Los Bulls casi se amotinan contra su nuevo entrenador
Los m¨¦todos de Jim Boylen, que s¨®lo ha dirigido tres partidos, no gustan nada a los jugadores de los Bulls, con los que ha tenido varios roces en una semana.
Los Chicago Bulls no est¨¢n teniendo una temporada f¨¢cil. Se encuentran ¨²ltimos de la conferencia Este con 6 victorias y 21 derrotas y ya han despedido al entrenador con el que empezaron el curso, Fred Hoiberg. En su lugar pusieron a Jim Boylen, mano derecha de Hoiberg, y que seg¨²n apuntan desde Estados Unidos siempre adopt¨® el papel de poli malo en la relaci¨®n con los jugadores.
Hoy justo hace una semana que le nombraron entrenador y parece que sus m¨¦todos van totalmente en ese sentido. Pero la gota que ha colmado el vaso fue tras la peor derrota de la historia de la franquicia el s¨¢bado, cuando perdieron por 56 puntos en casa ante los Celtics. Ya durante el partido Boylen cambi¨® dos veces de una sola tacada a los cinco titulares. La primera la entendieron como un toque de atenci¨®n ante el mal partido que estaban jugando, pero la segundo no gust¨® nada. Acababa de empezar el tercer cuarto (algo m¨¢s de 2 minutos) y el parcial en ese tiempo era muy igualado. A pesar de eso el entrenador decidi¨® volver a sentar a su quinteto inicial de golpe.
Al final del partido explic¨® a los periodistas que lo hab¨ªa hecho por una raz¨®n. Su idea era realizar un entrenamiento largo e intenso a la ma?ana siguiente, y prefer¨ªa que los titulares se exprimieran entonces y no durante un partido que ya ten¨ªan perdido. La idea de un entrenamiento duro y de larga duraci¨®n no les hizo ninguna gracia, y le contraprogramaron avis¨¢ndole de que en lugar del entrenamiento hab¨ªan decidido tener una reuni¨®n s¨®lo de la plantilla.
Visto as¨ª puede parecer que los jugadores no ten¨ªan ganas de trabajar. Pero lo cierto es que ese supuesto entrenamiento maratoniano que les esperaba iba a ser el tercero en siete d¨ªas, algo totalmente fuera de lo com¨²n para los equipos de la NBA durante la temporada, que dedican sus horas de pr¨¢ctica a ejercicios ligeros y lanzamientos debido a la gran carga de minutos de juego y de vuelo que tienen. Adem¨¢s, lo de maratoniano no es un adjetivo al azar, es literal. Seg¨²n han comentado algunos jugadores estos entrenamientos consisten sobre todo en estar gran parte de los mismos corriendo.
Pero ah¨ª no queda la cosa. Cuando el cuerpo t¨¦cnico fue informado de que los jugadores no iban a asistir al entrenamiento, el propio Boylen les comunic¨® que en realidad su intenci¨®n no era hacer trabajo f¨ªsico, sino que quer¨ªa reunirse con ellos para estudiar v¨ªdeos de jugadas, algo que ya hacen despu¨¦s de cada sesi¨®n f¨ªsica. Y adem¨¢s, les quiso vender que la idea de la reuni¨®n era suya, que ya lo ten¨ªa en la cabeza y que no confiaban en ¨¦l.
Lo que parec¨ªa un mot¨ªn de los jugadores se transform¨® en otro rapapolvo hacia ellos de su nuevo entrenador. Una acci¨®n en la que alg¨²n miembro de la plantilla puede sentir que el t¨¦cnico les ha tratado de tontos, intentando apuntarse el tanto de la reuni¨®n que ellos mismos organizaron precisamente para no hacer lo que ¨¦l quer¨ªa que hicieran.?
Esta noche juegan en casa ante los Kings. Veremos cu¨¢l es el ambiente y los ¨¢nimos de la plantilla. Lo ¨²nico seguro es que la relaci¨®n de Boylen con sus jugadores no ha empezado de la mejor manera posible.