El Iberostar arrasa al Venezia y est¨¢ en la final de la Champions

Como si supiera que era cuesti¨®n de esperar su momento, sinti¨¦ndose superior al Reyer Venezia, el Iberostar Tenerife supo aprovechar su momento para, con un 2? y 3? cuarto antol¨®gicos, abrochar su pase a la final de la Basketball Champions League. Ahora le espera en la final el Banvit, que super¨® al M¨®naco en la otra semifinal.

La empanada con la que los locales comenzaron el partido fue digna de estudio. Acaso superado por el tremendo ambiente de ¡®La hamburguesa¡¯, el equipo de Txus Vidorreta se puso, sin apenas darse cuenta, perdiendo 3-10. Doornekamp incluso se permiti¨® el lujo de fallar un mate en contraataque, nada que ver con su excelso segundo cuarto, y tuvo que ser White, l¨ªder de la segunda unidad chicharrera, quien igualara por fin el partido, 16-18. Acto seguido respondi¨® el ex del Gran Canaria Marquez Haynes con un zarpazo desde m¨¢s all¨¢ del 6,75 pero, tal y como hab¨ªa empezado el partido, bastante hizo el Canarias con llegar 16-21 al final del primer cuarto.

Una vez de vuelta a la realidad, no hubo quien parara al equipo local en el segundo parcial, especialmente a Abromaitis. El alero lituano, ni que estuviera a bordo de un cohete, tuvo una reacci¨®n tan descarada en esos compases que, con 11 puntos seguidos (17 al descanso y un fuerte golpe en el hombro derecho) ten¨ªa al Iberostar ya por delante, 27-26. Cierto es que encaj¨® un parcial de 4-0, 27-30, que oblig¨® a Vidorreta a pedir tiempo muerto, pero ya ten¨ªa el partido bajo control.

Dos triples seguidos de Doornekamp le dieron de nuevo ventaja, 35-32, y el parcial a favor del equipo insular se estir¨® hasta el 11-0 (40-32). La bandeja final de Haynes (40-34), el ¨²nico de los suyos que opon¨ªa resistencia, apenas sirvi¨® al Venezia para maquillar el resultado de un partido que se dilu¨ªa como agua entre sus fr¨¢giles manos.

Y m¨¢s que lo hizo en el tercer cuarto, en el que no hubo ni conato de reacci¨®n italiana. Con un Bramos totalmente desquiciado, Rodrigo San Miguel aprovech¨® una antideportiva cometida por el escolta griego, otro ex del Granca, sobre ¨¦l mismo para hacer el 44-34, ventaja psicol¨®gica de 10 puntos y, adem¨¢s, la m¨¢xima a favor del Iberostar hasta el momento. Los locales hab¨ªan roto ya el partido. Tanto fue as¨ª que la renta lleg¨® muy pronto al 50-34 y el Venezia tard¨® m¨¢s de 5 minutos en anotar sus primeros puntos de este periodo, 2 tiros libres de McGee para el 50-36. Empez¨® y acab¨® manipulado como un saco de boxeo, v¨ªctima de los ganchos sin cesar que le solt¨® el Canarias, como ese de Kirksay de 3 para el 56-42 con el que se lleg¨® al final de los primeros 30 minutos de juego.

El partido solo lo pod¨ªan perder los locales. Parec¨ªa imposible, y de hecho lo fue, que el Venezia pudiera remontar, y menos cuando, al alba del ¨²ltimo cuarto, recibi¨® una nueva pu?alada de Doornekamp, su tercer triple, que supuso el 61-42. Adi¨®s, partido; hola, Banvit. Apenas pod¨ªa maquillar el resultado la formaci¨®n visitante, como con esos dos ins¨ªpidos triples de Ress para el 63-50 que obligaron a Vidorreta a pedir tiempo muerto con 4:16 todav¨ªa por jugarse.

El duelo se atasc¨®, ni que fuera una v¨ªa principal en hora punta, pero poco importaba habida cuenta del absoluto dominio insular con San Miguel al mando de las operaciones. Era cuesti¨®n de ir descontando segundos con un ep¨ªlogo cantado en pie por la afici¨®n canarista. Just¨ªsima fue la clasificaci¨®n del Iberostar para la final de esta primera BCL pese a lo enga?oso del 67-58 final. Discusiones de nivel de la competici¨®n aparte, lo cierto es que ya ha hecho historia. Y a¨²n queda lo mejor.