Ricky Rubio manda en el Mundial de los bases
Volvi¨® a dirigir con maestr¨ªa a la Selecci¨®n y clav¨® dos triples que resolvieron el partido. Es ya el mejor asistente en los ¨²ltimos 25 a?os del Mundial de baloncesto.


Ricky record¨® despu¨¦s del partido que se tom¨® el Mundial como un reto personal. Ese "siento que tiene que ser mi Mundial" le est¨¢ acompa?ando. Los n¨²meros son gigantes. Ya es el mejor pasador del torneo en los ¨²ltimos 25 a?os. Ha superado de largo las 106 asistencias de Prigioni con 115. Lleva tres partidos consecutivos, los tres donde se estaba decidiendo el torneo, haciendo quince o m¨¢s puntos (antes de este Mundial su m¨¢xima anotaci¨®n en un partido hab¨ªa sido de doce puntos). Pero su Mundial est¨¢ por encima de los n¨²meros. Es una cuesti¨®n de sensaciones. La seguridad que transmite, el aura de su baloncesto. Ha alcanzado un nivel de continuidad que ha resultado b¨¢sico para el buen funcionamiento de la Selecci¨®n.
Ricky manda en el Mundial de los bases. Kemba Walker ha cogido la bandera de Estados Unidos; Campazzo es el l¨ªder de la gran Argentina que tumb¨® a Serbia; Patty Mills es una m¨¢quina de anotar; Satoransky est¨¢ jugando a un nivel alt¨ªsimo en la Rep¨²blica Checa e incluso De Colo es una de las grandes esperanzas de Francia para plantarle cara a Estados Unidos. Pero el de Espa?a es Ricky. Y nadie lo cambiar¨ªa por otro. "Es un grand¨ªsimo jugador, una grand¨ªsima persona, un grand¨ªsimo pasador. Est¨¢ encontrando ese equilibrio entre anotaci¨®n y resto del juego que califica a un gran jugador como grand¨ªsimo", le alab¨® descaradamente Scariolo al final del partido contra Polonia.
Como su baloncesto, Ricky es un jugador de intuiciones y de emociones. Despu¨¦s del partido de cuartos estaba realmente emocionado. Llega a su primera semifinal del Mundial ("vi con envidia la de 2006"), vuelve al Wukesong de Pek¨ªn, donde tuvo siendo un cr¨ªo la primera experiencia con la Selecci¨®n en los Juegos Ol¨ªmpicos. Y aspira leg¨ªtimamente a ser el MVP del campeonato gracias a una direcci¨®n precisa. A d¨ªa de hoy, y pese a la que ascendencia de Marc es tremenda en el grupo y en la pista por su sabidur¨ªa incluso cuando no tiene acierto de cara a canasta, Ricky se est¨¢ poniendo el disfraz de l¨ªder de la Selecci¨®n. Su mensaje al final del partido no pudo ser m¨¢s ambicioso: "Tenemos que ganar los dos para quedar campeones y ese es el objetivo ahora mismo. Pasar¨¢ o no, veremos. Pero ahora tenemos en mente algo muy importante. Sabemos que igual no somos el equipo m¨¢s talentoso del torneo, pero s¨ª que tenemos un coraz¨®n enorme que nos ha llevado hasta las semifinales del torneo y qui¨¦n sabe". Si el pensamiento de Ricky tiene la misma credibilidad que el anuncio de que ser¨ªa su Mundial, lo de la Selecci¨®n no se va a parar aqu¨ª.