Tetralog¨ªa: el LeBron imposible o la dinast¨ªa de los Warriors
Por primera vez en la historia del deporte estadounidense, se repite la misma Final por cuarta temporada consecutiva. Warriors contra Cavs, cap¨ªtulo IV.
![OAKLAND, CA - JUNE 12: LeBron James #23 of the Cleveland Cavaliers reacts as Kevin Durant #35 of the Golden State Warriors celebrates late in Game 5 of the 2017 NBA Finals at ORACLE Arena on June 12, 2017 in Oakland, California. NOTE TO USER: User expressly acknowledges and agrees that, by downloading and or using this photograph, User is consenting to the terms and conditions of the Getty Images License Agreement. Ezra Shaw/Getty Images/AFP
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Cuando la bola se eleve hoy al cielo de ese vetusto Oracle Arena que, de Oakland a San Francisco, en menos de a?o y medio dejar¨¢ paso al rutilante Chase Center de Mission Bay, una multimillonaria nave nodriza en la orilla cool de la Bah¨ªa, habr¨¢n pasado 226 d¨ªas desde que comenz¨® la temporada 2017-18 de la NBA. Por entonces, el d¨ªa de la terrible lesi¨®n de Gordon Hayward, la apuesta m¨¢s conservadora era que Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers volver¨ªan a encontrarse en la pelea por el anillo. Y aqu¨ª est¨¢n, por cuarta temporada consecutiva. Lo nunca visto en ninguna de las cuatro grandes ligas estadounidenses (NFL, MLB, NBA y NHL). La primera tetralog¨ªa: la dinast¨ªa de los Warriors o la conquista m¨¢s improbable de LeBron James. Siempre hay una narrativa, y esta es la de una rivalidad que est¨¢ definiendo toda una era de baloncesto. Esta era.
Esta vez, sin embargo, el camino ha sido especialmente agreste. Los dos han tenido que sortear un 3-2 en contra en la final de Conferencia y los dos han tenido que ganar un s¨¦ptimo partido fuera de casa para encontrarse otra vez. Despu¨¦s de su paseo por los playoffs 2017, los Warriors han necesitado hasta la ¨²ltima gota de sudor para domar a los Rockets. Y pese a su hist¨®rica dominaci¨®n en el Este, donde ha ganado 24 eliminatorias seguidas en los ¨²ltimos ocho a?os, LeBron ha tenido que exigirse como nunca en una temporada en la que su acompa?amiento (con Jos¨¦ Manuel Calder¨®n, el tercer espa?ol en unas Finales), palidece ante el de cualquiera de las ¨²ltimas siete finales que ha jugado. Esta ser¨¢ la octava seguida, la novena de su carrera, en una temporada en la que ya ha jugado 100 partidos y 3.757 minutos, un 15% m¨¢s que cualquier otro jugador de la Liga. Con 33 a?os, en su decimoquinta temporada y generando el 55% de los puntos de su equipo entre anotaci¨®n y asistencias. LeBron en los altares, a semanas de acabar su contrato y elegir destino y en el centro de unos debates que cada vez le sit¨²an m¨¢s cerca del trono de hierro de Michael Jordan.
Desde 2016, cinco derrotas de LeBron en la Bah¨ªa
En realidad, las dudas y los obst¨¢culos no hacen sino poner en perspectiva el enorme m¨¦rito de estas dos franquicias, solo la cuarta y la quinta que consiguen jugar cuatro Finales seguidas (despu¨¦s de Heat, Lakers y Celtics, que lo hicieron dos veces). El coste es alt¨ªsimo a trav¨¦s de temporadas inacabables y cuando hace demasiado tiempo que dejaste de ser el cazador para convertirte en la presa. A eso sobrevivieron los Warriors en el Toyota Center, y en eso ha basado la excelencia de esta tramo de su carrera un LeBron que va a jugar su octava Final seguida, emparentado con los Celtics de Bill Russell, y la novena total de su carrera. Solo tres franquicias tienen m¨¢s que ¨¦l: Lakers y Celtics, claro, y desde hoy tambi¨¦n los Warriors. Juegan la d¨¦cima. LeBron en los altares pero no por encima del bien y del mal: desde que gan¨® all¨ª la heroica Final de 2016 en el s¨¦ptimo partido, ha vuelto cinco veces a la Bah¨ªa. Cinco derrotas con un marcador medio de 120-101.
De hecho, LeBron ha ganado al menos un partido a domicilio en 32 de las ¨²ltimas 33 eliminatorias de playoffs que ha jugado. Todas¡ menos la pasada Final, en la que no tuvo nunca opciones reales contra unos Warriors que, eso s¨ª, podr¨ªan no contar con Andre Iguodala, el anti LeBron, al que un problema que parec¨ªa menor de rodilla se le est¨¢ enredando: se ha perdido los ¨²ltimos cuatro partidos ante los Rockets y las noticias sobre su estado son confusas. Por ahora, es baja para el primer partido. Pero estar¨¢n los dem¨¢s, unos Warriors menos profundos y menos equilibrados que en a?os anteriores pero con sus cuatro all star a toda m¨¢quina: Curry, Thompson, Durant y Green. En principio y salvo epopeya, demasiado para unos Cavs transformados sobre la marcha durante la temporada, sin Kyrie Irving (un vac¨ªo insondable) y escasos de talento, f¨ªsico y roles que mezclen con el campe¨®n. Por detr¨¢s de los 34 de LeBron, el siguiente en anotaci¨®n media es Kevin Love con... 13,9 puntos.
Malos augurios contra un rival que ha asfixiado con su defensa incluso el operativo ofensivo de Mike D¡¯Antoni: 95 de rating defensivo en los ¨²ltimos cinco partidos de la final de Conferencia, en los que encaj¨® siempre menos de 100 puntos. Y que ha ganado las dos batallas principales que ha afrontado camino de la Final, contra los Rockets¡ y contra su propia condescendencia. Acostumbrado, lejos de las florituras de temporadas anteriores, a necesitar hasta medio partido para entrar en ritmo y poner los cinco sentidos en el juego: su balance total por cuartos es de -3 en el primero, +130 en el segundo, +501 en el tercero y +6 en el cuarto. Sus terceros cuartos (?+501!) se han convertido en el terror de la liga. Ante los Rockets, +68 en esos parciales para un +63 de diferencia total. Solo hay que echar cuentas... Pero eso bast¨® contra los Rockets de las 65 victorias. Los Cavaliers, sencillamente, tienen que jugar a un nivel al que ni se han acercado en toda la temporada. Y hacerlo durante una eliminatoria entera.
As¨ª que, incluso con este LeBron que emerge como un drag¨®n desde unos playoffs del Este es los que ha promediado 34 puntos, 9,2 rebotes y 8,8 asistencias, cuesta imaginar una resoluci¨®n que no pase por el tercer anillo para los Warriors en cuatro a?os. Las apuesta para este primer partido son las m¨¢s desigualadas (+12 local) en un arranque de unas finales desde 2001, cuando los Lakers de Kobe Bryant y Shaquille O¡¯Neal (y Tyronn Lue, ahora entrenador de los Cavs) llegaron invictos al duelo contra los Sixers, que ganaron ese partido¡ pero perdieron los cuatro siguientes. El reto parece imposible, pero LeBron James es un jugador imposible. El drag¨®n del Este, el LeBron de los altares, contra el rival inalcanzable. La rivalidad de esta era: por ahora, 2-1 para los Warriors. Veremos...