨ªa su abuela: ¡°Ella no sab¨ªa qu¨¦ decirme para educarme como un hombre. Y mi madre tampoco. As¨ª que mi abuela me dec¨ªa que viera pel¨ªculas italianas, como de mafiosos como las de El Padrino. Despu¨¦s me reconoci¨® que no sab¨ªa c¨®mo transmitirme que la familia lo era todo, que ten¨ªa que ser el hombre de la m¨ªa. As¨ª que de alguna manera me educaron como a un peque?o gangster. Mi madre hab¨ªa lo que ten¨ªa que hacer para que tuvi¨¦ramos comida, un techo y un m¨ªnimo de protecci¨®n. As¨ª que sal¨ªa con traficantes de droga. As¨ª que crec¨ª sin tener miedo a nada. Conoc¨ªa a tipos que eran los m¨¢s peligrosos que te pod¨ªas encontrar, sab¨ªa en qu¨¦ andaban metidos, sab¨ªa las reglas de las calles y recib¨ªa lecciones extra de los t¨ªos con los que sal¨ªa mi madre¡±.

Otros pasajes de su vida que marcaron radicalmente su car¨¢cter fueron el accidente de tr¨¢fico que casi le cuesta la vida en 2008, cuando se ganaba la vida vendiendo marihuana (¡°escuch¨¦ una voz que me dijo que todo iba a ir bien, ten¨ªa que ser Dios¡±) y, poco despu¨¦s, el asesinato a tiros de su mejor amigo, casi su hermano, al que hab¨ªa dejado en la calle tras no poder convencerle de que fuera con ¨¦l a casa de su abuela: ¡°No le ten¨ªa que haber dejado all¨ª. Ten¨ªa que haber tirado de ¨¦l, lo que fuera. Es algo a lo que no dejas de darle vueltas. Tuve pesadillas todas las noches durante dos meses seguidos. Ve¨ªa fantasmas, estaba en un lugar muy oscuro¡±. Dos d¨ªas despu¨¦s, recibi¨® la llamada para irse a jugar a Ucrania: ¡°No me iba a pasar lo mismo. No es que lo considere un sacrificio, pero s¨ª que fue como si su muerte sirviera para despertar a mi familia. Me hizo luchar pero por las cosas correctas¡±.