PANATHINAIKOS 95 - REAL MADRID 67 (1-0)
El Panathinaikos devora al Madrid en solo 5 minutos: 20-0
La segunda derrota m¨¢s abultada de la era Laso. El PAO destroz¨® a los blancos en medio cuarto con ambici¨®n, energ¨ªa y acierto. Mike James, 24 puntos y Calathes, 16 asistencias.
Esta vez no fue el OAKA quien encendi¨® al equipo, sino el Panathinaikos el que enardeci¨® a toda una afici¨®n, y no a una peque?a (18.310 espectadores). Contagi¨® a sus fieles con dentelladas de pasi¨®n a la caza de la Final Four seis a?os despu¨¦s, a¨²n con la afrenta del 0-3 del curso pasado ante el Fenerbah?e fresca en la memoria. Mucha rabia acumulada, y Giannakopoulos aviv¨¢ndola con sus molinos imaginarios. Los de Xavi Pascual saltaron as¨ª a la pista con el coraz¨®n en un pu?o, como si solo quedaran cinco minutos de eliminatoria pero sin desgate previo ni faltas en el casillero. Su demostraci¨®n de ambici¨®n abras¨® al Madrid, que entr¨® en combusti¨®n y desapareci¨®. Una de sus derrotas m¨¢s duras en tiempos modernos, la segunda m¨¢s abultada en la era Laso.
El delirio defensivo de Antetokounmpo explica bastantes cosas, aunque unas cuantas m¨¢s habr¨ªa que pregunt¨¢rselas a los jugadores blancos. Un segundo despu¨¦s del salto inicial, Anteto, el herman¨ªsimo, acos¨® a Doncic a 16 metros del aro. Le entreg¨® su tarjeta de visita y cinco minutos m¨¢s tarde el esperado duelo en la cumbre para abrir el playoff yac¨ªa sin pulso sobre el parqu¨¦ reventado por los hombres de verde: 20-0 en ese primer medio cuarto. S¨ª, leen bien, 20-0. Un parcial de inicio que el Madrid jam¨¢s hab¨ªa encajado en la historia de la Euroliga, en lo que va de siglo (informaci¨®n de Mr. Chip). Y es posible que antes tampoco, pero falta el dato.
El PAO descerraj¨® un 12-0 expr¨¦s, que fue un venirse arriba en dos minutos sin r¨¦plica alguna, y luego a?adi¨® otros ocho tantos. Hostig¨® el bote de Doncic, atac¨® con fiereza la primera l¨ªnea de la ofensiva rival con dos jugadores al bal¨®n siempre que era posible y el Madrid respondi¨® con un carrusel de p¨¦rdidas impropias a este nivel. Sum¨® dos en el primer pu?ado de segundos y se acongoj¨®, lo hicieron todos los jugadores sin excepci¨®n. Dieron un paso atr¨¢s, intimidados por el rival, el entorno y el desaf¨ªo. Eso que nunca le pasaba a Nocioni. Pascual y los suyos olieron el miedo e hicieron sangre.
Ay¨®n y poco m¨¢s
Laso opt¨® por cambiar el quinteto entero. Bueno, en realidad mantuvo a Doncic porque no tiene m¨¢s bases (Randle hizo luego lo que pudo), aunque el canterano se viera tan desbordado como los dem¨¢s. Causeur, Taylor, Randolph y Tavares salieron cabizbajos relevados por Carroll, Rudy, Thompkins y Ay¨®n. Para entonces, el marcador ya era de 16-0. El el¨¦ctrico Mike James se hab¨ªa convertido en azote madridista: triples, entradas y suspensiones NBA. Ni Causeur ni Carroll¡ nadie pudo echarle el lazo. Tampoco a Calathes, imperial al frente de las operaciones (16 asistencias, r¨¦cord en un playoff europeo). Queda claro que la lacra de las lesiones marca, porque la baja de Campazzo resulta demoledora, un base puro y duro, buen defensor y esp¨ªritu argentino. ?Ay! Cuarenta d¨ªas antes hab¨ªa desquiciado al propio Calathes en el Palacio. Acumulaba m¨¢s minutos que nadie cuando se rompi¨® hace tres semanas, v¨ªctima de un calendario infernal y de la falta de relevos.
En plena deriva ingobernable, Ay¨®n trat¨® de capear el temporal. Fueron los mejores momentos del Real, incluso puede que creyera en la remontada como tantas veces antes: 29-21. No lleg¨® m¨¢s all¨¢. James y Calathes pegaron otro volantazo. Antetokounmpo mordi¨® de nuevo en la reanudaci¨®n y el Madrid se desplom¨® hasta el 79-44. Para frotarse los ojos. La serie, pese al estruendo, dice 1-0. Toca sacudirse el miedo y responder con la misma ambici¨®n que el PAO. Toca un paso al frente colectivo y otro a t¨ªtulo individual, de los Doncic, Causeur, Rudy, Randolph, Thompkins... De lo contrario, la Final Four quedar¨¢ muy lejos.