?Pudo ser Jordan campe¨®n con los Lakers de Kobe y Shaquille?

La historia es conocida para cualquier aficionado a la NBA: Michael Jeffrey Jordan fue n¨²mero 3 del draft de 1984 y jug¨® en Chicago Bulls hasta 1998, con un par¨®n para jugar a b¨¦isbol despu¨¦s de primer threepeat y tras el asesinato de su padre (1993-95). Con la camiseta de los Bulls gan¨® seis t¨ªtulos de la NBA, fue doce veces all star (catorce totales), cinco MVP de Regular Season, seis de Finales, 3 de All Star Game, diez veces m¨¢ximo anotador de la NBA, diez en el Mejor Quinteto, nueve en el Mejor Quinteto Defensivo¡­ para la mayor¨ªa, el mejor jugador de la historia del baloncesto. Para algunos, incluso, el que mejor ha hecho una cosa en la historia: seg¨²n esta teor¨ªa nadie habr¨ªa hecho nada al nivel al que Jordan jug¨® al baloncesto.

Jordan gan¨® su sexto anillo en Salt Lake City, con el m¨ªtico last shot ante Byron Russell (86-87 y 4-2 total para los Bulls). Fue el 14 de junio de 1998. Su segunda retirada en Chicago lleg¨® forzada por los pulsos internos en la franquicia: ¨¦l quer¨ªa otro intento junto a Scottie Pippen y (condici¨®n innegociable) a las ¨®rdenes de Phil Jackson. Pero el due?o Jerry Reinsdorf ten¨ªa otras ideas, impulsado por el general manager Jerry Krause, que hab¨ªa jurado y perjurado que esa ser¨ªa la ¨²ltima temporada de Jackson (¡°aunque el equipo terminara 82-0¡±) y cuya relaci¨®n con Michael Jordan hab¨ªa pasado de mala a p¨¦sima con el discurrir de los a?os. Reinsdorf quer¨ªa mover el ¨¢rbol a tiempo para que la inevitable reconstrucci¨®n no fuera despu¨¦s desde la nada y siempre se dijo que Krause so?aba con hacer campeones a unos Bulls sin Jordan ni Jackson. Unos Bulls de Krause. As¨ª que Michael Jordan se march¨® con 35 a?os pero la sensaci¨®n de que todav¨ªa le quedaba baloncesto por jugar. Tambi¨¦n cualquier aficionado sabe que se volvi¨® a vestir de corto con Washington Wizards, entre 2001 (el 30 de octubre volvi¨® a jugar un partido NBA) y 2003 (su ¨²ltimo partido, el 16 de abril, con 40 a?os y 58 d¨ªas. Anot¨® 15 puntos ante los Sixers).

De las pistas a los despachos

Despu¨¦s de su retirada m¨¢s o menos forzada, Jordan busc¨® acomod¨® en los despachos de alguna franquicia. Estuvo cerca de desembarcar en Milwaukee Bucks, donde alcanz¨® un acuerdo que en el ¨²ltimo momento rompi¨® el por entonces propietario, Herb Kohl. As¨ª que termin¨® en Washington Wizards, con un pacto para hacerse con parte de la franquicia en el camino a convertirse en propietario a medio plazo. En esa hoja de ruta volvi¨® a las pistas para relanzar a una franquicia decadente (y para matar el ¨²ltimo gusanillo, palabras suyas m¨¢s o menos textuales). Como volver a ser jugador era incompatible con formar parte de la direcci¨®n, renunci¨® a lo que hab¨ªa firmado con la idea de retomarlo tras su tercera y definitiva retirada. El propietario Abe Pollin no mantuvo despu¨¦s su palabra y Jordan acab¨® en su Carolina del Norte natal haci¨¦ndose cargo de los Bobcats/Hornets y rehaciendo su vida al lado de su segunda esposa, Yvette Prieto.

Pero antes de su peque?o regreso con los Wizards, Jordan pudo volver al baloncesto de m¨¢ximo nivel competitivo¡­ con los Lakers de Shaquille O¡¯Neal, Kobe Bryant y, por supuesto, Phil Jackson. Tal y como entonces cont¨® el periodista del Chicago Sun Times Jay Mariotti, el Maestro Zen trat¨® de reclutarle en 1999, cuando se puso al frente de los Lakers, con los que ganar¨ªa tres t¨ªtulos seguidos (2000, 01 y 02). Despu¨¦s de una temporada en blanco de ambos, Jackson pensaba que un Jordan de 36 a?os podr¨ªa robustecer la rotaci¨®n de los angelinos y aportar sus incuestionables experiencia, competitividad y conocimiento del tri¨¢ngulo ofensivo de Tex Winter con el que hab¨ªan triunfado a lo grande en Chicago. Jackson quer¨ªa ofrecer a Jordan un contrato m¨ªnimo pero este declin¨® porque la opci¨®n de los Wizards inclu¨ªa un futuro como propietario que, parad¨®jicamente, tampoco cuaj¨® nunca. Jackson s¨ª se llev¨® consigo a Ron Harper, que ya con 36 a?os gan¨® dos anillos en L.A. despu¨¦s de haber ganado los tres del segundo threepeat de los Bulls.

La intrahistoria del draft de 1984

La historia siempre guarda peque?os (o no tan peque?os) what if: qu¨¦ habr¨ªa pasado si¡­ Cuando apuraba su estancia en North Carolina (1981-84), Jordan ve¨ªa con buenos ojos acabar en los Sixers de su admirado Julius Erving, pero estos (campeones en 1983) bajaron sus prestaciones la siguiente temporada... pero no lo suficiente. Tampoco los Lakers, el primer equipo NBA al que ador¨® un Jordan fascinado por Magic Johnson y que incluso se hac¨ªa llamar Magic Mike en sus comienzos (matr¨ªcula de coche incluida). Los Lakers, adem¨¢s, hab¨ªan elegido con el n¨²mero 1 en 1982 a James Worthy, con el que Jordan hab¨ªa sido campe¨®n universitario en los Tar Heels. Pero los angelinos tampoco ten¨ªan un pick alto y Jordan, razon¨® despu¨¦s, estar¨ªa mejor en un equipo en reconstrucci¨®n como los Bulls que en una plantilla del nivel de la de aquellos Lakers, que estaban formulando su ic¨®nico showtime.

As¨ª que acab¨® llev¨¢ndose el n¨²mero 3 de unos Bulls que casi tuvieron que justificar su elecci¨®n: ¡°Nos gustar¨ªa que midiera siete pies pero no es as¨ª. Los p¨ªvots ya hab¨ªan sido elegidos, no podemos pedirle a Jordan que le d¨¦ la vuelta a esta franquicia¡± dijo en la noche del draft el general manager Rod Thorn. Delante de ¨¦l fueron elegidos Hakeem Olajuwon (Houston Rockets) y, sigue siendo recordado como uno de los grandes errores de la historia, Sam Bowie (Portland Trail Blazers). Es obvio que Jordan pudo jugar en los Blazers¡­ pero tambi¨¦n en los Rockets. Ambas franquicias decidieron el n¨²mero 1 con una moneda al aire (el mismo sistema por el que Magic acab¨® en los Lakers y no en los Bulls en 1979) y fue para los Rockets, que no dudaron con Hakeem, estrella univeristaria precisamente en Houston y recordado como uno de los grandes p¨ªvots de la historia (campe¨®n en 1994 y 95, los dos a?os de la primera ausencia de Jordan). Los Blazers quer¨ªan a toda costa un p¨ªvot, as¨ª que sus opciones para el 1 o el 2 eran Olajuwon y Bowie. Pero los Rockets ten¨ªan su orden basado en el talento y no en las posiciones: si hubieran perdido el cara o cruz y ca¨ªdo al n¨²mero 2, su elecci¨®n en caso de que Olajuwon se hubiera ido a Portland habr¨ªa sido Michael Jordan.

El intento en el mercado de los Knicks

Otro equipo en el que no estuvo demasiado lejos de enrolarse His Airness fue New York Knicks. Despu¨¦s de su fuga entre el 1993 y 1995, Jordan regres¨® con el mismo contrato que hab¨ªa dejado atr¨¢s, y que Reinsdorf le hab¨ªa mantenido por una cuesti¨®n de lealtad durante sus meses en el b¨¦isbol. Por entonces, era un acuerdo que se hab¨ªa quedado totalmente obsoleto, con los salarios disparados en una NBA que entraba en a?os de enorme bonanza gracias en gran parte, precisamente, al propio Jordan. No llegaba a los cuatro millones de d¨®lares en la temporada 1995-96, cuando los Bulls ganaron el cuarto t¨ªtulo (ante Seattle Supersonics) despu¨¦s de la m¨ªtica temporada del 72-10. Una docena de jugadores cobraban m¨¢s del doble que un Jordan que se convert¨ªa en agente libre y esperaba noticias de la franquicia. Despu¨¦s de conversaciones tensas en las que nadie se atrev¨ªa a poner cifras encima de la mesa, el c¨ªrculo de Jordan comenz¨® a hablar con los Knicks, que preparaban una oferta que jugaba con los l¨ªmites de lo legal en aquella NBA: un contrato deportivo por una cantidad muy baja pero una monta?a de millones por acuerdo de ¡°servicios personales¡± con una de las empresas vinculadas a la franquicia neyorquina.

Mientras Reinsdorf se pensaba si tensar la cuerda con los Knicks y entrar en un embrollo legal que salpicar¨ªa al jugador m¨¢s carism¨¢tico de la historia, este hizo su jugada desde un campo de golf en Tahoe, tal y como recuerda en su excelente libro ¡°Michael Jordan, The Life¡± el periodista Roland Lazenby: en una llamada de tel¨¦fono, Jordan le dijo al due?o de los Bulls que quer¨ªa firmar un contrato de una temporada y 30 millones de d¨®lares y que ten¨ªa una hora para contestar o enviar¨ªa a sus agentes a reunirse con los Knicks. Enfadado Reinsdorf acept¨® y dej¨® el recordado ¡°alg¨²n d¨ªa me arrepentir¨¦ de darte estos 30 millones¡±, un envite que estrope¨® mucho la relaci¨®n entre ambos y que form¨® parte despu¨¦s de toda la munici¨®n que acab¨® con su trayectoria en los Bulls dos a?os despu¨¦s. As¨ª se escribe la historia, tambi¨¦n en la NBA.