WARRIORS 129 - CAVALIERS 120 (4-1)
?Tenemos campe車n! Un Durant sobrehumano bate a LeBron y da el anillo a los Warriors
El alero, que fich車 para esto, fue el mejor en el partido decisivo. Quinto anillo para los Warriors, segundo en tres temporadas.
Antes del primer partido Stephen Curry dijo que esta final de finales resolver赤a, el cierre de la primera trilog赤a de la historia (2015-17), qu谷 equipo es realmente el mejor del mundo. Y hace m芍s de once meses, en la mansi車n de los lujosos Hamptons por donde fueron pasando los pretendientes de Kevin Durant, el general manager Bob ?Myers le explic車 al alero, que en realidad ya hab赤a decidido dejar Oklahoma City, que los Warriors pod赤an ganar anillos sin Durant y que Durant desde luego ten赤a dentro un par de campeonatos en los Thunder o en cualquier otro equipo. Pero que solo uni谷ndose podr赤an hacer cosas especiales: Golden State Warriors y Kevin Durant ya son, efectivamente, el mejor equipo del mundo. Y han empezado a hacer cosas especiales.
Lo mejor de Durant en el Game 5
Los Warriors no solo son campeones sino que han dado sentido a un proceso del que salieron malparados ante buena parte de la opini車n p迆blica. Ellos y, sobre todo, Durant: el equipo que pierde una Final y corre a reclutar a una s迆per estrella, la s迆per estrella que firma con el equipo que le hab赤a eliminado menos de dos meses antes. Solo con un t赤tulo que no fuera solo un t赤tulo transmitir赤an su mensaje, el que en realidad mucha gente no iba a querer escuchar de todas formas. Solo con la primera piedra de lo que podr赤a ser una dinast赤a de leyenda quedar赤a atr芍s el 3-1 desperdiciado ante los Cavaliers para los Warriors y el juicio por alta traici車n, uno en el que todo el mundo quer赤a leer el veredicto, para Kevin Durant. Y al fin, en estas Finales que solo eran un pasaje hacia algo superior, algo que deber赤a culminar en pr車ximas temporadas, apareci車 esa certeza 迆ltima: los Warriors y Kevin Durant quer赤an reunirse no para ganar sino para ganar as赤. Y lo dem芍s nunca ha importado demasiado. El que parec赤a el equipo de todos en 2015 ya hab赤a dejado de serlo durante la siguiente temporada, cuando aplicaron una presi車n extrema sobre la liga para alcanzar el 73-9. Y si tocaba cambiar de bando, ?por qu谷 no hacerlo en formato s迆per villanos? Como escribi車 Terry Pratchett, aquellos que aplauden en tu coronaci車n son los mismos que aplaudir芍n en tu decapitaci車n. Porque lo que quiere la gente en realidad es, sencillamente, un buen espect芍culo.
Los Warriors son los campeones 2016-17 de la NBA, quinto anillo de una franquicia que iguala a los Spurs y solo tiene delante a los Bulls y a los inalcanzables: Lakers y Celtics. Pero quien crea que han ganado por una simple aritm谷tica de talento que garantizaba este resultado se ha perdido buena parte del viaje. Porque no ha querido mirar o, peor, porque no ha querido ver. Los Warriors han sido una sinfon赤a de aprendizaje, ensamblaje, perfeccionamiento y dedicaci車n. Han sido capaces de esconder sus pocos defectos y explotar al m芍ximo sus extraordinarias virtudes. Nadie tiene tanta magia pero nadie juega tan duro, nadie tiene tanta p車lvora pero nadie defiende con tanta convicci車n. Cuesta recordar a tantos pesos pesados trabajar juntos de forma tan arm車nica, tan solidaria y tan saludable. Vendr芍n tiempos peores y retos que tarde o temprano tendr芍n que ver (seguramente) con el empacho de victorias, pero por ahora cuesta no reconocer a estos Warriors el que tal vez sea su principal valor: aunque podr赤a haberles bastado con ponerse a jugar han optado por entenderse a fondo. Y jugar.
Y son los campeones. No un campe車n cualquiera y no el del primer 16-0, que se fue al limbo el pasado viernes como testamento de la resistencia extraordinaria pero in迆til de los Cavaliers, el campe車n hasta ayer, y como si hiciera falta un bofet車n semejante para recordar que nada es f芍cil y nada est芍 garantizado, ni siquiera para estos Warriors que en tres a?os (la era Kerr: 2014-17) han ganado dos anillos y han firmado la mejor Regular Season de la historia (el 73-9) y el primer 16-1 en playoffs desde la que la primera ronda se juega a siete partidos. Y que acumulan 254 victorias (lo nunca visto en tres temporadas) entre Regular Season (207) y playoffs (47). Esta era la meta: venganza y campeonato con un nivel de juego que por momentos ha sido una mutaci車n con respecto a cualquier cosa conocida hasta ahora.
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En las sombras de la derrota vuelve a quedar LeBron James, que cada vez que cae lo hace con el estruendo del coloso derribado: este resultado mezclar芍 con su (otra vez sobrehumano) nivel de juego en un debate sobre su legado que se alargar芍 durante meses. Es su quinta derrota en ocho Finales, tercera en las cuatro 迆ltimas. Los Warriors han cogido el relevo de los Spurs en el Oeste pero en el Este perdura LeBron, inamovible pero atrapado en esa paradoja casi espaciotemporal que separa el recorrido por los playoffs de su Conferencia de unas Finales contra estos Warriors, el monstruo de las mil cabezas. LeBron tendr芍 33 a?os en los pr車ximos playoffs y no sabemos hasta cu芍ndo ser芍 una certeza inevitable. El final de su carrera va a estar marcado, necesariamente, por c車mo calibra sus fuerzas contra un equipo superior a todos cuando al mismo tiempo el suyo es superior a los dem芍s. No es f芍cil y no ayuda a llegar preparado a la batalla: los Cavaliers llevan dos a?os meti谷ndose en las Finales en el tercer partido, subi谷ndose sobre la marcha a un tren de alta velocidad que avanza embalado. Frenarlo requiri車 hace un a?o un milagro hist車rico que no se pod赤a repetir. Aunque LeBron y Kyrie Irving, ese es su testamento tras una temporada irregular, nos hicieron dudar durante 72 horas, despu谷s del 3-1 y con los fantasmas de 2016 revolvi谷ndose en el armario de los Warriors.
Pero esta vez la realidad era demasiado tozuda porque esta vez Kevin Durant era el seguro contra cualquier amago de colapso: su quinto partido coron車 sus Finales de MVP (39 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias y 14/20 en tiros). Once puntos en el 迆ltimo cuarto, cuando la caza interminable de unos Cavs con mil vidas acab車 por pura falta de fuerzas, porque apretaron con todo en ataque (su defensa no ha estado ah赤 en toda la temporada) pero los Warriors respondieron siempre, golpe por golpe en un tremendo segundo tiempo de baloncesto. Con un Durant imperial, un Iguodala extraordinario en ataque y defensa y un Stephen Curry que no se precipit車 y supo leer el partido y sumar con precisi車n quir迆rgica: 34+6+10+3 a pesar de un 2/9 en triples.
Los Warriors (6 p谷rdidas en el primer cuarto, 7 entre los tres siguientes) fueron mejores pero tuvieron que superar todas las trampas de unos Cavaliers que se enfrentaron a lo inevitable con una una convicci車n admirable. Manejaron los catorce primeros minutos con un LeBron imperial pero se les vino el mundo encima despu谷s, con Draymond Green y David West ordenando la defensa y Durant y Curry liberados en ataque con mucho juego en transici車n: de 33-41 a 69-52, un parcial de 36-11 en nueve minutos que ech車 por tierra todo el trabajo de los Cavs: el control de LeBron (41+13+8), los triples de JR Smith (7/8), los picotazos de Irving (26 puntos).?
El segundo tiempo fue una persecuci車n que nunca termin車 y que lleg車 hasta una compresi車n m芍xima: 100-95, 108-102#. Los Cavs no se fueron nunca, ni cuando en el 迆ltimo cuarto Kyrie se desfond車 y el cepo de Iguodala y Durant hizo mella en un LeBron tit芍nico. Pero esta vez los Warriors no miraron atr芍s para ver qu谷 era ese ruido que los persegu赤a por mucho que corrieran. Contra el miedo y los fantasmas de 2016 no pararon de sumar, de empujar, de probar el 芍nimo de un rival que cay車 definitivamente a cuatro minutos del final: 122-108. El Oracle estall車, una caldera maravillosa, y los Warriors celebraron durante los 迆ltimos 100 segundos de temporada el primer t赤tulo amarrado en su pista desde la mudanza a la Bah赤a en 1962. As赤 se cerr車 el primer tramo de un camino que comenz車 en los Hamptons el pasado julio y que no sabemos d車nde acabara. O en realidad s赤: en la historia de la NBA.?