Ni rastro de los Knicks: la eterna crisis de una franquicia hist¨®rica
Los neoyorkinos reciben un nuevo jarro de agua fr¨ªa y se quedan sin estrellas en un mercado de fichajes que promet¨ªa mucho y se ha quedado en nada; no ganan el anillo desde 1973.


La eterna crisis de los Knicks. Podr¨ªa ser el t¨ªtulo de la pel¨ªcula que la hist¨®rica franquicia lleva protagonizado desde 1973, cuando consigui¨® su ¨²ltimo anillo. El presente mercado de fichajes ha vuelto a dejar en evidencia a los de la Gran Manzana. Los agentes libres m¨¢s importantes, que han sonado durante todo el a?o en la ¨®rbita de los neoyorkinos, han puesto rumbo a otros equipos y han dejado a los aficionados del Madison con tres palmos de narices.
Hay que recordar que los Knicks no son un equipo cualquiera. Son uno de los cl¨¢sicos de la Liga norteamericana y uno de los dos conjuntos (junto con los Celtics) m¨¢s longevos de la competici¨®n. Nacieron en 1946, cuando se jugaba la BAA (Basketball Association of America), de la que son miembros fundadores. Aguantan todav¨ªa hoy en d¨ªa bajo la misma denominaci¨®n con la que empezaron, la cual representa un nombre hist¨®rico que trasciende por todo el pa¨ªs.
A pesar de su longevidad, los neoyorquinos tardaron en empezar a carburar y aunque jugaron varias Finales en sus inicios, no fue hasta los 70 cuando experimentaron el verdadero ¨¦xito. Entrenados por Red Holzman y liderados en pista por Willis Reed y Walt Frazier, el primer campeonato fue en 1970 y tuvo una gran carga emocional. Se enfrentaban contra los Lakers de Jerry West, Elgin Baylor y Wilt Chamberlain, que ven¨ªan de perder las Finales del a?o anterior contra los Celtics en el s¨¦ptimo partido. Esta vez hicieron lo mismo. Parec¨ªa que West nunca iba a conseguir su tan ansiado campeonato, aunque dos a?os despu¨¦s se quitar¨ªa la espina y finalmente lo logr¨®, de nuevo contra los neoyorquinos.
En 1973, el Madison vivi¨® su ¨²ltimo gran momento de gloria. Al menos en lo que a campeonatos se refiere. Volvieron a las Finales, de nuevo contra los Lakers. Les arrollaron: 4-1, segundo y ¨²ltimo anillo de su historia y explosi¨®n de j¨²bilo en Nueva York. Hasta ah¨ª llegaron los Knicks, que vieron como esa plantilla, una de las m¨¢s ic¨®nicas de la historia de la NBA, se dilu¨ªa en los a?os siguientes.
Entre sus miembros estaba Phil Jackson. Curiosidades del destino, el Maestro Zen ha estado en tres grandes equipos si mezclamos su trayectoria como jugador y entrenador. Y cada vez que se pon¨ªa rumbo a nuevos lugares, dejaba una maldici¨®n en su conjunto que abandonaba. Los Knicks no han vuelto a ganar, como tampoco lo hicieron los Bulls y los Lakers una vez se fuera el considerado por muchos como el mejor entrenador de la historia.
No deja de ser un ejercicio de cierta demagogia. Si bien fue el ide¨®logo en Chicago y Los ?ngeles, en Nueva York no goz¨® de mucho protagonismo y su contribuci¨®n fue mucho menor en el Madison que en los equipos que dirigir¨ªa en el futuro. Los Knicks le recuperaron mucho tiempo despu¨¦s tomar las riendas de la franquicia en los despachos... pero ni siquiera ¨¦l pudo levantar tantos a?os de desprop¨®sitos.
La esperanza de Pat Ewing
El equipo lleg¨® a las finales de Conferencia en 1974, pero tras ese a?o se vio inmerso en una vor¨¢gine de malos resultados que llenaron de pesimismo a sus seguidores. Fue una d¨¦cada que vio como Willis Reed se hac¨ªa cargo del banquillo tras abandonar la cancha para luego ser sustituido por un viejo conocido, Red Holzman.
Tampoco surti¨® efecto el retorno del hacedor y Holzman se iba definitivamente para dar paso a Hubie Brown. Los malos resultados de la 84/85 (24-58) permitieron a los neoyorquinos seleccionar a Patrick Ewing en la primera posici¨®n del draft. Era la nueva esperanza del Madison. Un p¨ªvot dominante que se convertir¨ªa en la cara de la franquicia para los pr¨®ximos 15 a?os.
Ni Brown, ni Rick Pitino ni Stu Jackson lograron hacer el equipo competitivo. S¨ª lo logr¨® Pat Riley, que ven¨ªa de conquistar 4 campeonatos con los Lakers del Showtime en los 80. Las batallas contra los Bulls se convirtieron en una constante en playoffs, pero la era Riley, que dur¨® 4 temporadas, se tradujo en unas Finales (1994, tras la primera retirada de Jordan)?en las que salieron derrotados por 4-3 ante los Rockets. El t¨¦cnico sali¨® reforzado tras hacer carburar a un equipo radicalmente distinto al de Los ?ngeles y en la Conferencia opuesta. Pero los Knicks y Ewing se quedaron sin anillo. Tras esa ocasi¨®n perdida lleg¨® un momento clave: James Dolan se convertir¨ªa en el propietario mayoritario del equipo. El hombre de negocios, uno de los personajes m¨¢s pol¨¦micos de la historia del deporte estadounidense, acab¨® de hundir a los Knicks con sus muy cuestionadas decisiones en los a?os siguientes hasta convertirles en lo que son hoy en d¨ªa.?
Eso s¨ª a¨²n hubo una ¨²ltima gran oportunidad. Fue en 1999. Como octavos del Este avanzaron hasta las Finales con Jeff Van Gundy en los banquillos (y Latrell Sprewell o Allan Houston en cancha). Cayeron claramente ante los Spurs, que iniciaban su particular dinast¨ªa. Ewing vio la eliminatoria por el t¨ªtulo desde el banquillo (por lesi¨®n). Aguant¨® un a?o m¨¢s, hasta el 2000, cuando los suyos cayeron en las finales del Este ante los Pacers, antes de que Dolan dilapidara con sus decisiones a los ¨²ltimos Knicks que rozaron el t¨ªtulo. El p¨ªvot puso rumbo a Seattle y Orlando antes de retirarse como uno de los mejores jugadores de la historia que jam¨¢s ganaron un anillo o como uno de los jugadores a los que Jordan priv¨® del anillo. Seg¨²n como se mire. Los Knicks por su parte nunca volvieron a estar tan cerca del campeonato.
El hundimiento del siglo XXI
Desde entonces, la franquicia ha sido un c¨²mulo de desprop¨®sitos. Van Gundy aguant¨® hasta mitad de la temporada 2001/02, cuando fue despedido. En la 2003/04 tuvieron hasta tres entrenadores y tocaron playoffs de milagro con Marbury como estrella. El base, un prodigio del baloncesto, no consigui¨® hacer carburar a la franquicia. Ni siquiera la llegada de Larry Brown en 2005, que ven¨ªa de sumar un anillo y unas Finales con los Pistons en las dos temporadas anteriores, pudo orientar el rumbo (23-59 ese a?o, el segundo peor resultado de la carrera de Brown).
Mike D'Antoni lleg¨® en 2008 (despu¨¦s de dos a?os para el olvido de Isaiah Thomas) tras cuajar un buen papel en los Suns del seven seconds or less, pero solo consigui¨® tocar playoffs en 2011. Esa temporada fue clave en la franquicia. Fue en la que lleg¨® Carmelo Anhtony, en un traspaso en el que los de la Gran Manzana soltaron a hombres como Landry Fields, Timofey Mozgov o Danilo Gallinari. Una buena base para construir que dejaron escapar para traer a un jugador top de la Liga. Una decisi¨®n que, a la larga, fue un error.?
En 2011 fueron arrollados por los Celtics en primera ronda. Stoudemire cuaj¨® un gran a?o (Lleg¨® en 2010 junto a Carmelo procedente de los Suns y era otro fichaje prometedor), pero luego cay¨® presa de las lesiones y no se volvi¨® a recuperar. El nivel de Jeremy Lin no encontr¨® continuidad (se acab¨® yendo a los Rockets) y D'Antoni era despedido a mitad del a?o siguiente y sustituido por Mike Woodson.
Con este t¨¦cnico, los Knicks so?aron (de lejos) por ¨²ltima vez con el anillo. 54-28 en la 12/13, primera vez por encima de las 50 victorias desde la 99/00. Se hundieron en la fase final y cayeron ante los Pacers en semifinales de Conferencia. JR Smith, Tyson Chandler, Carmelo Anthony... un equipo llamado a plantar cara a los Heat de LeBron en el Este y que se qued¨® en nada.
Ni el rescate de Phil Jackson en 2014 como Presidente de Operaciones le funcion¨® a la franquicia. Todo lo contrario.?La imposici¨®n del tri¨¢ngulo ofensivo a trav¨¦s de Derek Fisher o Jeff Hornacek result¨® imposible. En 2017, el Maestro Zen, que demostr¨® ser m¨¢s efectivo en los banquillos que en los despachos, era despedido. Carmelo sali¨® de la franquicia para vivir su particular ca¨ªda a los infiernos. El 29-53 de hace dos temporadas ha sido superado por el 17-65 de la presente campa?a, con David Fizdale como cara del fracaso.
Y entre medias de todo esto, el otro gran nombre de los despachos: el presidente Steve Mills, que ya estuvo vinculado a James Dolan entre 2003 y 2009 y volvi¨® en 2013, primero como vicepresidente y general manager y desde 2017 como presidente. Entre todos esos cargos, y si sumamos todas sus etapas lleva 502 partidos en la franquicia saldados con 337 derrotas. Otro directivo desastroso que sobrevivi¨® a Phil Jackson y a cualquiera que pasara por all¨ª pero que en ning¨²n momento ha sido la soluci¨®n de un equipo a la deriva.?
No llega nadie a la Gran Manzana
El ¨²ltimo fiasco, como hemos dicho al principio, ha sido en el presente mercado de fichajes. Durant e Irving sonaron durante toda la campa?a para la Gran Manzana... y all¨ª han acabado, pero en Brooklyn, no en Nueva York. Para m¨¢s inri, se les ha ido DeAndre Jordan, que tambi¨¦n va al equipo vecino. Y encima han perdido a Porzingis, la ¨²ltima gran esperanza (lleg¨® en 2015). El optimismo con ¨¦l dur¨® m¨¢s que con Lin, pero los aficionados se quedan con un nuevo plant¨®n. Ya est¨¢n acostumbrados. Jalear a promesas ef¨ªmeras durante algunos partidos ha sido su ¨²nica gran alegr¨ªa en los ¨²ltimos a?os. Eso y aplaudir a jugadores rivales. No les queda otra.?
En la agencia libre han firmado a jugadores como Randle, Bullock, Ellington, Portis, Gibson o Payton. Baloncestistas alejados incluso de la burgues¨ªa de la Liga y una dudosa base para construir de cara al futuro. Incluso en el Este, que ha comido terreno al Oeste en los dos ¨²ltimos veranos. Algunas piezas son prometedoras, pero van a necesitar una estrella si quieren pelear por los playoffs a corto plazo. Algo que, de momento, parece improbable.
Dos Finales desde 1973 y ni una sola final de Conferencia desde que Ewing sali¨® del equipo. Un c¨²mulo de desprop¨®sitos, malas decisiones y suerte esquiva que deja a una de las franquicias m¨¢s importantes de la historia de la NBA con una crisis que parece no acabar nunca. Spike Lee y los aficionados de los Knicks tendr¨¢n que esperar. Veremos hasta cu¨¢ndo.?