LeBron James rechaz¨® con 18 a?os 10 millones de Reebok
El alero, cuando todav¨ªa no hab¨ªa ganado ni un d¨®lar, tuvo la sangre fr¨ªa de rechazar la propuesta de esta marca para reunirse con Nike.

Pocos jugadores en toda la historia de la NBA llegaron a la liga con el hype con el que aterriz¨® Lebron James, apodado el Elegido mucho antes de un desembarco en el que, desde luego, ha cumplido con lo que se espera de ¨¦l con creces. Ya entre los mejores jugadores de todos los tiempos, LeBron genera m¨¢s de 400 millones de d¨®lares al a?o y hace menos de dos a?os firm¨® un contrato vitalicio con Nike.
La relaci¨®n entre LeBron y la marca deportiva comenz¨® en la v¨ªspera del draft de 2003 con un contrato de 90 millones por siete a?os. Despu¨¦s lleg¨® otro v¨ªnculo por otros nueve a?os y finalmente, ese vitalicio que algunos cifran en el entorno de los 1.000 millones. Pero esos primeros 90 millones, r¨¦cord en su d¨ªa, hicieron buena la decisi¨®n que LeBron hab¨ªa tomado d¨ªas antes y todav¨ªa con 18 a?os y nada de dinero en el bolsillo: dejar sobre la mesa un cheque de Reebok por 10 millones de d¨®lares.
Maverick Carter, eterno socio y agente de LeBron, explica que seguramente ¨¦l no habr¨ªa tomado la misma decisi¨®n: ¡°Est¨¢bamos en un despacho con Paul Fireman, de Reebok, un tipo muy inteligente. Nos dijo que sab¨ªa que nos ¨ªbamos a reunir con Nike y Adidas pero que nos firmaba un cheque de 10 millones de d¨®lares y que si nos compromet¨ªamos con ¨¦l sin ir a ver a las otras marcas, era nuestro all¨ª mismo. Sac¨® el cheque, lo rellen¨®, lo firm¨®¡ y LeBron lo rechaz¨®. No s¨¦ qu¨¦ habr¨ªa hecho yo¡±.
LeBron tambi¨¦n dio su versi¨®n, recordando aquellos d¨ªas en los que ni siquiera era todav¨ªa jugador de la NBA: ¡°Asusta pensar que vas a ser el primero de tu hogar que va a ganar mucho dinero. Con 18 a?os¡ iba a clases, ten¨ªa que graduarme en mayo en el instituto pero sab¨ªa que en junio, un mes despu¨¦s, iba a ser multimillonario. Recuerdo aquella reuni¨®n porque nunca hab¨ªa visto un escritorio tan grande. All¨ª, al otro lado de la mesa casi ni ve¨ªa qu¨¦ hace Fireman, pero estaba rellenando el cheque. Cuando me dijo que era m¨ªo si no iba a ver a Nike y Adidas me qued¨¦ sin palabras. Ven¨ªamos de Akron, de un barrio muy pobre y ten¨ªa delante de m¨ª un cheque de 10 millones. Iba a rechazarlo y volver a clase al d¨ªa siguiente y solo pensaba ¡®maldita sea¡¯. Pero me puse a pensar y llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que si aquel tipo, que es un gran tipo al que sigo apreciando mucho adem¨¢s, me daba 10 millones era porque Nike o Adidas me pod¨ªan ofrecer 20, 30¡ Igual aquel dinero de entrada no era lo m¨¢s importante. Quer¨ªa escuchar al resto de marcas pero la verdad es que ni yo mismo s¨¦ c¨®mo rechac¨¦ aquellos diez millones¡ debi¨® ser por mi t¨ªo, que siempre me dec¨ªa que nunca pusiera todos los huevos en la primera cesta, que dejara hablar a todo el mundo¡ As¨ª que eso fue lo que hice: hablar con las tres marcas¡±.