FINAL FOUR | FENERBAH?E 84-REAL MADRID 75
Udoh y Obradovic acaban con el sue?o de la D¨¦cima Euroliga
El p¨ªvot destroz¨® al Real Madrid con 18 puntos para 36 de valoraci¨®n. Llull (28) y Carroll (21) anotaron 49 de los 75 tantos blancosLlull: segundo t¨ªtulo y camino de dominar la Final Four

El salto inicial fue como levantar una compuerta y aguardar la crecida del r¨ªo, lo ¨²nico que esta vez no dio tiempo ni a esperar. Un torrente ingobernable de aguas bravas cay¨® sobre el Real Madrid y devast¨® al equipo blanco. La tormenta perfecta, una mezcla de talento, fuerza, deseo y apoyo emocional desde la grada. C¨¢nticos y rugidos guturales, intimidatorios. Treinta millones de seguidores con el coraz¨®n en un pu?o, los del Fenerbah?e, a la caza de su primera Copa de Europa, la de Turqu¨ªa. ¡°So?ar, creer y ganar¡±, se le¨ªa en la grada. El domingo tienen una merecida cita con la historia. Porque el Madrid fue inferior, aunque nunca se entreg¨®. El coraz¨®n y el talento de Llull y Carroll latieron solos (49 puntos entre ambos). Defendi¨® peor, pero perdi¨® en ataque, con sus armas. Los ocho jugadores del Fenerbah?e sumaron, siete de ellos ocho o m¨¢s puntos. Enfrente, solo dos ante el peligro. Sin juego interior. Un erial. Un colosal Udoh se lo volvi¨® a zampar, como hace un a?o: 18 puntos, 12 rebotes, 8 asistencias y 36 de valoraci¨®n.
De inicio, el ¡®peque?¨ªn¡¯ Dixon se quedaba con Maciulis, veintitantos cent¨ªmetros de diferencia, pero no pod¨ªa casi ni recibir. M¨¢s que una fuente de peligro, la situaci¨®n era una fuente de p¨¦rdidas. Las que trajeron por la calle de la amargura a los blancos durante cuarto y medio. La circulaci¨®n de bal¨®n se vest¨ªa de amarillo y azul. Suyas eran las asistencias, los tiros liberados, los mates y los triples (3 de 5 en el primer cuarto, luego no).
Solo la heroica de un colosal Llull
El Madrid se asfixiaba bajo la crecida, como Doncic (solo lo intentaba de fuera). Ay¨®n tampoco pod¨ªa. Imposible hilvanar nada ante tan colosal oponente, solo la heroica de un superclase como Llull acud¨ªa a un amago de rescate. Once puntos de los 13 del equipo en el primer parcial. Laso le dio entonces un respiro y el Madrid se bloque¨® a¨²n m¨¢s, si eso era posible. Casi cinco minutos sin anotar y el marcador se abr¨ªa por efecto de la riada: 26-13. Justo entonces, con el quinteto m¨¢s ofensivo (Llull, Carroll, Doncic, Thompkins y Randolph), vimos como el ca¨ªdo se incorporaba. 0-11 en cuesti¨®n de segundos despu¨¦s de tres triples seguidos: 26-24. Fue un rayo de esperanza. Tenue.
Bogdanovic asomaba ya (la defensa al serbio hab¨ªa sido lo mejor) y a Randolph lo mandaban a la lona de un codazo... y los ¨¢rbitros dejaban seguir hasta mate de Vesely. Al descanso, 44-34 y 19 puntos de ¡®El Incre¨ªble¡¯. Laso le exprim¨ªa, pero m¨¢s Obradovic a Udoh, Bogdanovic y Kalinic. Doce asistencias frente a cuatro como resumen inapelable.
Y la reanudaci¨®n no trajo nada nuevo. Ay¨®n penaba cada vez m¨¢s frente a Udoh y a Llull se le apreciaba el resuello. Ahora era Sloukas, el comod¨ªn ejecutor (+15, 52-37) y Carroll el ¨²nico ant¨ªdoto para el hundimiento definitivo. Tres triples con la mano del defensor a cent¨ªmetros. Era dilatar lo inevitable: 68-52. El ¨²ltimo cuarto cont¨® casi solo a efectos estad¨ªsticos, el Madrid se qued¨® sin ox¨ªgeno camino de la cumbre, las m¨¢s elevada que jam¨¢s intent¨® subir en la era Laso. El anhelo de hacer historia pudo m¨¢s que la recuperada leyenda blanca.