Micic y Larkin dan el golpe y dejan a Obradovic sin su D¨¦cima

No muchos pueden contar que eliminaron a Obradovic, al ogro, en una Final Four. Al fin y al cabo, el todo o nada de esa aventura en dos partidos es como el jard¨ªn de la casa del t¨¦cnico de Cacak, que lleva 18 F4. Dos genios de esto del baloncesto, dos bases que van a volar pronto a Estados Unidos, le chafaron los planes camino de su D¨¦cima: Larkin y Micic, posiblemente el mejor d¨²o exterior de Europa. 55 puntos entre ambos (8 triples) para encumbrar a un equipo que, no lo olvidemos, el a?o pasado fue colista de la fase regular. Shane (30-7-7 y 43 de valoraci¨®n) es el primer jugador de la historia de la Euroliga que valora m¨¢s de 40 en un partido de Final Four (super¨® los 37 de Trajan Langdon en el partido por el tercer puesto, con pr¨®rroga, del a?o 2010).

El torneo continental por fin se abre a las sorpresas. Desde el AEK en 1998 y el Zalgiris un a?o m¨¢s tarde, nadie que no fuera favorito, es decir, de la realeza, hab¨ªa osado colarse en una final de la Euroliga. Pues ya est¨¢ aqu¨ª el Anadolu Efes para romper moldes. Su primera y merecid¨ªsima final, silenciando a la afici¨®n del Fener, que se rindi¨® ante el magisterio de un d¨²o supers¨®nico.

Frente a todo lo que significa Obradovic y el Fenerbah?e, el Anadolu Efes, te¨®ricamente inferior por plantilla y mucho m¨¢s flaco en apoyo en la grada del Buesa, sali¨® al partido como en un derbi turco m¨¢s: sin complejos, sin creerse menos que nadie, y sin esos nervios que atenazan a cualquiera en citas de este nivel. De la mano de Larkin-Mcic, empezaron a hacer diabluras y su rival cada vez se vio m¨¢s peque?ito.?Zeljko se recost¨® los ¨²ltimos cinco minutos del envite en su asiento, resignado, sabiendo que su doctrina defensiva, la m¨¢s afilada del Viejo Continente, esta vez no pod¨ªa hacer nada ante dos portentosos metepuntos. Le cay¨® una paliza hist¨®rica. Tras un primer cuarto de tanteo, equilibrado gracias a la aportaci¨®n de Green, el segundo fue abriendo hueco y cogi¨® ritmo el Efes,?mientras Sloukas trataba de organizar en los aurinegros ataques que iban s¨®lo a impulsos.

El Anadolu fue metiendo marchas con el paso de los minutos. Dio un paso al frente tras el descanso. De la mano de Larkin, qui¨¦n si no, todo salt¨® por los aires. Siete puntos seguidos del escolta de Cincinnati nada m¨¢s abrir el cuarto pusieron la proa azul hacia la final con ocho de ventaja.?Lo bueno del equipo de Ataman es que puede distraer de vez en cuando con su potencia de fuego y aunque el exbaskonista es una joya, por s¨ª solo no podr¨ªa seguir avanzando en una competici¨®n tan exigente como la Euroliga.?Despu¨¦s tom¨® el relevo Micic, que ya definitivamente se embols¨® el partido y dej¨® claro que es una de las grandes sensaciones en Europa. No es tan explosivo como Larkin pero domina los espacios y el timing a la hora de encarar al contrario como los artistas. De su mano el Efes se fue a una ventaja de 14. Tras arrancar de nuevo con enorme fuerza el ¨²ltimo cuarto, el tanteo se fue a 59-75. As¨ª a todo esto, Dunston, el ¨²nico que faltaba en los azules por sumarse a la fiesta, meti¨® su cuerpo voluminoso en la semifinal cuando Obradovic intent¨® apretar en el per¨ªmetro y dej¨® espacios por dentro. Tambi¨¦n Moerman (nada que ver con el jugador temeroso del Bar?a) hizo algunos posteos que desestructuraron a los favoritos y Anderson complet¨® el cuadro con tiros vitales recibiendo solo, con los pies plantados en el suelo.

Las herramientas que tiene Zeljko no se parecen en nada a las de esos equipos lujosos que le han llevado a seguir engordando un palmar¨¦s inigualable, aunque estos chicos de negro y oro tampoco est¨¢n nada mal. Bogdanovic, Udoh¡­ son perfiles que ya no tiene, y Datome est¨¢ lesionado. A Vesely se le notaban las molestias f¨ªsicas y no iba al choque, apenas produjo por dentro, se desequilibr¨® el Fener. Larkin y Micic siguieron con su recital: el norteamericano en unos contra uno encarando al grande (Vesley) cuando se cambiaba en los bloqueos y el serbio en tiros m¨¢gicos, hasta cay¨¦ndose. La paliza fue de campeonato. Candidato al triunfo por m¨¦ritos propios.