El Maccabi inflige la cuarta derrota al Valencia en Euroliga
El equipo de Jaume Ponsarnau, colistas, es el ¨²nico equipo de la competici¨®n que todav¨ªa no ha conseguido ninguna victoria.

El Valencia Basket no despierta en su regreso a la Euroliga. Y ya van cuatro encuentros. Es cierto que las derrotas han llegado ante equipos de nivel, pero no hay partido asequible en la competici¨®n. Los israel¨ªes sanaron sus males ofensivos frente a los de Jaume Ponsarnau y bloquearon la ofensiva de un equipo a la deriva en su vuelta a la m¨¢xima competici¨®n continental.
Cuando los taronja parec¨ªan acercarse en el marcador, aparec¨ªa la figura de Omri Casspi en un roster plagado de talento ex NBA para volver a dar un golpe de realidad a los valencianos. La direcci¨®n de un gran Nate Wolters, los triples de Wilbekin y la intensidad de Othello Hunter fueron demasiado, de nuevo, para el cuadro de La Fonteta. Tan s¨®lo San Emeterio pareci¨® tomar el pulso a un partido, al que se sumaron Bojan Dubljevic y Jordan Loyd desde la segunda unidad. Colistas y sin aparente capacidad de reacci¨®n. Los n¨²meros hablan por s¨ª solos: 10/30 en tiros de dos y 6/26 en triples. As¨ª es imposible.
El Valencia Basket comenz¨® el encuentro sin un center?puro, con Louis Labayrie y Maurice Ndour juntos, y con la pareja de bases Quino Colom-Guillem Vives acompa?ando a Fernando San Emeterio en el juego exterior. Una pareja de interiores pensada para frenar a Tarik Black y Omri Casspi, tambi¨¦n parcos de cent¨ªmetros, ninguno por encima de los siete pies. Tras una buena defensa del senegal¨¦s y tras asistencia de San Emeterio llegaron los primeros puntos del encuentro. Ah¨ª aparecieron la defensa y el fallo en el tiro de ambos equipos, una constante que se repetir¨ªa todo el encuentro. Con ataques poco inspirados, luc¨ªa la insistencia defensiva en los primeros minutos. Los israel¨ªes encontraban en el tiro de exterior de Nate Wolters y Scottie Wilbekin un arma aislada para hacer da?o por fuera, mientras Casspi se echaba al equipo a las espaldas cuando los taronja sub¨ªan el pist¨®n para dejar un 18-11 al cierre del primer cuarto. Siete arriba para los de Ioannis Sfairopoulos, el mayor parcial hasta el momento.
La figura de Bojan Dubljevic iba asomando en el partido a su ritmo, poco a poco. Sin soluciones en ataque, y con un Brock Motum que respondi¨® a su paso atr¨¢s en la rotaci¨®n con desidia, el montenegrino picaba piedra desde la l¨ªnea para que los locales no se fueran en el marcador. Y tras dos airballs de Maccabi, de Wolters y Acy, que repetir¨ªa m¨¢s tarde, Aaron Doornekamp empujar¨ªa a los taronja a la reacci¨®n. Fue el ¨²nico tiro anotado desde el 6,75 en la primera mitad. Pero un inspirado Dubljevic, con ocho puntos, escudado por San Emeterio, eran los que brillaban de alguna manera entre los atascados ataques en ambos lados de la cancha. La clase de Colom, todav¨ªa corta de gasolina, se hac¨ªa notar cuando estaba en pista. Eso, y sobre todo la defensa de Ndour, que solo las faltas le limitaban en defensa. Los de Ponsarnau se iban muy vivos, con un 33-28, al cierre del primer tiempo.
Poco cambi¨® el panorama tras el paso por vestuarios. Ataques enrevesados y falta de ideas y ritmo en ataque. En ese contexto, m¨¢s all¨¢ de los triples de Maccabi y Casspi, San Emeterio (12 puntos) sobresal¨ªa. Cuando el bal¨®n llegaba a las manos del santanderino pon¨ªa algo de luz a la ofensiva valenciana. Pero en un elenco cargado de ex NBA por parte de los israel¨ªes, Casspi marcaba la diferencia para poner brecha en el encuentro e igualaba a San Eme en anotaci¨®n. ?l, los triples y el mando de Wolters, que encontraba a sus compa?eros con facilidad, marcaron el camino. En cuanto los locales mejoraron los porcentajes y aumentaron la intensidad, cavaron una zanja dif¨ªcil de superar con las sensaciones en ataque que desprend¨ªan los de Ponsarnau. Y con los movimientos en la rotaci¨®n, tan s¨®lo un voluntarioso, pero poco acertado, Jordan Loyd, trataba de hacerse notar en el Menor Mivtachim Arena en un momento de inspiraci¨®n de Othello Hunter en la pintura. Eso, y un triple sobre la bocina de Doornekamp, dejaban el luminoso en 56-44 y daban un atisbo de esperanza.
Pero el ataque del Valencia Basket pocos argumentos sumaban a las jugadas aisladas que le manten¨ªa en el encuentro (40% en tiros de dos y 3/20 en triples). Por su parte, los locales segu¨ªan dando pasos hacia la victoria de forma pausada, pero constante. Hasta Dubljevic erraba desde el tiro libre para dejar el marcador 19 abajo a falta de seis minutos (68-49) tras un triple lejano de Wilbekin. Loyd tir¨® de orgullo para rebajar distancias, pero no era suficiente. Sus ganas fueron de lo poco destacable en un final de encuentro cuyo destino hab¨ªa sido escrito minutos antes.