OLYMPIACOS 73 - REAL MADRID 79
Randolph y Llull asaltan El Pireo
El Madrid venci¨® en La Paz y la Amistad al Olympiacos en un duelo de Final Four. El p¨ªvot hizo 21 puntos y 30 de valoraci¨®n y el base, 21 y 24.Barcelona-Maccabi
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El Madrid puso oficialmente fin a la resaca del t¨ªtulo copero, un mes donde ha perdido cinco partidos. Y lo hizo con un pu?etazo en la mesa en un duelo de altura, de esos con rango de final de la Euroliga, de nivel Final Four en uno de los escenarios m¨¢s temibles del continente, en La Paz y la Amistad, la guarida del Olympiacos. Primero contra tercero, y gan¨® el l¨ªder, el Madrid, en territorio comanche. Actuaci¨®n complet¨ªsima, de menos a m¨¢s. El ¨²ltimo cuarto y medio fue muy bueno y un parcial esclarecedor de 15-30 en doce minutos elev¨® a los blancos nueve arriba: 63-72.
Llull y Randolph acaudillaron el asalto a El Pireo, aunque con muchos brazos aup¨¢ndoles en la batalla: los de Hunter, Maciulis, Doncic y¡ Draper. Al base le vimos rehabilitado para la acci¨®n, para defender a Spanoulis y meter esa mano a ras de pista en el bote del rival que le ha dado gloria como jugador de equipo.
A dos jornadas del final los de Laso ya saben que ser¨¢n primeros o segundos. El pulso con el CSKA se mantiene. Solo ellos dos han mandado en la clasificaci¨®n en la temporada del nuevo formato.
La primera parte result¨® un bonito intercambio de mamporros baloncest¨ªsticos. Cada uno con las armas que encontraba a su alcance, aunque los dos con p¨¦rdidas (m¨¢s el Madrid, nueve) y ambos con escaso acierto en el triple (6 de 22 conjunto). El Olympiacos hac¨ªa mucha pupa bajo el aro, con un Ay¨®n batido por los 213 cent¨ªmetros de Milutinov. El serbio se creci¨® en ausencia de Printezis (enfermo). Y del canadiense Birch, al que Sfairopoulos mand¨® a la ducha antes de tiempo.
Hasta diez rebotes ofensivos atrapaban los locales en la media parte mientras Maciulis intentaba dar r¨¦plica. Una ventaja que les reportaba seis tiros de campo y cinco lanzamientos libres m¨¢s por entonces (doce y siete al final). Gran labor de un Papanikolaou cada vez m¨¢s fino, como el de antes de fichar por el Bar?a. El marcador, sin embargo, proyectaba un empate a 37.
?El motivo? Que el Madrid corr¨ªa, en gran medida por la capacidad de intimidaci¨®n de Randolph. Puso cuatro gorros, cambi¨® tiros y esprint¨® para rematar siempre que pudo, incluyan ah¨ª un mate de espaldas. Estuvo soberbio, centrad¨ªsimo. Y luego clav¨® tiros imposibles frente a Agravanis o qui¨¦n fuera. Otra dimensi¨®n.
Los dos peores momentos del Real llegaron en el primer cuarto (18-10) y en el tercero (48-42). Aunque siempre estuvo metido y solo tuvo que controlar sus p¨¦rdidas (apenas cuatro en los dos ¨²ltimos actos) para volver a fluir en ataque. Siete puntos seguidos de un Llull tan calmado como letal dieron el primer gran empuj¨®n: 54-58.
El segundo llev¨® la firma de Randolph mientras Hunter rajaba con sus continuaciones la zona griega. Draper y Doncic, adem¨¢s, permit¨ªan que El Incre¨ªble se diera un respiro para regresar con m¨¢s ah¨ªnco. El Olympiacos tuvo una ¨²ltima bala en la rec¨¢mara (70-73 a 1:30), Spanoulis carg¨® el arma pero entre Llull y Randolph aplacaron su fuego mientras Lojeski ca¨ªa lesionado. Un gran Madrid.