Desastre: unos Cavaliers desquiciados se dejan remontar un +26 en el ¨²ltimo cuarto
Incre¨ªble triunfo de los Hawks ante unos Cavaliers que perdieron los papeles y cayeron en la pr¨®rroga. LeBron: triple-doble... y seis faltas. Final en vivo: Cavs vs Celtics, juego 6
?C¨®mo se puede explicar lo que pas¨® en Atlanta en uno de los partidos de Regular Season m¨¢s incre¨ªbles de los ¨²ltimos a?os? No se puede. Si acaso, se podr¨ªa decir que fue un resumen comprimido, en versi¨®n microcosmos, de lo que est¨¢ siendo esta incomprensible Regular Season de Cleveland Cavaliers. El campe¨®n. La plantilla m¨¢s cara de la historia. El equipo de LeBron James: 51-29 ahora, 10-12 desde el 1 de marzo e igualdad con los Celtics (con el desempate a favor) a dos partidos del final: los Cavs ni est¨¢n descansando ni est¨¢n ganando. Ni est¨¢n dejando pasar los partidos ni est¨¢n recuperando sensaciones de cara a los playoffs. Nada.
Y en Atlanta, en un domingo que estaba resultando de lo m¨¢s pl¨¢cido, todos los males de las ¨²ltimas semanas les explotaron en las manos de forma incre¨ªble a unos Cavaliers desquiciados, enredados, descentrados y con el baloncesto, y el ¨¢nimo, en ca¨ªda libre: 67-93 al final del tercer cuarto¡ y derrota en la pr¨®rroga (126-125). Desde diciembre de 2002 no se ve¨ªa a un equipo desperdiciar 26 puntos de ventaja en un ¨²ltimo cuarto. Y esta vez no fue un equipo cualquiera. Fue el campe¨®n: el equipo de LeBron. 26 en un cuarto¡ 15 en 5 minutos (90-105) y 11 en tres (96-107). M¨¢s: cinco en diez segundos (106-111) antes de una canasta para empatar sobre la bocina, dificil¨ªsima, de Paul Millsap y despu¨¦s de una serie rid¨ªcula de errores y p¨¦rdidas de unos Cavs incapaces de sacar de banda, de fondo, de forzar faltas y dejar que su ventaja caminara por s¨ª sola hacia la l¨ªnea de meta.
De forma inexplicable, un equipo que tiene el anillo como ¨²nica meta se enzarz¨® en una batalla de nervios cuando ¨²ltimamente los tiene de todo menos templados. Dej¨® de defender demasiado pronto, incluso con +26 y contra un rival muerto que remont¨® sin Howard ni Schroeder y con una unidad kamikaze liderada por un renqueante Millsap, acompa?ado por Delaney, Muscala, Hardaway y Bazemore.
Un titular y cuatro suplentes. Y en la pr¨®rroga, otro peque?o milagro: de 111-116 a 121-120 con un triple de Muscala y otra serie de errores bizarros de unos Cavs (otra p¨¦rdida en saque de fondo) ya sin LeBron, expulsado por seis faltas por sexta vez en toda su carrera. El arbitraje fue tambi¨¦n malo, desquiciante en los ¨²ltimos minutos. Pero no deber¨ªa poner ah¨ª la diana un equipo que no pudo asegurar un partido que ten¨ªa en el bolsillo y en el que consumi¨® m¨¢s de 47 minutos y un triple-doble de LeBron (32+16+10) y m¨¢s de 45 y 9 triples (45 puntos) de un Kyrie Irving con molestias de rodilla apenas un d¨ªa antes. Ni descansar ni ganar: ni econom¨ªa de esfuerzos ni sensaciones. Nada, los Cavaliers ahora mismo parecen la nada.
La derrota es especialmente dolorosa porque los Cavs salieron con esos niveles de concentraci¨®n, intensidad y acierto (los de Boston unos d¨ªa antes) que hacen que parezca que, como no dejaremos de sospechar por una cuesti¨®n de ensayo y error, en el Este todo depende de c¨®mo y cu¨¢ndo quiera LeBron James hacer las cosas. Menos de 48 horas despu¨¦s de su rid¨ªculo en The Q contra los suplentes de los Hawks, estaban avasallando a los titulares de Budenholzer a base de triples (7/13 en el primer cuarto... 19/46 al final) y con LeBron campando a sus anchas. Corriendo la pista, regalando mates y encontrando siempre a tiradores abiertos en las esquinas. Bang: 21-38 en un cuarto, 57-80 avanzando hacia el ecuador del tercero. Pero la vuelta a la normalidad, al en realidad todo depende de que los Cavaliers quieran, dur¨® tres cuartos. Las sensaciones del campe¨®n habr¨ªan sido horrendas en el ¨²ltimo aunque no hubieran acabado regalando el triunfo con ese 44-18 en doce minutos, 59-32 en 17 (pr¨®rroga incluida). Tambi¨¦n cuando el big three tuvo que volver a toda prisa. Especialmente despu¨¦s de que LeBron cometiera la sexta falta y todo pasara a depender del talento, ya asfixiado, de Kyrie.
Pero es que, para colmo, los Cavs perdieron. Remontados, atornillados a su propia sombra, hundidos. Incapaces de reconocerse, finalmente muy enfadados. Con los ¨¢rbitros, con los Hawks (42-38 y el sexto puesto del Este asegurado, como m¨ªnimo): con ellos mismos. Sobre todo con ellos mismos. Nada de lo que sucedi¨® en Atlanta tuvo demasiado sentido, pero es que la temporada del campe¨®n tambi¨¦n est¨¢ acabando por no tenerlo. Y las sensaciones son ahora mismo abismales. Sin dramas ni conclusiones a largo plazo. Simplemente, un hecho tan cierto como que lo importante empieza en una semana. Pero¡