El Madrid pasa la prueba del algod¨®n y destroza al l¨ªder

La derrota en la final de Copa y el posterior tropiezo inapelable ante el Bar?a en el Palau, en unos d¨ªas de furia para el club, hab¨ªan generado cierta desaz¨®n tambi¨¦n en el baloncesto. Hubo reacci¨®n el domingo en Andorra, pero no era suficiente, hab¨ªa que esperar a este jueves, al Fenerbah?e de Obradovic, el mejor l¨ªder europeo desde que se instaur¨® el nuevo formato de competici¨®n, para pasar la prueba del algod¨®n. La guata sali¨® impoluta despu¨¦s de 40 minutos de un juego vertiginoso, de ir arriba y abajo. Puro ritmo, el que le meti¨® al duelo Sergio Llull (17 puntos, 10 asistencias y 25 de valoraci¨®n).

Batalla grande de mariscales frente a Sloukas. El peso de la defensa del griego, eso s¨ª, corri¨® a cargo de Causeur, como en la Final Four. Vimos la mejor versi¨®n del base menorqu¨ªn desde su lesi¨®n, o ah¨ª le andar¨¢. Anot¨® y¡­ dirigi¨®. El tempo fue suyo desde mediado el primer cuarto, aunque no fue hasta el tercero cuando hizo que todo saltara por los aires en magn¨ªfica conexi¨®n con Tavares (tres tapones entonces del p¨ªvot) y con dos triplazos de propina a la carrera, el segundo con tiro libre adicional. Poco despu¨¦s, 81-61. ¡°Llull en un mal d¨ªa puede ser decisivo¡±, comentaba Obradovic en la previa. Y en uno bueno¡­ eleva a su equipo a otra dimensi¨®n: por primera vez un conjunto de Obradovic cae en la Copa de Europa tras encajar 101 puntos sin disputar una pr¨®rroga.

Deck, magn¨ªfico frente a Datome y Kalinic

Una exhibici¨®n individual y colectiva (29 asistencias y 135 de valoraci¨®n, sus r¨¦cords de la temporada). Una catarsis general y un pasar p¨¢gina de verdad de todo el grupo. ¡°Esta semana hemos subido nuestro nivel de dureza en los entrenamientos, era lo que necesit¨¢bamos¡±, hab¨ªa vaticinado Ay¨®n, buen conocedor de su Madrid. Los focos tambi¨¦n apuntaron a un Randolph desatado. De infalible a humano con el trascurso de los minutos, a un nivel enorme de cualquier modo (21 tantos y 25 cr¨¦ditos). Y a Deck, eficaz al poste, en penetraci¨®n y con sus cortes; fant¨¢stico atr¨¢s frente a Datome y Kalinic.

Los dos maestros de los banquillos seguro que tendr¨¢n sus objeciones, pero la primera parte no hubiera salido mejor ni dibujada con tiral¨ªneas. Ritmo, acierto, pase, est¨¦tica¡­ Primero carg¨® el Fenerbah?e con su paciente juego de pase, que obliga a una tremenda concentraci¨®n y que bien ejecutado maximiza cada posesi¨®n. Los equipos de Zeljko defienden duro (siempre hay d¨ªas, claro), ese es el lugar com¨²n del baloncesto europeo; sin embargo, no hay otro bloque en esta Euroliga que saque m¨¢s partido de cada bal¨®n en ataque. Todo eso le llev¨® a ponerse muy arriba: 10-19.

Tiempo muerto blanco y examen de conciencia. La respuesta, tan r¨¢pida como demoledora. En apenas siete minutos, parcial de 24-6, algo impropio del actual l¨ªder y m¨¢s habitual del Madrid volador, el que hab¨ªa extraviado las alas en las ¨²ltimas semanas. Del -9 al +9 (34-25) y al +7 del descanso (52-45).

Obradovic reclamaba defensa a los suyos en la reanudaci¨®n, la vimos durante tres minutos, lo que tard¨® el Real en hallar el aro. Lo hizo Causeur. La pareja Llull-Tavares estaba a punto de dinamitarlo todo. Una explosi¨®n que tumb¨® de sopet¨®n al l¨ªder, un subid¨®n de confianza y el factor pista en cuartos casi en el bolsillo.