DeRozan, candidato al MVP: ?Es este el a?o de Toronto Raptors?
Sin hacer mucho ruido, los Raptors son uno de los mejores equipos de la NBA y han evolucionado para dejar atr¨¢s problemas pasados.
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Enero: el mes en el que (en el hemisferio norte) hace mucho fr¨ªo; El de la cuesta, la resaca navide?a y otro buen mont¨®n de t¨®picos aburrid¨ªsimos. Y en la NBA de los ¨²ltimos tiempos, el mes en el que hacemos castillos en el aire acerca de las opciones de Toronto Raptors. Unas c¨¢balas que animan debates rumbo a la primavera y saltan por los aires en playoffs. Porque a los Raptors (que llevan dos a?os en m¨¢s de 50 victorias, 56 y 51) se les dan muy mal los playoffs. El estilo r¨ªgido de Dwane Casey ha parecido muy f¨¢cil de contrarrestar en las eliminatorias (cuando los equipos se ponen de verdad a ello). Pero tambi¨¦n por historia: han ganado menos del 39% de partidos, han perdido 9 de 13 eliminatorias totales y jam¨¢s, en nueve visitas a la postemporada, han comenzado una serie de primera ronda 1-0. En las nueve, desperdigadas entre 2000 y 2017, les ha tocado remar cuesta arriba desde el primer partido. Hace dos a?os jugaron la final del Este, otro hito para la franquicia, despu¨¦s de pasar las de Ca¨ªn contra Pacers y Heat (doble 4-3). En los ¨²ltimos playoffs cayeron en segunda ronda despu¨¦s de sortear en primera a los Bucks (4-2) con un sufrimiento indecible.
Tanto en 2016 como en 2017 cayeron ante los Cavaliers, en el segundo caso barridos (0-4) y en ambos sin dar la sensaci¨®n de estar especialmente cerca de LeBron James, el rey sol del Este. El general manager Masai Ujiri prometi¨® una transformaci¨®n casi filos¨®fica en la franquicia, que parec¨ªa otro ?caro quemado por tratar de acercarse demasiado al sol LeBron. El Este de la ¨²ltima d¨¦cada est¨¢ lleno de ejemplos, de los Pacers de Paul George (y David West, Hibbert, Hill¡) o los Hawks de Millsap y Horford (y Teague, Korver, Carroll¡).
Pero la visi¨®n de Ujiri, un excelente gestor, no era una revoluci¨®n sino una evoluci¨®n. 100 millones para Kyle Lowry y extra de confianza para Casey despu¨¦s de que al primero se le percibi¨® fuera de Toronto y al segundo en un asiento muy, muy caliente. En verano, los Raptors (lo cont¨® el periodista de CBA James Herbert) se machacaron durante el verano en partidillos en los que los triples desde las esquinas val¨ªan cuatro puntos y las canastas dentro de la l¨ªnea de tres pero fuera de la zona, nada. Guerra total a los viejos h¨¢bitos. Mucho dinero para Lowry pero tambi¨¦n el mensaje de que esa ser¨ªa definitivamente el equipo de DeMar DeRozan, que por su parte se ha pasado muchos est¨ªos levant¨¢ndose todos los d¨ªas a las cuatro de la ma?ana para dejarse el pellejo sin m¨¢s objetivo que ser cada temporada un poco mejor que la anterior. E impulso a Casey pero con recado: el entrenador se comprometi¨® a confiar en los j¨®venes y abrir su mente. Nuevas combinaciones, nuevas rotaciones, nuevos quintetos y m¨¢s posibilidades. No se trataba ni de irse a la calle ni de convertirse en Phil Jackson. Solo (solo¡) de adaptarse a los tiempos y de recordar aquello que dijo Einstein: ¡°Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo¡±.
N¨²meros solo por detr¨¢s de los Warriors
Como los cre¨ªamos predecibles y con un techo muy definido, los Raptors nos aburr¨ªan a las puertas de la temporada. Nos importaba m¨¢s, en el Este y a la espalda de Cavs y Celtics, si los Wizards podr¨ªan dar el ¨²ltimo salto adelante, a cu¨¢nto estaban los Bucks de ser verdaderamente terror¨ªficos o qu¨¦ acababa de tuitear Joel Embiid. Despu¨¦s nos sorprendieron los Pistons y los Pacers mientras que a los Raptors, sin embargo, les costaba esta vez llamar nuestra atenci¨®n, hacer que pusi¨¦ramos los cinco sentidos en ellos (ni siquiera tuvieron hueco navide?o, un a?o m¨¢s). Pero en el ecuador de la temporada marchan 29-11, como los ultra medi¨¢ticos Rockets y solo por detr¨¢s de los Celtics y los Warriors¡ y con tres partidos y medio de ventaja con respecto a los Cavaliers a los que acaban de destrozar (133-99) sin Kyle Lowry ni Serge Ibaka. Anotan 112,1 puntos por partido (solo Warriors y Rockets mejoran esa cifra) y como est¨¢n en el top 10 en menos puntos recibidos, tienen el segundo mejor +/-: +8,3 +9,1 los Warriors. Tambi¨¦n junto a los Warriors, son el ¨²nico equipo en el top 5 en ratings defensivo y ofensivo (tercero y cuarto) y son segundos en diferencia de ratings (+8 por el +10,5 de los de la Bah¨ªa).
Pero no se trata de los n¨²meros, que tambi¨¦n. Es cuesti¨®n de esencia: los Raptors son un equipo distinto, mejor, mucho m¨¢s peligroso. Moderno. Y con un DeRozan al que ya no se puede dejar fuera de las discusiones sobre el MVP (aunque no vaya a ganarlo) porque tambi¨¦n ha roto el techo que todos le hab¨ªamos asignado. Como su equipo, por mucho m¨¢s que? n¨²meros pero tambi¨¦n por n¨²meros: 25 puntos por partido y por primera vez m¨¢s de 5 asistencias de media (5,1). 48% en tiros y al fin m¨¢s de un triple anotado por noche. Vi¨¦ndole jugar, parece que sencillamente est¨¢ aprovechando que los equipos siguen pensando que es el mismo DeRozan de los ¨²ltimos a?os y como tal se organizan para defenderle. Y no les funciona porque el de Compton est¨¢ en una nueva dimensi¨®n. Y su equipo, tambi¨¦n.
Una segunda unidad nueva... y de ¨¦lite
Los Raptors desmembraron su supporting cast (se fueron DeMarre Carroll, Corey Joseph, PJ Tucker y Patrick Patterson). Lowry (y le cost¨® adaptarse como evidenciaron sus n¨²meros en noviembre) dej¨® de tener el bal¨®n constantemente en las manos y DeRozan apareci¨® como facilitador en un equipo de repente apoyado en una circulaci¨®n de bal¨®n inteligente y r¨¢pida y en la localizaci¨®n y explotaci¨®n de posiciones abiertas de tiro exterior. Para jugar as¨ª lleg¨® CJ Miles, que cedi¨® despu¨¦s su sitio en la primera unidad al jugador que mejor representa lo que son estos nuevos Raptors: OG Onunoby, la turbina de 20 a?os pescada en el n¨²mero 23 del ¨²ltimo draft, un robo facilitado por una grave lesi¨®n de rodilla sufrida en su a?o sophomore con los Hoosiers de Indiana. Onunoby (2,03, 107 kilos), es un jugador perfecto para la NBA actual y uno de esos pegamentos que hace buenos un mont¨®n de quintetos distintos. Capaz de defender las cinco posiciones, se encarga cada noche (LeBron incluido) del mejor anotador del equipo rival, mete triples liberados y ense?a cositas nuevas en ataque casi a cada semana que pasa. Da la sensaci¨®n de que cuanto m¨¢s le pide Casey, m¨¢s es capaz de ofrecer de forma instant¨¢nea.
Onunoby, Pascal Siakam (n¨²mero 27 en 2016) y Serge Ibaka garantizan la superioridad f¨ªsica contra casi cualquier rival de una defensa que con ellos est¨¢ evolucionando hacia una pared m¨®vil de cambios constantes y ajustes ultra efectivos. Valanciunas ya no es una estrella fallida que languidece por lo que nunca ser¨¢ sino un jugador de recurso para los envites a grande. A su espalda, comienza a explotar Jakob Poeltl (n¨²mero 9 en 2016), una joya de 2,13 que defiende, tira y mueve bien los pies en el poste. La camada que viene la completan dos guards como el ultra ¨²til Delon Wright (n¨²mero 20 en 2015) y Fred VanVleet (no drafteado en 2016), un favorito del nuevo Casey que empez¨® gan¨¢ndose sus minutos desde la defensa y ahora, con la confianza por las nubes, es capaz de replicar muchas de las virtudes de Lowry en ataque.
El empuje de la segunda unidad es tan vital que Norm Powell (que se est¨¢ acostumbrando a jugar muy bien en playoffs y muy mal en Regular Season) apunta a la desaparici¨®n (aunque aprovech¨® la paliza a los Cavs para asomar la cabeza) y los Raptors son, y esa es una de sus claves esenciales, uno de los roster m¨¢s profundos de toda la NBA. Casey se atreve (trust in youth) y la adrenalina inflama unos esquemas que parec¨ªan obsoletos hace apenas seis meses. Los Raptors ya no juegan a lanzar desde la media distancia y a que Lowry y DeRozan se suden sus tiros. Ahora corren, se mueven, piensan, deciden muy r¨¢pido y van construyendo una defensa que tiene los mimbres para ser temible.
Los Raptors son, junto a los Spurs, el equipo con menos derrotas en su pista (15-2 antes de recibir a los Warriors). Han sido uno de los tres o cuatro mejores equipos de la primera parte de la temporada y, sobre todo, han ense?ado el factor de correcci¨®n que pidi¨® Ujiri para no seguir chocando contra el mismo muro en playoffs. Y su mejor jugador, DeMar DeRozan, es cada vez m¨¢s un l¨ªder integral que produce y mejora a los que le rodean y menos ese anotador en una isla que nos recordaba a los escoltas de los a?os 90. Y mientras, los Cavaliers parecen m¨¢s vulnerables, o m¨¢s desinteresados, que nunca. O tal vez ambas cosas. Cuesta pensarlo, mucho m¨¢s verbalizarlo o escribirlo. Pero los Raptors de este enero no son los Raptors de otros eneros. Y este puede ser el a?o. Tal vez¡