Doc Rivers: "No habr¨ªa seguido con Chris Paul, Griffin y Jordan"

Los Clippers son un equipo lleno de buenos jugadores y sin grandes estrellas, competitivo y divertido. Steve Ballmer, su propietario, no quiere ni oir hablar ni de tanking ni del malditismo hist¨®rico de la franquicia, a la que lleva en transici¨®n hacia su traslado a Inglewood, para dejar ese Staples en el que siempre se han sentido de prestado, y hacia un mercado de 2019 en el que la primera l¨ªnea de periodistas estadounidenses les han dado opciones reales de hacerse con Kawhi Leonard y Jimmy Butler.

Hace no mucho, los Clippers eran un equipo con trazas de campe¨®n que nunca se acerc¨® del todo a serlo. Ahora Chris Paul est¨¢ en Houston, DeAndre Jordan en Dallas y Blake Griffin en Detroit. Y Doc Rivers, que dej¨® de ser presidente de operaciones para concentrarse en su labor en el banquillo, ha reconocido que toda sinceridad que el big three hab¨ªa llegado inevitablemente a su final: "Necesitaba cambiar. No habr¨ªa seguido con aquellos jugadores, ni estar¨ªa aqu¨ª ahora. Necesit¨¢bamos cambiar, ten¨ªamos que hacerlo. Hab¨ªamos llegado a la conclusi¨®n de que no ¨ªbamos a ganar juntos. La realidad es que despu¨¦s de 2014 y 2015 todo hab¨ªa terminado para nosotros".

Rivers ya dijo en el pasado que la eliminaci¨®n ante los Thunder en 2014 hab¨ªa sido "el principio del fin" y la 2015 ante los Rockets "la debacle definitiva". Cada vez m¨¢s disfuncionales, los Clippers estiraron su proyecto en dos eliminaciones m¨¢s en primera ronda. Fue una ¨¦poca dorada para una franquicia que solo hab¨ªa jugado cuatro veces playoffs desde su llegada a L.A. en 1984: no fallaron a las eliminatorias entre 2012 y 2017 y entre 2012 y 2015 ganaron en torno al 68% de partidos. Pero nunca pasaron de la segunda ronda de playoffs. Lesiones, mala suerte, malas decisiones... en 2014 cayeron ante los Thunder (2-4) despu¨¦s de unos errores decisivos de Chris Paul al final del quinto partido (con 2-2) y en 2015 los Rockets les remontaron un 3-1 con un parcial de 15-40 en el ¨²ltimo cuarto del sexto partido, en el Staples, cuando el billete a la final del Oeste parec¨ªa en el bolsillo. Despu¨¦s, dos fallos en primera ronda ante Blazers (con lesiones de Paul y Griffin) y Jazz (derrota en su pista en el s¨¦ptimo) y la certeza de que se hab¨ªa acabado su tiempo en el Pac¨ªfico, un breve lapso entre la ca¨ªda de los Lakers y el ascenso de los Warriors.