Markelle Fultz: 18 cent¨ªmetros cambiaron su vida para siempre
El gran favorito para ser el n¨²mero uno del pr¨®ximo draft de la NBA ha crecido lejos de los grandes focos.
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De Upper Marlboro (Maryland) a la NBA por la puerta grande, pero sin hacer ning¨²n ruido. Si hay algo que llama poderosamente la atenci¨®n sobre esta estrella universitaria es que, pese a ser considerado por casi todos como el gran favorito para ser el n¨²mero uno del pr¨®ximo draft, su nombre ha pasado durante much¨ªsimo tiempo por debajo del radar. Un detalle que quedar¨¢ en an¨¦cdota pero que nos da pistas sobre el tipo de persona que es a d¨ªa de hoy Markelle Fultz.
Criado por su madre y con un bal¨®n de baloncesto bajo el brazo (se define como un "ni?o de mam¨¢", en el mejor sentido), un estir¨®n le cambi¨® la vida en 2014. Lleg¨® a ser cortado por el primer equipo de su instituto (DeMatha Catholic High School)?antes de crecer los 18 cent¨ªmetros que le convirtieron en el jugador de 1,93 que es a d¨ªa de hoy.
Pese a ser considerado uno de los grandes jugadores del futuro tras su ¨²ltimo a?o de instituto, Fultz rechaz¨® ofertas de las grandes universidades (North Carolina, Arizona, Kansas...) para jugar en unos Washington Huskies que no han conseguido un solo billete para el March Madness (el Torneo Nacional Universitario) en las ¨²ltimas seis temporadas. Muchos pensar¨¢n que le daba igual, y puede que tengan raz¨®n hasta cierto punto (le gusta el silencio y no tiene prisa por los focos: sabe que llegar¨¢n), pero la realidad es que, seg¨²n publicaba hace meses Bleacher Report, Fultz esperaba coincidir en Washington con Dejounte Murray y Marquese Chriss. La historia hubiera sido bien diferente...
Hablamos de una estrella universitaria poco convencional. Lejos de los aut¨®grafos de Kentucky, la presi¨®n de la afici¨®n en Kansas, los focos de Hollywood y todo lo que significa UNC (por mencionar algunas), Fultz pasaba pr¨¢cticamente desapercibido en Washington. Incluso en los restaurantes, en los que suele tirar de alitas o de pollo teriyaki. No se salta clases (seg¨²n sus profesores, era raro el fin de semana en el que no ped¨ªa alguna extra para el s¨¢bado), se convirti¨® en un loco de las matem¨¢ticas en el instituto (c¨¢lculo, ¨¢lgebra?)?y toma batidos camino de la universidad. Entre sus aficiones (v¨ªa Bleacher Report), los cl¨¢sicos del R&B, los karts con sus compa?eros y un Chance the Rapper al que admira porque sus letras no son como las del resto.
Ahora, a solo unos d¨ªas de que su vida vuelva a cambiar para siempre, Fultz respira tranquilo. Va a poder cuidar de su madre, que es lo m¨¢s importante en su vida. Ha disfrutado de su a?o en la universidad gracias en parte a la ausencia de focos y al gran v¨ªnculo que le une con?Lorenzo Romar, su entrenador. "Si pudiera se quedar¨ªa cuatro a?os", dec¨ªa?Raphael Chillious (t¨¦cnico?asistente). Pero no puede... M¨¢s de 23 puntos por partido, casi seis rebotes y otras tantas asistencias para el gran favorito en todos los rankings.?Ha llegado la hora de la verdad y est¨¢ preparado para dar el salto. "Quiero ser el mejor de siempre", dec¨ªa en marzo. Atenci¨®n al ¨²ltimo fen¨®meno del deporte de la pelota naranja. Tu turno, Markelle Fultz.