Las leyendas a Ferr¨¢ndiz: "Eres el entrenador de nuestras vidas"
Los veteranos del Real Madrid homenajean al t¨¦cnico alicantino, que ha ganado 27 de los 87 trofeos del club y en noviembre cumplir¨¢ 90 a?os.
Pablo Laso lleva una carrera mete¨®rica, pero a¨²n no hay discusi¨®n posible: Pedro Ferr¨¢ndiz es la figura ic¨®nica en el banquillo en la historia del Madrid, y tras ¨¦l, Lolo Sainz. Los dos se fundieron ayer en un abrazo porque hac¨ªa tiempo que no se ve¨ªan, se reencontraron en el homenaje que le tributaron las leyendas blancas, la asociaci¨®n de jugadores del Real Madrid, a Ferr¨¢ndiz, que en noviembre cumplir¨¢ 90 a?os.
¡°Eres el entrenador de nuestras vidas¡±, le dijo el presidente, Rafael Rull¨¢n, al t¨¦cnico alicantino mientras le entregaba la insignia de la asociaci¨®n en reconocimiento a su trayectoria. Estuvo en el banquillo durante trece temporadas en un periodo de 16 a?os, entre 1959 y 1975, y gan¨® 12 Ligas, 11 Copas y 4 Copas de Europa, 27 trofeos de los 87 que exhibe el club. A su lado, Lolo Sainz, que a?ade otros 22 como t¨¦cnico, aunque antes visti¨® de corto.
As¨ª que Ferr¨¢ndiz recibi¨® el cari?o de doce de sus exjugadores en las d¨¦cadas de los sesenta y los setenta, las m¨¢s gloriosas del baloncesto madridista. Para Juan Corbal¨¢n, ¡°no ha habido un equipo como aquel¡±. Y lo explica: ¡°?ramos una familia y hubi¨¦ramos funcionado en cualquier ¨¢mbito, pero nos toc¨® coincidir en un club de baloncesto. Formamos un grupo que aprendi¨® a quererse y eso solo lo hizo el Madrid. Mis compa?eros eran parte de mi vida. Ten¨ªamos, adem¨¢s, mentes inquietas, otro ingrediente en el secreto de nuestro ¨¦xito. Pero si estamos aqu¨ª 50 a?os despu¨¦s no es por lo que ganamos, sino por lo que sentimos juntos¡±.
Walter Szczerbiak, el americano de referencia, estaba ayer en Nueva York, aunque particip¨® del homenaje por videollamada. Ferr¨¢ndiz se mostr¨® conmovido: ¡°Fui duro, pero siempre les respet¨¦. Me emociona comprobar medio siglo despu¨¦s que tambi¨¦n me respetan y adem¨¢s me quieren¡±. La sobremesa se llen¨® de an¨¦cdotas hasta que Brabender dijo: ¡°Y de c¨®mo jug¨¢bamos no hab¨¦is contada nada¡±. ¡°Es f¨¢cil, como un reloj suizo¡±, respondi¨® Carmelo Cabrera.