"Vomitaba sin parar": la salud de los entrenadores NBA, al l¨ªmite
Rivers ya no bebe alcohol de los partidos, Stotts ve Madam Secretary con su mujer... los problemas de sue?o, alimentaci¨®n y estr¨¦s pasan factura a los t¨¦cnicos.
En la NBA las condiciones de los jugadores han mejorado de forma exponencial a medida que las franquicias se han ido profesionalizando en todos los ¨¢mbitos. Tambi¨¦n, desde luego y en uno de los asuntos m¨¢s trascendentes, a nivel m¨¦dico. Los equipos cuidan el f¨ªsico de unos jugadores cada vez m¨¢s concienciados y controlados al detalle por especialistas en todos los ¨¢mbitos. La ciencia deportiva avanza, rama a rama, y la propia liga ajusta el calendario, reduce la carga de esfuerzo y avanza en el estudio del sue?o, uno de los asuntos en los que m¨¢s inter¨¦s se ha puesto en un entorno en el que los equipos cambian de franja horaria a veces varias veces por semana y se ven obligados a dormir en hoteles, aviones, traslados...
Pero, ?y los entrenadores? La conclusi¨®n tras leer un excelente art¨ªculo de Dan Woike en Los Angeles Times es que ni la NBA ni las franquicias est¨¢n fij¨¢ndose lo suficiente en el d¨ªa a d¨ªa de un gremio que sufre muchas de las mismas incomodidades de los jugadores y a?ade otras propias del cargo: a veces los deportistas pueden centrarse en los partidos y sus actuaciones individuales y no pensar en nada m¨¢s. Pero los entrenadores... para ellos los partidos parecen no acabar nunca y si lo hacen es solo porque ha llegado el momento de preparar el siguiente.
Doc Rivers le cuenta a Woike que en 2016 estuvo a punto de retirarse por el precio que estaba pagando: vomitaba sin parar, adelgazaba constantemente, ten¨ªa que ponerse inyecciones antes de los partidos y se sent¨ªa constamente agotado, sin energ¨ªa. "Era horrible, no me quedaban fuerzas y pens¨¦ en dejarlo. Me afectaba dr¨¢sticamente en el d¨ªa a d¨ªa, como entrenador y en toda mi vida. En este trabajo siempre est¨¢s agotado, es un problema enorme al que no se est¨¢ prestando atenci¨®n, yo ahora lo veo en otros entrenadores nada m¨¢s verles la cara en una retransmisi¨®n de televisi¨®n. A alguno lo llam¨® despu¨¦s por eso y me cuenta cosas que confirman lo que me hab¨ªa parecido, que no est¨¢ pasando por un buen momento", asegura el entrenador de los Clippers, que no lleg¨® a parar como s¨ª tuvieron que hacer Steve Clifford, ahora en los Magic, y Tyronn Lue, ahora asistente del propio Rivers y campe¨®n al frente de los Cavaliers de LeBron James.
Los problemas de sue?o, mala alimentaci¨®n y un estr¨¦s descomunal se apilan en una vida de presi¨®n constante, viajes, falta de horarios fijos... Los jugadores, m¨¢quinas de quemar calor¨ªas, comen con cierto descontrol tras los partidos, en los viajes o cuando llegan a los hoteles. Un ritmo que no pueden seguir los entrenadores si no quieren que les pase una factura seria. El sue?o es muchas veces una quimera despu¨¦s de los partidos, tal y como confirma Rick Carlisle, el entrenador que dirige a los Mavericks y que llev¨® a los texanos al primer anillo de su historia: "Es dif¨ªcil irte a casa despu¨¦s de un partido y, tras tantas emociones, echarte a dormir sin m¨¢s. Cuesta un buen rato conciliar el sue?o, y adem¨¢s tienes que ver el v¨ªdeo del partido. Si lo dejas pasar, puede que ya tengas los del siguiente rival y se te acumule el trabajo".
Rvers, seg¨²n este art¨ªculo, ha dejado de beber alcohol despu¨¦s de los partidos y medita antes de ellos. Scott Brooks, de los Wizards (dice que durante las temporada los entrenadores "encogen" casi literalmente: "Tienes tantas preocupaciones que no haces nada por cuidarte a t¨ª mismo") corre entre los monumentos de Washington, y Terry Stotts (Blazers) da paseos y, despu¨¦s de los encuentros como local, se obliga a ir a casa y ver cap¨ªtulos de la serie Madam Secretary con su mujer. Mike Budenholzer, de los Bucks y dos veces Entrenador del A?o, pasa muchos ratos en el gimnasio levantando pesas. Los entrenadores tienen cada vez m¨¢s claro que, como les sucede a los jugadores, hay una relaci¨®n obvia entre su estado f¨ªsico y an¨ªmico y su rendimiento. Como sucede, en realidad, en cualquier actividad profesional. Adem¨¢s, tener un buen aspecto ayuda: un estudio demostr¨® que si est¨¢n en buena forma f¨ªsica tienen m¨¢s ofertas y se ganan m¨¢s f¨¢cilmente el respeto de los jugadores. Los agentes, por eso, les recuerdan constantemente que no engorden, coman bien, cuidan su apariencia, elijan bien su vestuario...