Mates: se busca nuevo rey bajo la sombra de Air Jordan
Participantes sin gran perfil medi芍tico pero con muchas posibilidades se miden en la casa de Michael Jordan, que se cri車 en Carolina del Norte y es due?o de los Hornets.
En el anterior All Star Weekend celebrado en Charlotte, en 1991 y entonces en el monumental Coliseum, Dee Brown, un nada medi芍tico rookie de los Celtics de 1,85, gan車 al favorito Shawn Kemp y al local Rex Chapman un concurso de mates que anticip車 lo que despu谷s fue la gran crisis de un evento que lleg車 a suspenderse en 1998 y se fue relanzando con cuentagotas a partir de la exhibici車n antol車gica de Vince Carter en 2000: Jason Richardson en 2003, Dwight Howard en 2008, el hist車rico duelo Zach LaVine-Aaron Gordon de 2016 en Toronto... Durante a?os, falt車 imaginaci車n y sobr車 parafernalia, algo nada habitual todav赤a cuando Brown gan車 tras taparse la cara con el antebrazo en pleno vuelo en su mate definitivo y despu谷s de inflar la c芍mara de aire de sus zapatillas Reebok Pump antes de cada intento. Un recuerdo que apesta a a?os 90 y que le vino de maravilla a la marca deportiva pero le granje車 abucheos al jugador, que neg車 siempre haber cobrado un solo centavo extra.
Hasta Michael Jordan, precursor y padre de la provechosa uni車n de zapatillas deportivas y baloncesto, asegur車 que Dee Brown hab赤a ido demasiado lejos aunque se cuid車 de afirmar con rotundidad que 谷l no har赤a lo mismo llegada la ocasi車n. Jordan es, claro, la personificaci車n del concurso de mates, dos veces ganador y protagonista de batallas tremendas contra el menudo Spudd Webb y, sobre todo, con el portentoso Dominique Wilkins, el alero apodado Human Highlight Film, "la recopilaci車n humana de jugadas espectaculares". El duelo entre ambos en el Stadium de Chicago en 1988 fue algo que se grab車 a fuego en el pante車n de una NBA que comenzaba a abrirse de par en par al mundo.
Un duelo, adem芍s, entre dos productos de Carolina del Norte nacidos fuera del estado: Wilkins en Par赤s y Jordan en Brooklyn. "Eramos dos chicos de Carolina cara a cara. Uno de Washington, otro de Wilmington. Cada uno representaba a una parte del estado y eso nos llenaba de orgullo, formaba parte de lo que 谷ramos", dice ahora Jordan, propietario de Charlotte Hornets y que aconseja al rookie de su equipo Miles Bridges, que estar芍 en el concurso con el p迆blico de su lado: "Tiene que divertirse, a ver qu谷 puede hacer porque tiene un gran f赤sico y aqu赤 puede demostrarlo. Estoy muy orgulloso de 谷l". Bridges puede ser la gran atracci車n de un evento de perfil bajo en lo medi芍tico: dos rookies, 谷l y Hamidou Diallo (Thunder) y dos jugadores de segundo a?o, el fenomenal John Collins (Hawks, el equipo con m芍s triunfos en el concurso: cuatro) y Dennis Smith Jr, que ahora representa a los Knicks y que la pasada temporada (con la camiseta de los Mavericks) acab車 迆ltimo porque fall車 en su primer mate pero dej車 una magn赤fica impresi車n en lo que se intuy車 de ese intento errado y en un segundo mate perfecto (50 puntos). Tal vez el gran favorito a un trono que no defender芍 Donovan Mitchell, brillante campe車n en el Staples de Los ?ngeles.
As赤 que Charlotte y Carolina son puntos de referencia en la historia del concurso de mates. Por Michael Jordan pero tambi谷n porque uno de los inventores del evento, Carl Scheer, fue el encargado de convencer a la NBA de llevar a Charlotte un equipo, los Hornets, que bajo su gesti車n enlazaron 364 llenos seguidos en su viejo pabell車n, aquel Coliseum con capacidad para casi 24.000 personas. Antes Scheer, enrolado en aquella loca aventura contracultural que fue la ABA, ayud車 a que Denver organizara en 1976 el primer concurso de mates, una cita que despu谷s se estren車 en la NBA tambi谷n en Denver, en 1984 y con triunfo de Larry Nance.
La ABA, que dur車 m芍s de lo que sus propios creadores vaticinaban (1967-76) mientras pleiteaba con una NBA en la que acab車 colocando cuatro equipos (Nuggets, Pacers, Nets y Spurs), fue la competici車n del tiro de tres, el juego de ataque y con galones para las grandes estrellas, un ritmo alt赤simo que se acercaba m芍s a la NBA de ahora que a la de entonces ("la NBA era una sinfon赤a y la ABA era Jazz", dijo el agente Ron Grinker) y aquellos balones tricolores (rojo, azul, blanco) que fueron un gran 谷xito de marketing pero que se empezaron a usar porque en sus tiempos de jugador (el primer gran p赤vot de los Lakers, todav赤a en Minneapolis) el comisionado George Mikan ten赤a problemas de vista y casi no ve赤a el bal車n marr車n.
En 1976, ya con solo una Divisi車n y apenas siete equipos, una ABA acorralada (hab赤a perdido tres franquicias entre el inicio del training camp y la jornada inaugural de la temporada) quer赤a su All Star en Denver porque era la ciudad con una afici車n m芍s fiel (m芍s de 18.000 personas llenaron el evento), pero no sab赤a qu谷 hacer con tan pocos equipos. Al final los Nuggets jugaron contra una selecci車n del resto de franquicias. Pero el hito lleg車 en el descanso, que tambi谷n tuvo concierto de Glen Campbell y Charlie Rich, con el concurso de mates desarrollado por Scheer tras una idea lanzada al aire por Jim Bukata, del equipo de relaciones p迆blicas de la malherida liga. 1.200 d車lares totales en premios para un reto que gan車 el legendario Julius Erving volando con su afro desde la l赤nea de personal (el mate que luego replic車 Jordan cuando necesitaba al menos 49 puntos para batir a Wilkins en 1988). Para llevarse el t赤tulo derrot車 a, nada menos, Larry Kernon, Artis Gilmore, George Gervin y David Thompson, otro producto de North Carolina e 赤dolo de infancia de Jordan al que el propio Scheer hab赤a fichado para los Nuggets arranc芍ndolo de las garras de la NBA (Atlanta Hawks). Erving, el legendario Doctor J, particip車 tambi谷n en la versi車n NBA del concurso. En 1984 fue segundo por detr芍s de Nance y en 1985 cuarto, en una cita hist車rica en el que tambi谷n estuvo Clyde Drexler y en la que le precedieron el ganador Dominique Wilkins, Michael Jordan y un Terence Stansbury recordado por sus incre赤bles mates en 360 grados.
Desde luego el concurso de mates ha perdido brillo y trascendencia medi芍tica, hasta simbolismo, tal vez al mismo ritmo al que nos fuimos dejando nuestra capacidad de asombro en un baloncesto donde el f赤sico ha ido superando todas las fronteras imaginables. Pero solo hay que recordar c車mo en Toronto, casi de la nada, LaVine y Gordon recuperaron toda la magia, el espect芍culo y la leyenda de un evento que podr赤a, por qu谷 no, brillar a lo grande de nuevo en Charlotte, el hogar de Michael Jordan. Qu谷 mejor lugar para hacerlo.