El hombre del turbante que ve todos los partidos de los Raptors
Nav Bhatia lleg¨® de India en los 80 y no se ha perdido ning¨²n partido en casa. M¨¢s que Drake, ¨¦l es el gran protagonista del Scotiabank Arena.
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Ya cuenta con 67 a?os y los que van a ver los partidos de los Toronto Raptors como locales le conocen de sobra. Y tambi¨¦n los que lo vean por la televisi¨®n, puesto que se ha convertido en una especie de estrella, pero de un modo muy diferente a Drake, el aficionado de los Raptors que se lleva ¨²ltimamente todos los titulares. La historia de Nav Bhatia es bien distinta a la del rapero. Fue el periodista Muhammad Lila quien la cont¨® en su cuenta de Twitter y tuvo tal ¨¦xito (33.000 retuits y 78.000 me gusta en el momento de escribir este art¨ªculo) que todos los medios nacionales de Canad¨¢, Estados Unidos y muchos otros pa¨ªses la han querido contar. Y no es para menos, ya que parece de pel¨ªcula.
Nav Bathia lleg¨® a Canad¨¢ procedente de su India natal en la d¨¦cada de los 80. De all¨ª se trajo casi nada de dinero y una ingenier¨ªa. Pero aquella Canad¨¢ a¨²n no era el pa¨ªs tan abierto y tolerante que es hoy en d¨ªa y por su color de piel, su acento y su caracter¨ªstico turbante nunca le dieron trabajo de ingeniero. Para ganarse la vida se puso a vender coches en uno de los barrios m¨¢s pobres de Toronto. Vendi¨® 127 en sus primeros 90 d¨ªas de trabajo, algo nunca visto en esta zona. "Lo hac¨ªa a la vieja usanza: siendo sincero y con una sonrisa en la cara", ha explicado alguna vez. Tan bien se le dio lo de vender coches que acab¨® comprando el concesionario. Y despu¨¦s de ese vendr¨ªan algunos m¨¢s.
En 1995, el a?o en que debutaban en la NBA los Toronto Raptors, a Nav no le iban muy bien los negocios. Aun as¨ª, decidi¨® sacarse el abono de temporada. Como explica Lila, "cuando eres inmigrante nada te hace sentir m¨¢s canadiense que ondear una bandera mientras animas a tu equipo". As¨ª que Nav empez¨® a ir a todos los partidos de los Raptors como local. Su asiento, situado en primera fila justo al lado de una canasta, y su turbante le hacen perfectamente reconocible. Ese aspecto que llamar¨ªa la atenci¨®n en casi cualquier parte no lo hace en Toronto ni en el Scotiabank Arena, donde la multiculturalidad campa a sus anchas.
As¨ª que Nav Bhatia, que ya tiene 67 a?os pero que sigue viviendo los partidos con la energ¨ªa de un chaval, se ha convertido en el ejemplo perfecto de esta ciudad. Se ha ganado el coraz¨®n de todos sus vecinos por su amabilidad y su forma de ser, pero tambi¨¦n por su apoyo a los m¨¢s necesitados. Por ejemplo, acercando su gran pasi¨®n, el baloncesto, a ni?os y ni?as pobres e inmigrantes. Cada a?o se gasta 300.000 d¨®lares en llevarles al pabell¨®n a ver partidos y conocer jugadores.
Despu¨¦s de que su historia se hiciese viral, Lila llam¨® a Nav para cont¨¢rselo. Durante la charla que tuvieron, el periodista le anim¨® a que compartiese su opini¨®n sobre Canad¨¢ con el resto del mundo, y esto fue lo que dijo sobre la tierra que le acogi¨® hace m¨¢s de 30 a?os: "Otros pa¨ªses pueden ser m¨¢s ricos, pero no lo son en modales, en cortes¨ªa y en mirar por los dem¨¢s. Y el pa¨ªs al sur de nosotros tiene mucho que aprender de todas estas cosas".