Los Dallas Mavericks, destino ideal para Luka Doncic

Luka Doncic jugar¨¢ para los Dallas Mavericks, y eso es una magn¨ªfica noticia para el jugador esloveno que ya es una leyenda del Real Madrid.

Cuando un jugador de baloncesto se presenta al draft de la NBA quiere salir elegido lo m¨¢s arriba que puede por una doble cuesti¨®n econ¨®mica, pues se cobra en funci¨®n del puesto en el que se es seleccionado, y de ego, de orgullo, de saber que se le valora m¨¢s que a sus compa?eros de promoci¨®n. Pero eso encierra un peligro, y es que los equipos que m¨¢s arriba eligen en este proceso son los peores de la competici¨®n. Y si caes en un mal equipo o, peor a¨²n, en un mal proyecto, las posibilidades de desarrollarte como jugador caen en picado.

Distingo entre mal equipo, algo que significa un periodo temporal de malos resultados, algo c¨ªclico y entendible en el mundo del deporte, y mal proyecto, porque esto segundo es de un calado mucho m¨¢s importante y peligros para los jugadores j¨®venes. Se trata de esas franquicias sin direcci¨®n, con general managers perdidos y una acumulaci¨®n de jugadores, a?o tras a?o, que llegan del draft y se encuentran con un desastre con el que no pueden lidiar.

Los Dallas Mavericks pueden pertenecer al primer grupo, el de ser un mal equipo en estos momentos concretos, pero no al segundo, pues el club est¨¢ en muy buenas manos y con una idea muy clara de lo que quieren a futuro. De hecho, es esa direcci¨®n firme la que les ha hecho tomar la determinaci¨®n de hacerse con Luka Doncic subiendo desde el puesto #5 al #3 a¨²n a coste de perder la primera ronda del a?o que viene. Resulta que consideran que no la van a echar de menos.

Y eso es as¨ª porque entienden que con Luka Doncic han adquirido el jugador que supone el punto de inflexi¨®n en la plantilla y, por lo tanto, lo que le sigue es gastar dinero en la agencia libre, moverse en el mercado de traspasos y competir, desde ya, para volver a los playoffs y a la relevancia de la NBA.

Pueden hacerlo, porque son un equipo que no tiene obligaciones contractuales de entidad m¨¢s all¨¢ de los 24 millones de d¨®lares de Harrison Barnes, los 18,6 millones de Wesley Matthews y los 9,6 de Dwight Powell. Eso hace que, en las previsiones m¨¢s optimistas, el espacio salarial que le queda al equipo podr¨ªa estar por encima de los 20 millones de d¨®lares, algo que les dar¨ªa para reforzarse.

La gran estrella del equipo, am¨¦n de Doncic, ha de ser considerada Dennis Smith Jr. El base fue elegido en el puesto #9 del pasado draft y formar¨¢ con el madridista una de las parejas de bases j¨®venes m¨¢s excitantes de toda la liga. Se complementan perfectamente, pues Smith es un jugador explosivo, r¨¢pido y de f¨ªsico imponente, que encaja con la sobrenatural visi¨®n de juego del esloveno y su capacidad para dirigir ataques desde la cancha. Adem¨¢s, es m¨¢s que capaz de cubrirle las espaldas en defensa.

Si Smith es la gran estrella que ha de ser de los Mavs, la gran figura, como tal, no puede ser otro que Dirk Nowitzki. El veterano jugador alem¨¢n, una leyenda absoluta, acaba de cumplir 40 a?os y sabe de su actual rol en la franquicia. Para Doncic ser¨¢ un lujo poder compartir vestuario con el que ostenta el t¨ªtulo que ¨¦l mismo aspira a conquistar: mejor europeo de la historia.

Sobre todos ellos, Rick Carlisle. El entrenador de los Mavericks es un seguro de vida para el desarrollo de Doncic y para tener claro que aqu¨ª se viene a ganar partidos y no a estar tres, cuatro a?os penando por la parte baja a la espera de alg¨²n otro pelotazo en el draft, que es lo que podr¨ªa pasar en otras franquicia. Carlisle, que gan¨® la NBA con estos mismo Mavs en 2010, lleva 18 a?os como entrenador jefe en la liga y est¨¢ considerado uno de los cinco mejores entrenadores en activo. Su presencia es, quiz¨¢s, la parte m¨¢s importante que empuja a creer en que este proyecto, y Luka Doncic, no pueden sino ir para arriba, y en muy poco espacio de tiempo.

Todo sumado hace que los Dallas Mavericks sean un destino id¨ªlico para Luka Doncic. Y, a la vez, que la franquicia est¨¦ encantado con haber peleado, y conseguido, al que ha de ser su buque insignia ahora que Dirk Nowitzki est¨¢ mucho m¨¢s cerca de retirarse. Todas las partes pueden estar bien contentas con lo que ha pasado esta noche.