LeBron James destroza a los Indiana Pacers sobre la bocina

Iconograf¨ªa b¨¢sica de la carrera de LeBron James: el Rey de Cleveland, el tap¨®n, la canasta decisiva, pasar de cuarenta puntos, la noche de payoff, el mundo entero pendiente, la respuesta en los momentos de la verdad. ?Todo eso a la vez? Todo eso a la vez. En una misma noche. Bienvenidos al mundo de LeBron. Espero que lo disfrut¨¦is, porque es de ¨¦l y los dem¨¢s s¨®lo somos sus testigos.

A falta de 3,3 segundos para concluir el encuentro, y con el partido igualado a 95, Victor Oladipo crey¨® que iba a anotar la bandeja que pon¨ªa sus Indiana Pacers por delante. Rememorando aquel otro tap¨®n que en cierto partido de ciertas Finales LeBron James le coloc¨® a Andre Igualada, el mejor jugador del mundo apareci¨® por detr¨¢s y bloque¨® el lanzamiento. Fue una jugada ilegal, pues el bal¨®n toc¨® antes el tablero, y debi¨® ser considerado como dos puntos para Indiana, pero el esfuerzo defensivo en el momento crucial no se lo quita nadie. M¨¢s a¨²n si tenemos en cuenta que en la anterior jugada los ¨¢rbitros se equivocaron en contra de los Cavs en un claro fuera de banda provocado por los Pacers.

El caso es que todo eso iba a quedar olvidado en los siguientes tres segundos. Tras tiempo muerto, James recibi¨® el bal¨®n y, en un abrir y cerrar de ojos, con el tiempo expirando, anot¨® un triple que puso el definitivo 98-95 en el marcador e hizo estallar a toda Cleveland.

No es para menos. El resultado deja a los Cavaliers 3-2 en las eliminatorias, y sabido es que los equipos que ganan su quinto partido en casa tras un 2-2 acaban pasando a la siguiente ronda en el 92% de las ocasiones.

Fue la guinda, y lo m¨¢s rese?able, de otra noche asombrosa de El Rey. Anot¨® 44 puntos con 15 de 15 en los tiros libres, lo que habla maravillas de su agresividad en atacar el aro y de su concentraci¨®n en una suerte en la que no es el m¨¢s dominante. Lo ali?¨® con 10 y 8 asistencias.

Quiz¨¢s el momento clave de estas series, no obstante, estuviese en la salida tras el descanso del equipo de Cleveland. Durante todo el a?o han sido un grupo que mor¨ªa en los terceros cuartos, algo que saben. Al vestuario en el medio tiempo se fueron siete puntos abajo ayer y todo hac¨ªa indicar que iban a sufrir mucho. Sin embargo, y para variar, usaron el tercer periodo para darle la vuelta al encuentro. En el marcador y en el aspecto emocional.

Nadie est¨¢ sufriendo ¨¦sto ¨²ltimo m¨¢s que Victor Oladipo. La gran estrella de los Pacers lleva tres partidos seguidos de enorme sufrimiento. En este encuentro se qued¨® en 2 de 15 en tiros de campo y, en total, en los ¨²ltimos tres est¨¢ en un paup¨¦rrimo 12 de 50. Su equipo tiene muy pocas opciones de ganar as¨ª, por supuesto.

Son actuaciones mezcla de dos cosas. Por un lado, los Cavs le est¨¢n mandando dos contra uno de continuo, incluso sin que exista un pick and roll claro en la jugada, y eso le est¨¢ incomodando enormemente. Y por otro, sus compa?eros se ven incapaces de generar con el bal¨®n en la mano incluso en situaciones que deber¨ªan ser de cuatro contra tres. Por volver al tercer periodo de este partido, se vieron en esa situaci¨®n de forma constante y lo que sucedi¨® es que perdieron el bal¨®n en siete ocasiones, lanzando s¨®lo con el 31% de acierto. Ah¨ª es donde los Cavs marcaron un parcial de 32-17 y volteraron la serie.

De nada les valdr¨ªa, por supuesto, si LeBron James, adem¨¢s, no apareciese en los instantes definitivos para aumentar el contador de sus jugadas inolvidables y capaces de dar la vuelta al mundo. Iconograf¨ªa pura, ya digo, del santoral de la ciudad de Cleveland.