Schroder: un skater hu¨¦rfano, amante del oro y la mayonesa
Cuando ten¨ªa 16 a?os, su padre muri¨® de un problema en el coraz¨®n. Su vida cambi¨® en ese momento: se centr¨® en el baloncesto para cumplir una promesa que le hab¨ªa hecho.


Posiblemente disfrutamos de Dennis Schroder gracias a una tr¨¢gica historia. Su padre Axel muri¨® cuando ¨¦l ten¨ªa 16 a?os y, un d¨ªa despu¨¦s de que esto ocurriera, el ahora base de los Atlanta Hawks encontr¨® una carta que le hab¨ªa escrito su progenitor en la que le recordaba una charla que tuvieron una semana antes. Aquel d¨ªa su padre Axel le pidi¨® que utilizara el baloncesto para cambiar su vida y la de su familia. ¡°Todo cambi¨® despu¨¦s de ese momento¡±, recuerda Schroder.
Antes Dennis se pasaba el d¨ªa en el parque haciendo skate y jugando al baloncesto, imitando algunos movimientos que ve¨ªa en Youtube de los reyes del streetball. Ocasionalmente iba a entrenar. As¨ª era su vida. Schroder era hijo de un alem¨¢n y una gambiana. Su padre se march¨® de vacaciones a Banjul, capital de Gambia, y all¨ª, en una peluquer¨ªa, conoci¨® a Fatou Nije. Ella fue a visitarlo a Alemania un a?o despu¨¦s, de camino a ver a su hermana que viv¨ªa en Dinamarca. Poco despu¨¦s se mud¨® a Braunschweig (Alemania) con dos hijos de una relaci¨®n anterior. Y naci¨® Dennis.
La infancia del NBA no fue f¨¢cil. Creci¨® en la comunidad negra musulmana y era uno de los dos ¨²nicos negros de su colegio. Se sinti¨® excluido a pesar de que hizo muy buenas migas con otro ni?o, Fabian. ¡°Es negro, est¨¢ sucio¡±, le dec¨ªan a su amigo sobre Schr?der, que comprendi¨® que, aunque racismo hab¨ªa en todas partes, en el baloncesto todos miraban para otro lado.
Su madre, estilista, fue la que le anim¨® a hacerse algo en el pelo. ¡°Haz que todos te reconozcan por la calle; t¨ª?ete el afro de rubio¡±, le dijo. Schr?der fue algo m¨¢s conservador y s¨®lo se ti?¨® un mech¨®n. Su marca desde entonces.
Su hermano Che le sacaba ocho a?os y Dennis quer¨ªa seguir sus pasos. Che se hizo un nombre en el mundo del Skate y encontr¨® hasta un patrocinador, una tienda de deportes del barrio. Pero se rompi¨® un brazo y su madre les pidi¨® que se dedicaran a otra cosa. Schroder no ha olvidado una de sus pasiones: sigue llevando un monopat¨ªn en el coche.
Dennis siempre fue algo rebelde. Cuando ten¨ªa 14 a?os organizaron un entrenamiento para futuras estrellas en Alemania y el de los Hawks se present¨® en ¨¦l con unos pitillos, unas Vans y una cazadora. Frank Menz, uno de los organizadores del evento y miembro de la Federaci¨®n de Alemania, le dijo que no llegar¨ªa a nada en el mundo del baloncesto. ¡°Iba a entrenar un d¨ªa s¨ª, una semana no¡ Si perd¨ªa, sal¨ªa de la pista gritando. Ten¨ªa una personalidad muy fuerte¡±, cuenta Liviu Calin, su descubridor y tambi¨¦n el de Daniel Theis.
Sus padres se separaron de forma amistosa y viv¨ªan a unas millas de distancia. Cuando un d¨ªa Axel no acudi¨® a la peluquer¨ªa de la madre para arreglarle el Wifi saltaron las alarmas. Fatou acudi¨® a la casa de su exmaridoy encontr¨® a Axel muerto en la cocina. Al enterarse, Schroder?fue corriendo a casa de su padre porque no se lo cre¨ªa. Incluso toc¨® el cad¨¢ver. Despu¨¦s descubri¨® la carta y decidi¨® darle un giro de 180 grados a su vida. Y ah¨ª Calin le ech¨® una mano.
Nadie quer¨ªa a un chico con tanto talento, pero tan rebelde. Su descubridor le pidi¨® a un amigo que le diera una segunda oportunidad. Y Schroder cumpli¨® con su promesa: se centr¨® en el baloncesto. Sal¨ªa de la escuela a las 15:45 y no llegaba a casa hasta la 01:00 de la madrugada. En todas esas horas: doble entrenamiento, tiro, pickup games¡
Nunca so?¨® en jugar en la NBA hasta que vio a un ojeador con el logo de los Houston Rockets en un entrenamiento del Braunschweig. Tras brillar en el Nike Hoops Summit, su cach¨¦ se despir¨®: pas¨® de segunda ronda en las previsiones del draft a colarse en el puesto 17 (su n¨²mero), elegido por los Atlanta Hawks, su ¨²nico equipo hasta el momento en la NBA. ¡°Es competitivo, provocador, trabaja en las dos partes del campo¡ No tiene nada que ver con el prototipo de extranjero. Nada ver que con nadie que pasara por los Spurs en todos los a?os que estuve all¨ª¡±, dice su entrenador, Mike Budenholzer.

Fuera de la pista, Schroder es un chico de gustos caros. Tiene dos Audis, uno chapado en oro y el otro de estilo camuflaje, como su Lamborghini, tambi¨¦n adornado con este estampado. Otra de sus pasiones, aunque m¨¢s modesta, es la mayonesa. Le encanta y la ha incluido dentro de sus rituales previos al partido. "Antes de jugar me como siempre un s¨¢ndwich de pavo con mayonesa. A mis compa?eros no les gusta, pero no voy a cambiar este rito. Al entrenador no le importa", dice. Musulm¨¢n de creencia, dice que nunca ha probado el alcohol. A pesar de ello ha abierto su propio pub en Atlanta, DS17 Lounge.