Zeljko Obradovic , una personalidad de plomo y un car¨¢cter de acero , aspira en Vitoria a su d¨¦cima Euroliga . S¨®lo as¨ª se puede explicar que la cita alavesa sea su 18? Final Four al frente de seis equipos distintos (cinco consecutivas con el Fenerbah?e) y que haya levantado 9 t¨ªtulos¡ Perdi¨® a su padre, quien como suele recordar, fue ¡°la persona m¨¢s importante¡± de su vida. ¡°Me ense?¨® todo y me dijo que respetara a todo el mundo¡±, recuerda .?
Antes de empezar su carrera como entrenador en el Partiz¨¢n de la hoy capital serbia, fue jugador del mismo club. Precisamente, en sus ¨²ltimos compases ya compaginaba la funci¨®n de base con la de preparador de la cantera. Al concluir la temporada 1990-91 colg¨® las botas, para tomar ipso facto las riendas como t¨¦cnico del primer equipo. ¡°No dorm¨ª durante dos meses. Ten¨ªa un cuaderno donde escrib¨ªa los sistemas. Ten¨ªa que tener respuestas para todo. En el momento en que no tienes una respuesta est¨¢s acabado como entrenador ¡±. La filosof¨ªa Zeljko .
Se puede decir que hay dos figuras que han marcado su vida deportiva: Dragan Kikanovic y Dusan Ivkovic . El primero fue su ¨ªdolo de ni?o y la raz¨®n por la que se enamor¨® del baloncesto. Con el segundo mantiene una amistad que ¡°perdurar¨¢ para siempre¡± gracias a las intensas charlas compartidas y siempre regadas con un buen vino. Es m¨¢s Ivkovic, le esperaba para que se uniese a la concentraci¨®n de la selecci¨®n yugoslava para el Eurobasket del 91 , pero Zeljko hab¨ªa decidido dar el salto a los banquillos.
Antes de comenzar a labrarse su leyenda, pas¨® hasta en dos ocasiones por la c¨¢rcel . Adem¨¢s de cumplir condena por un fatal atropello que acab¨® con la vida de una mujer viandante (¡°aprend¨ª mucho de aquello, los hombres aprenden de los buenos y los malos incidentes¡±), ciertos problemas con las autoridades militares le ocasionaron otro arresto. Su fuerte car¨¢cter le ayud¨® a superar semejante trago para volver a las canchas al a?o siguiente (en 1990). Pese a ello, los fantasmas del pasado estuvieron cerca de aparec¨¦rsele en Espa?a. Un accidente de tr¨¢fico casi acaba con su vida: ¡°Pens¨¦ que hab¨ªa muerto y que por un momento hab¨ªa resucitado del mundo de los muertos. Entonces comprend¨ª lo importante que es la vida ¡±. Espeluznante testimonio.
La Guerra de los Balcanes marc¨® a toda una generaci¨®n, incluido Obradovic. Los diversos conflictos, que acontecieron entre 1991 y 1999, los vivi¨® tanto desde la primera l¨ªnea como fuera de ella. ¡°Esa guerra fue una desgracia. Cuando los bombardeos de la OTAN (en 1999) estaba en Treviso y pod¨ªa ver a los aviones despegando para bombardear mi pa¨ªs natal. No hay justicia cuando algunas naciones son las que juegan el papel de sheriffs ¡±, comenta sobre uno de los incidentes m¨¢s oscuros en la historia de la humanidad.
Pocos viven con tanta pasi¨®n este deporte como el serbio. Entrega su alma en cada partido y cada entrenamiento por el equipo, el mismo sacrificio que exige a sus jugadores . Trabajar para ¨¦l requiere una concentraci¨®n e intensidad muy elevadas. Aunque haya templado algo el car¨¢cter con el paso de los a?os, con Zeljko al mando no te puedes tomar ni un respiro. Pero tras una meticulosidad enfermiza, se esconde un tipo jocoso y bromista. Querido (y admirado, mucho). Cada vez que regresa a Madrid, el Palacio le brinda una calurosa ovaci¨®n. No digamos ya su actual afici¨®n. La gente del Fenerbah?e le idolatra.