El Bilbao se hace peque?o ante el f¨ªsico demoledor del Limoges
Equilibra su balance tras la victoria en Vilna. El voluminoso Jaiteh y los veloces exteriores franceses (siete jugadores con dobles d¨ªgitos en puntos) se impusieron en un partido fren¨¦tico con muchos contactos.

El Bilbao cedi¨® el buen paso que dio en Vilna ante el Lietuvos Rytas y cort¨® su racha de tres victorias seguidas entre Liga y Europa. No le qued¨® m¨¢s remedio que claudicar ante el poder¨ªo f¨ªsico del Limoges, en un partido muy duro, como si ya estuvi¨¦ramos en los cruces. Siete jugadores del equipo de Milling lograron dobles d¨ªgitos en anotaci¨®n. El choque se enred¨® mucho, con dos t¨¦cnicas y dos antideportivas. Se pitaron 50 faltas personales. Lo bueno, que el Bilbao no se rinde, compite siempre; lo peor: que sale muy fr¨ªo y luego tiene que subir un Tourmalet. Duran pidi¨® al ¨¢rbitro lituano Laurinavicius que no le chillase y le tratase con el mismo respeto que le dispensaba ¨¦l.
Aparcada la nostalgia y las buenas formas con el entra?able homenaje a Weis (le entreg¨® una camiseta Salgado, otro superviviente del primer gran BB, con los a?os que estuvo en La Casilla, es decir desde 2004 a 2009), el partido cobr¨® mucha vida de inicio con la electricidad de Gibson. El RETAbet sali¨® otra vez a la expectativa y a estos niveles eso se paga caro para los minutos de carrete que queden. No supo encontrar la respuesta f¨ªsica que le propon¨ªa un equipo con dos monta?as de m¨²sculo como Jaiteh y Zerbo; este ¨²ltimo abulta como una exposici¨®n de armarios de Ikea. Si a esta buena gente le da por abarcar la 'pintura' puede expandirse por los litros de un cami¨®n cisterna. Los franceses, alentados por m¨¢s de un centenar de incansables hinchas, se fueron r¨¢pido al 4-17. Tabu se ve¨ªa impotente para frenar a su par y cometi¨® dos faltas que le condicionaron mucho la velada. Duran vari¨® el guion habitual, con Redivo de cara, pero rectific¨® cuando ve¨ªa que aquello se le iba de las manos y puso a Todorovic. Al menos se par¨® la hemorragia y un 7-0 recort¨® el largo 12-23.?
El Limoges no es aquel equipo con pedigr¨ª que un buen d¨ªa se arrim¨® a la cima europea de la mano de Boza Maljkovic, pero tampoco es el despojo que lleg¨® a caer en el abismo. Tiene un f¨ªsico y un punto atl¨¦tico que es precisamente lo que le mata a este Bilbao, fam¨¦lico en el poste bajo. Duran puso a sus once hombres en pista en los primeros compases y para una defensa en el tercer cuarto sac¨® al ¨²ltimo que le quedaba, Mendia. Para el cuadro galo la vida era sencilla: unos contra uno de las guindillas exteriores o robo a trav¨¦s de la presi¨®n en primera l¨ªnea y mate en los tres segundos que tardaba en cruzar el campo. Lo dem¨¢s quedaba para Jaiteh, que vio desfilar tres cincos a su lado pero aprovech¨® sus minutos de oficina. El RETAbet acept¨® la propuesta de ir al ataque y hacer huelga defensiva y le va bien hasta que el aliento le escasea.
Todorovic elev¨® la autoestima de su equipo. Un triple surgido de su mu?eca puso al fin al Bilbao por delante: 54-53 a falta de 18:31 para acabar. Un mate de NBA puso el pabell¨®n patas arriba. El Bilbao estaba obligado a bajar el culo y defender. Con 24 puntos o m¨¢s por cuarto en contra como los que llevaba en los tres actos iniciales no se va a ning¨²n lado. Igualar el nivel de dureza de este Limoges es dif¨ªcil. Conklin, por ejemplo, no regala ni el saludo. El partido se ensuci¨® tras un manotazo de este y un codo de respuesta que no impact¨® de Mumbr¨². Este fue castigado con falta y t¨¦cnica: cuatro personales (fue eliminado antes de acabar el choque). Luego Tom¨¤s recibi¨® otra t¨¦cnica por protestar una falta dudosa. Los colegiados tampoco parec¨ªan preparados para una refriega con tanta letra peque?a. La ¨²ltima reacci¨®n estaba en el 85-89 a falta de 2:30. Howard se fue de Tom¨¤s, que le agarr¨® por detr¨¢s y le castigaron con antideportiva. Ah¨ª pr¨¢cticamente muri¨® la partida. Con cuatro abiertos y Jaiteh maniobrando con espacios en la pintura, los franceses supieron llevarse un encuentro de mand¨ªbulas que cruj¨ªan. Por si hab¨ªa dudas, Hayes cerr¨® el tel¨®n como lo abri¨®, con un canast¨®n que se fabric¨® por s¨ª mismo.