Chris Bosh dice adi¨®s a Miami con una emotiva y sincera carta
"He experimentado algunas participaciones en las Finales, un par de campeonatos, unas cuantas bodas (incluida la m¨ªa propia), el nacimiento de cuatro hijos...".
Esta semana los Heat rompieron de manera oficial su vinculaci¨®n con un Chris Bosh al que retirar¨¢n su dorsal n¨²mero '1'. Un co¨¢gulo apareci¨® en uno de sus pulmones all¨¢ por febrero de 2015. El ala-p¨ªvot logr¨® volver a jugar a comienzos de la 2015-16. Fue seleccionado para disputar el All Star Game 2016 en Toronto, su casa durante las primeras siete temporadas que pas¨® en la NBA. De repente, la fiesta se torn¨® en pesadilla. Un nuevo co¨¢gulo (esta vez en su pierna izquierda) le oblig¨® a perderse el resto de la campa?a y a no volver a disputar hasta la fecha un solo partido m¨¢s como profesional.
Este s¨¢bado, Bosh se desped¨ªa de Miami y su gente en una emotiva y sincera carta que hemos traducido ¨ªntegra.?
"Querida Miami,
?Wow, vaya viaje! He estado reflexionando sobre el tiempo que he pasado en esta gran ciudad y quiero agradecerte tu constancia durante una ¨¦poca de cambio en vida. He experimentado algunas participaciones en las Finales, un par de campeonatos, unas cuantas bodas (incluida la m¨ªa propia), el nacimiento de cuatro hijos, los lazos con la comunidad al completo y una tonelada de altibajos a lo largo del camino.
Me asust¨® dejar Toronto, un lugar donde la gente me apoy¨® y me quer¨ªa de verdad. No ten¨ªa la seguridad de que ese gran sentimiento me acompa?ase. Cuando llegu¨¦ a Miami s¨®lo esperaba conseguir la gloria reservada a los inmortales del baloncesto. He recibido mucho m¨¢s que eso.
Mi familia
En Miami me he convertido en marido y en padre por segunda, tercera, cuarta y quinta vez. Recuerdo como si fuera ayer el d¨ªa en que naci¨® mi hijo Jackson. Nos encontr¨¢bamos en plenos playoffs contra Nueva York cuando justo aterrizamos aquella tarde en la Gran Manzana. Recib¨ª la llamada, teniendo que dar una carrera de locos de vuelta al avi¨®n. Llegu¨¦ al hospital con 30 minutos de antelaci¨®n para poder ver a mi ni?o venir al mundo.
Al d¨ªa siguiente llegu¨¦ al partido justo en el momento en el que Spo (Erik Spoelstra) estaba dando sus instrucciones previas al mismo. Los chicos me vieron llegar y comenzaron a aplaudir mientras me rodeaban y abrazaban. Spo me acababa de decir que no estaba seguro de que llegara, pero lo hice. Parec¨ªa una escena sacada de una pel¨ªcula. La gente de ese vestuario siempre me hizo sentir especial. D¨¢bamos la vida el uno por el otro porque ¨¦ramos m¨¢s que compa?eros. Poco despu¨¦s ganamos nuestro primer campeonato y pude celebrarlo con mi beb¨¦ sobre la pista. Ese fue uno de los d¨ªas m¨¢s felices de mi vida. Nunca pens¨¦ que pudiera ver cumplidos esos tanto personales como profesionales. Hacerlo en el mismo verano fue incre¨ªble.
Durante el nacimiento de mi hija Dylan me encontraba en la ciudad, as¨ª que no hubo lugar para el p¨¢nico. Poco despu¨¦s ganamos otro t¨ªtulo contra uno de los mejores equipos de siempre. Para llegar hasta all¨ª puedo decir que form¨¦ parte de una de las Finales m¨¢s disputadas de la historia. T¨ªo, la suerte estuvo de mi lado. Pero tambi¨¦n creo que me familia me ayud¨® a estar ah¨ª.
Mi mujer e hijos han sido muy fuertes en momentos en los que yo no lo fui. Mi mujer me ha recogido del suelo muchas m¨¢s veces de las que puedes imaginar. Estoy muy agradecido por tener semejante apoyo. Se parece mucho a ti, Miami: dulce y agradable con ese toque especial tan latino de fuego y pasi¨®n. A veces me pregunto que hice para merecer a una mujer que me ama incondicionalmente y sostiene mi espalda pase lo que pase.
El apoyo de la comunidad
Esta comunidad me ha recibido con los brazos abiertos desde el primer d¨ªa. La rica tradici¨®n y cultura de la ciudad son ¨²nicas. Puedes sentirlas desde el momento en el que aterrizas en Miami. Los aficionados siempre han acogido a mi familia con alegr¨ªa, intentando siempre poner una sonrisa en la cara de mis hijos. Eso es lo que me encanta sobre esta comunidad. Todos vosotros hab¨¦is mostrado vuestro aprecio cada vez que acud¨ªamos a alg¨²n acto o simplemente pase¨¢bamos por la calle. He conocido a personas con abonos vitalicios. He podido sentir orgullo en sus ojos mientras me lo contaban. Tambi¨¦n he podido aprender bastante espa?ol, as¨ª que ahora tengo una herramienta que me permite comunicarme a¨²n con m¨¢s gente alrededor del mundo. Aprender c¨®mo pedir un caf¨¦ con leche o ropa vieja en la calle Ocho se ha convertido en algo natural para m¨ª. ?Es incre¨ªble!
Gracias por venir a los partidos y empujarnos hacia la victoria. Haceros sentir orgullosos ha sido siempre una prioridad nada m¨¢s que pis¨¢bamos la cancha. Sabe muy bien compartir con vosotros la sensaci¨®n de ser campeones, Mientras nosotros sujet¨¢bamos el trofeo vosotros sujetabais vuestras ollas y sartenes y lo celebrabais como parec¨ªa imposible. Tener un ambiente c¨¢lido en los partidos de casa es un lujo en esta Liga. Poder estar con vosotros y poder ganar un par de partidos lo hizo todo mucho m¨¢s f¨¢cil.
Los altibajos
T¨ªo, perder en las Finales es una de las peores sensaciones que he tenido en mi vida. Fue una gran lecci¨®n de humildad. Perder ante el equipo de mi ciudad natal y despu¨¦s aguantar el aplazamiento de una temporada fue realmente complicado. Estaba muy avergonzado, evitaba mostrarme en p¨²blico. Fue complicado enfrentarse a ello.
Durante aquel tiempo aprend¨ª a ser perseverante. Uno nunca sabe lo que esto significa hasta que tiene que afrontar y crecer con ¨¦pocas dif¨ªciles. Pero t¨² seguiste siendo positiva, Miami. Permaneciste a nuestro lado y nos dijiste que pod¨ªamos. ?Y lo hicimos! Eso es lo que convierte a momentos as¨ª en tan especiales. Vi a mis compa?eros, amigos y hermanos brillar como nunca en los momentos m¨¢s oscuros de sus vidas. No se trataba de superar el bache con una gran jugada o una victoria importante a domicilio. Fue el hecho de que estos chicos lo hicieron con tanto en juego. Vencimos a las apuestas muchas veces.
Y entonces lleg¨® el no poder jugar al deporte que amo, el deporte al que he dedicado toda mi vida para progresar y evolucionar hasta encontrar el ¨¦xito. Durante mucho tiempo estuve muy cabreado. Te dicen que debes jugar con las cartas al alcance de tu mano. Esa es una lecci¨®n que ahora he entendido de verdad. Descubrir aquella informaci¨®n sobre mi estado de salud durante aquel All Star fue un palo, justo un momento de celebraci¨®n para la Liga y en el que los jugadores logran cumplir sus sue?os. Igual que nunca di por sentadas ese tipo de cosas, aprend¨ª a no dar por hecho otras, como estar en el hospital.
Estuve all¨ª durante seis d¨ªas y recib¨ª cirug¨ªa en mi pulm¨®n izquierdo. Me sentaba en una sala todo el tiempo, con tubos saliendo de mis costillas y empec¨¦ a sentir pena de mismo. Pero entonces me di cuenta que hay mucha gente tratando con cosas peores, as¨ª que se me bajaron los humos una vez m¨¢s. A todos aquellos que piensan que no van a mejorar y sienten esos muros cada vez m¨¢s cerca quiero decirles: ?seguid luchando! Proyectaos a vosotros mismos saliendo de ese lugar sobre vuestros dos pies y trabajad para lograr ese objetivo. Mi corta estancia de seis d¨ªas en el hospital pareci¨® toda una vida, as¨ª que no puedo ni imaginar la fortaleza de aquellos que permanecen en ¨¦l mucho m¨¢s tiempo.
Ese fin de semana en Toronto era muy especial para m¨ª, no s¨®lo porque estaba de regreso donde hab¨ªa jugado y vivido sino porque tambi¨¦n iba a hacer cosas que nunca antes hab¨ªa hecho como participar en el concurso de triples. Lo percib¨ªa como mi reciclaje hacia un nuevo tipo de jugador capaz de evolucionar y aun as¨ª seguir siendo exitoso. Todav¨ªa tengo que cumplir este ¨²ltimo, pero ese es otro cap¨ªtulo.
He aprendido de nuevo a so?ar. He aprendido a apreciar a¨²n m¨¢s el baloncesto y otro tipo de cosas que viv¨ª antes. La gente siempre ver¨¢ los trofeos y carteles de campe¨®n y pensar¨¢n que eso es todo. Pero es solo un parte, un momento de tu vida. He aprendido a que, no importa lo que ocurra sobre el parqu¨¦, el baloncesto sigue. Incluso cuando todo cambi¨® para m¨ª y no pod¨ªa jugar, la gente segu¨ªa brind¨¢ndome su apoyo y me mostraba lo que el baloncesto en Miami significaba para ellos. Realmente aprecio esos momentos. Aquellos ¨¢nimos de gente a las que les preocupaba lo suficiente como para preguntarme por mi salud pueden parecer gestos m¨ªnimos, pero son algunos de los m¨¢s profundos para m¨ª.
Hemos vivido nuestras vidas juntas, Miami. Me mostraste c¨®mo ser fuerte y a seguir luchando en los momentos m¨¢s duros. Aunque a veces me cueste, esto es lo que ha marcado la diferencia durante todo el camino. Hoy soy un hombre y una persona mejor. Gracias,
Gracias a todo el mundo, aqu¨ª en Miami y a lo largo de todo el pa¨ªs y el mundo que han formado parte del #TeamBosh. Espero que sig¨¢is formando parte de mi viaje a donde quiera que este me lleve.
Sinceramente,
Chris Bosh"