"P¨¢nico en la Liga": la crisis china, Silver y los valores de la NBA
Siguen multiplic¨¢ndose las reacciones tras el tuit de Daryl Money defendiendo a los manifestantes de Hong Kong. La NBA, en situaci¨®n delicada.
En el inicio de la pretemporada, y en uno de los puntos ¨¢lgidos de la estrategia internacional de la NBA, que tiene en estas semanas una ocasi¨®n perfecta para llevar su espect¨¢culo a las casas de aficionados al otro lado del mundo, uno de los mantras de su exitosa pol¨ªtica de expansi¨®n, la liga se ha encontrado con una pol¨¦mica que ha devenido en crisis verdaderamente seria. Daryl Morey, general manager de Houston Rockets y uno de los ejecutivos m¨¢s reconocidos y respetados de la NBA, mostr¨® el viernes su apoyo a trav¨¦s de Twitter a los manifestantes de Hong Kong, enfrentados abiertamente al r¨¦gimen de la Rep¨²blica Popular China. Desde entonces, a la liga le ha costado transmitir la misma energ¨ªa que s¨ª ha tenido con otras cuestiones sociales, lo que ha puesto sobre la mesa el dif¨ªcil equilibrio entre los valores ¨¦ticos de una competici¨®n y lo que acaban siendo los criterios puramente mercantilistas y capitalistas. Un asunto peliagudo cuando, se est¨¢ viendo, aparece el gigante chino, hoy en d¨ªa algo parecido a un socio preferente de la NBA en lo que a negocio se refiere.
?Por qu¨¦ tuvo tanta significaci¨®n el tuit de Daryl Morey?
"Lucha por la libertad, apoya a Hong Kong", ese fue el mensaje inicial de Daryl Morey en apoyo a los manifestantes de Hong Kong, en lo que se percibe como una lucha por valores democr¨¢ticos en un territorio que tiene un r¨¦gimen pol¨ªtico especial, una suerte de semi autonom¨ªa con unas libertades pol¨ªticas y econ¨®micas auspiciadas por un formato de "un pa¨ªs, dos sistemas". En los ¨²ltimos meses, la tensi¨®n ha sido muy alta y las protestas han tomado las calles tras el anuncio de medidas que en Hong Kong se tomaron como un intento del gobierno chino de controlar todav¨ªa m¨¢s esa regi¨®n y aplicar pol¨ªticas finalmente punitivas para acabar con las voces discordantes. Las protestas se han sucedido desde el pasado 9 de junio y Amnist¨ªa Internacional ha denunciado los "abusos y malos tratos" de la polic¨ªa contra los manifestantes. Las cifras hablan de m¨¢s de 1.400 detenidos y del uso de gases lacrim¨®genos, porras, balas de pl¨¢stico y ca?ones de agua a presi¨®n. Donald Trump fue muy criticado, tambi¨¦n dentro de las fronteras de EE UU, por airear su intenci¨®n de no intervenir y guardar silencio pese a las peticiones expresas de quienes se est¨¢n manifestando en Hong Kong.
Daryl Morey envi¨® su mensaje cuando la NBA ha comenzado sus partidos de pretemporada y a d¨ªas de que los Rokeckts viajaran a Tokio, donde el equipo se enfrentar¨¢ a los Raptors dos veces, ma?ana martes y el jueves. Casi al momento, el due?o de la franquicia texana, Tilman Fertitta, separ¨® a la instituci¨®n de las palabras de Morey. En la prensa estadounidense circul¨® la posibilidad de que Morey fuera despedido, e incluso quienes han desmentido que se pueda llegar a tal extremo con uno de los mejores de la NBA en su cargo, s¨ª reconocen tensiones y debates profundos dentro de los despachos del equipo.
Despu¨¦s, Morey public¨® en redes sociales un comunicado matizando y rectificando en buena medida sus palabras y la NBA tambi¨¦n se ha pronunciado con menos fuerza de la que ha usado en otros asuntos sociales, lamentando la ofensa a los "amigos y aficionados" de la NBA en China y recordando que Morey hablaba a t¨ªtulo personal y no en nombre de los Rockets y la NBA. Una liga que s¨ª ha actuado con mucha m¨¢s energ¨ªa con cuestiones de raza en Estados Unidos, incluidas las pol¨¦micas con Donald Trump (ya pr¨¢cticamente un enemigo p¨²blico de casi todo el entramado NBA) por las manifestaciones de los jugadores durante el himno, un asunto que ha hecho da?o a la NFL y en el que la NBA ha alimentado su condici¨®n de competici¨®n m¨¢s moderna, progresista, partidaria de la expresi¨®n p¨²blica de sus integrantes, jugadores a la cabeza, y defensora de unos ciertos y claros valores sociales. El comisionado Adam Silver reforz¨® su posici¨®n nada m¨¢s nombrado con su buena y firme gesti¨®n del esc¨¢ndalo racista de Donald Sterling, por entonces due?o de los Clippers. Despu¨¦s, por ejemplo, retras¨® la celebraci¨®n del All Star Weekend en Charlotte por la disconformidad con unas leyes muy duras contra la comunidad gay que se aprobaron en Carolina del Norte.
?Cu¨¢l es la relaci¨®n entre la NBA, los Rockets y China?
Desde que Morey public¨® su tuit, las presiones desde China han sido obvias y de primera magnitud. Ese pa¨ªs, obviamente no democr¨¢tico, mantiene una pol¨ªtica interna de informaci¨®n basada en una narrativa por la que los manifestantes de Hong Kong son alborotadores que ponen en jaque la unidad nacional. El consulado chino en Houston alz¨® la voz, al igual que la CBA, una federaci¨®n china que es colaboradora de la NBA y que tiene al frente a Yao Ming, el gran responsable de que la liga estadounidense sea el enorme fen¨®meno que es en el pa¨ªs asi¨¢tico: n¨²mero draft en 2002, jug¨® en los Rockets desde ese a?o hasta 2011, lo que convirti¨® a la NBA en una sensaci¨®n y a los Rockets, de facto, en el primer equipo de un pa¨ªs donde se estima que 300 millones de personas juegan al baloncesto y 500 ven los partidos a trav¨¦s de la plataforma de streaming de Tencent, en la que 26 millones vieron el sexto partido de las ¨²ltimas Finales y que en verano renov¨® sus derechos NBA con un nuevo contrato por cinco a?os.
Empresas como la deportiva Li Ning o el Shanghai Pudong Development Bank anunciaron que cesar¨ªan sus actividades de patrocinio con los Rockets, vetados tambi¨¦n por Tencent, que anunci¨® su voluntad de no retransmitir los partidos de esta franquicia e incluso ofreci¨® la opci¨®n de cambiar a otro equipo a quienes hab¨ªan adquirido el paquete basado en los encuentros de los de James Harden. Para aumentar el malestar entre quienes creen que la NBA no est¨¢ siendo ni firme ni trasparente en este asunto, el comunicado de la liga en chino, a trav¨¦s de Sina Weibo, endurec¨ªa el tono y hablaba de una liga "extremadamente disgustada" con el "comentario inapropiado" de Morey.
La pol¨¦mica, adem¨¢s, aparece en un momento trascendental de las operaciones de la NBA en China: el jueves y el s¨¢bado jugar¨¢n en Shanghai y Shenzhen los Lakers, uno de los grandes bastiones de la liga, y los Nets, uno de los equipos de moda y cuyo propietario es ahora Joseph Tsai, cofundador de Alibaba, natural de Taipei y que ha emitido por su parte otro comunicado, en su caso con un tono que le acerca claramente al r¨¦gimen chino y en el que habla de los manifestantes como "movimiento separatista" y de Morey como alguien "mal informado". Adam Silver tiene programadas apariciones ante los medios tanto en China como en Jap¨®n, donde disputa partidos ahora una NBA que acaba de estar en China, dentro de una pol¨ªtica de expansi¨®n hacia esos mercados que incluye tambi¨¦n la creaci¨®n de academias, la presencia de oficinas, una pol¨ªtica de marketing concreta y cada vez m¨¢s potente...
En Estados Unidos, prominentes figuras pol¨ªticas est¨¢n criticando con dureza la postura de la NBA, percibida como demasiado condescendiente con las presiones de China. As¨ª se han posicionado candidatos dem¨®cratas a la carrera presidencial como Julian Castro ("los Estados Unidos no pueden ceder ante un gobierno autoritario") o Beto O'Rourker ("la NBA tendr¨ªa que disculparse por dar claramente prioridad a los beneficios econ¨®micos por delante de los derechos humanos. Qu¨¦ verg¨¹enza"). El pasado verano, el propio Silver asumi¨® que hab¨ªa un equilibrio delicado en la trascendencia de China como mercado para la NBA y la significaci¨®n geopol¨ªtica que esto pod¨ªa tener: "No somos inmunes a lo que sucede en la pol¨ªtica internacional. Pero me fijo en el deporte, y es algo de que hablo con Yao Ming, y en que quiz¨¢ podamos usar el baloncesto como se utiliz¨® el ping pong durante el gobierno Nixon. Podr¨ªa haber algo as¨ª como una diplomacia del baloncesto, un ¨¢rea en el que los dos pa¨ªses tienen una larga historia de excelente colaboraci¨®n". A nivel internacional, la NBA s¨ª s¨ª ha sido m¨¢s vocal en el apoyo, por ejemplo, a Enes Kanter, el jugador turco de los Celtics que est¨¢ enfrentado al r¨¦gimen del presidente Erdogan.
Los jugadores tambi¨¦n est¨¢n ahora, aunque sea de rebote, en el punto de mira. Habitualmente, suelen pronunciarse sobre aspectos sociales con claridad y rapidez y en tiempos en los que su manejo de las redes sociales permite enviar mensajes directamente a sus seguidores, no pocas veces de viva voz. La NBA ha defendido que as¨ª tiene que ser y la valoraci¨®n social de la liga y sus estrellas se ha disparado en los ¨²ltimos a?os, asociados a un p¨²blico m¨¢s joven, abierto y diverso que las otras grandes ligas estadounidenses. Pero muchas de esas estrellas de la NBA tienen un enorme mercado en China a trav¨¦s de las marcas deportivas con las que tienen contrato. No est¨¢n obligados a pronunciarse, es obvio, pero si ahora no lo hacen ante la situaci¨®n en la que ha quedado un reputado miembro de la liga como Daryl Morey, no podr¨¢n evitar que se asocie su silencio a los montones de zapatillas que venden en China. Es otro asunto delicado, y m¨¢s con Lakers y Nets a punto de jugar precisamente en un pa¨ªs que es vital para la era de hist¨®rico desarrollo econ¨®mico que vive la NBA.
Si todo el mundo tiene un precio, la valiosa imagen actual de la liga quedar¨ªa en entredicho, ya que son muchos los que en las ¨²ltimas horas han apuntado a que, finalmente, todo sigue unas simples l¨®gicas capitalistas: las acciones sociales y la libertad de opini¨®n ser¨ªan, en ese caso, tan buenos como el bien que hagan al crecimiento del negocio. En su d¨ªa algunas voces ya protestaron, sin ir m¨¢s lejos, contra la instalaci¨®n de un centro de entrenamiento de la NBA en la capital de Xinjiang, donde se estaba reprimiendo sin ning¨²n respeto a los derechos humanos a los musulmanes de la etnia uigur. Pero ahora son m¨¢s las voces que est¨¢n percibiendo la tensi¨®n (Sports Illustrated ha hablado de "p¨¢nico" en las oficinas de la NBA cuando Morey publi¨® su tuit) entre el fondo de pensamiento y las necesidades de imagen de la liga con la cara m¨¢s cruda de un negocio que marcha ahora mismo con un crecimiento que ronda el 8% anual, con unos ingresos ya de unos 8.000 millones, con el valor medio de las franquicias en 1.900 y los salarios en un promedio de m¨¢s de 7 millones. El propio Fertitta compr¨® hace dos a?os los Rockets por 2.200 millones cuando la franquicia hab¨ªa costado apenas 85 en 1993. En el eje de ese crecimiento est¨¢ el potencial casi infinito del mercado chino, pero tambi¨¦n la proyecci¨®n de la NBA como una competici¨®n con unos determinados valores sociales. Y eso, como m¨ªnimo, es algo que se puede poner en entredicho despu¨¦s de un fin de semana de cuestionable gesti¨®n de una crisis que abri¨® un tuit de Daryl Morey y que veremos c¨®mo se acaba cerrando.