Mangada: "Han valido la pena todas las agujetas y los dolores"
La alero del Estudiantes (34 a?os y 1,83) estuvo fuera de las pistas durante casi cuatro meses por un mixoma auricular que le creci¨® en el lado superior izquierdo del coraz¨®n.
Sheila Mangada?es toda una veterana del baloncesto espa?ol. En sus ya 20 a?os de carrera desde que empez¨® en el cadete del Baloncesto Fuenlabrada, la alero del Movistar Estudiantes ha defendido la camiseta de siete equipos diferentes, incluida una etapa en el Velka Vicenza italiano, y como toda deportista ha pasado por m¨²ltiples situaciones... aunque ninguna comparable a la que vivi¨® el pasado mes de septiembre en el Consejo Superior de Deportes. All¨ª, sobre una camilla de la instalaci¨®n del organismo deportivo, se le diagnostic¨® un mixoma auricular, un tumor no canceroso que creci¨® en el lado superior izquierdo del coraz¨®n. Una enfermedad de evoluci¨®n incierta: desde que no ocurra nada hasta que una parte se desprenda y llegue a la cabeza con consecuencias fatales.
Tras el diagn¨®stico, las dudas. El miedo. "Fue un shock muy grande al principio, un 'no puede ser, no me lo creo'. Llevaba pasando reconocimientos m¨¦dicos desde los 17 a?os y lo ¨²nico que me hab¨ªan dicho era que ten¨ªa el coraz¨®n un pel¨ªn m¨¢s grande, pero que les pasa a muchos deportistas, que era algo normal y l¨®gico. En un primer momento pens¨¦ que se acababa el baloncesto para m¨ª", dice la alero.
Mangada recuerda muy bien los minutos que pasaron desde la tempestad hasta la tranquilidad: "Me calmaron bastante r¨¢pido. Me explicaron lo que era, lo que iba a conllevar, los tiempos... Desde ese momento, todo fue bastante mejor y segu¨ª con mi vida: ten¨ªa un viaje a los dos d¨ªas para hacer surf y me fui. Me dijeron que hiciera vida normal y pens¨¦ 'voy a aprovechar, es un viaje de cinco d¨ªas y vamos a pasarlo bien".
Sin dormir
Casi una semana de desconexi¨®n mental y espiritual antes de afrontar las siguientes etapas: quir¨®fano y tortuosa recuperaci¨®n antes de regresas con sus compa?eras de un Movistar Estudiantes que la fich¨® el pasado verano para luchar por el ascenso a la Liga Dia.
El par¨®n fue largo. Durante un mes y medio, la madrile?a no pudo hacer nada. Que te abran entera y te muevan todo por dentro, es lo que tiene. Netflix, peque?os paseos y tener cuidado con las comidas eran sus peque?os hobbies porque dormir... M¨¢s de un mes de impuesto insomnio por los dolores. "Fue lo peor. Me era imposible hacerlo en la cama y me pas¨¦ una larga temporada haci¨¦ndolo en el sof¨¢ porque encontr¨¦ una mini postura, medio de lado boca arriba...", relata. "Me dol¨ªa todo y el ¨²nico momento en el que no, era cuando dorm¨ªa y no lo lograba. Me acuerdo que lo consegu¨ªa a las cuatro de la ma?ana y a las siete ya estaba despierta. Mi nivel de desesperaci¨®n fue muy grande. Tambi¨¦n por estar encerrada en casa: quer¨ªa salir de la jaula".
Dura recuperaci¨®n
Mangada, positiva, rememora desde un lateral de Magari?os c¨®mo no quer¨ªa contarles a sus padres una dolencia que retras¨® su debut oficial con el Estudiantes hasta el 13 de enero en Legan¨¦s. Una llamada de su madre cambi¨® esa decisi¨®n inicial. "Me pregunt¨® por el reconocimiento y no pod¨ªa decirla que todo bien. Pasaron un poco de miedo al principio y nada m¨¢s empezar a hacer deporte... Imagino que estar¨ªan acojonados, pero no me lo hicieron ver nunca".
Ahora, seis meses despu¨¦s de la horrible noticia sobre su coraz¨®n, la alero va cogiendo ritmo poco a poco. Al igual que el Estudiantes: desde su vuelta, las colegiales solo han perdido uno de los ¨²ltimos ocho partidos, con seis triunfos consecutivos. En ese lapso suma 22 minutos y 6 puntos en total. Casi nada para una jugadora que promedi¨® en el ¨²ltimo curso con el Alcobendas 10,8 tantos. Pero no importa. N¨²meros arriba, n¨²meros abajo, lo fundamental es estar de regreso despu¨¦s de un proceso de recuperaci¨®n muy sufrido. "Han valido la pena las agujetas (nunca hab¨ªa tenido unas semejantes), los dolores¡", concluye Mangada, que sonr¨ªe satisfecha. No es para m¨¢s: ha vencido su batalla m¨¢s dura.