HERBALIFE GRAN CANARIA 71-LOKOMOTIV KUBAN 86
El Gran Canaria se enreda en la telara?a del Lokomotiv Kuban
Es la segunda derrota insular este curso en Europa, la primera en este Top-16. Janinng y Broekhoff, estelares, lideran al equipo de Sasa Obradovic.

Ni un pero se le puede poner a la victoria rusa de esta noche en Gran Canaria. As¨ª, los pupilos de Sasa Obradovic ejecutaron a la perfecci¨®n un plan de juego que maniat¨® por completo a un desastroso Gran Canaria. Con un ritmo a veces demasiado r¨¢pido, en ocasiones lento, siempre s¨®lido; acaso, manejando el partido a su antojo. Los amarillos, impotentes, empiezan el Top 16 con un r¨¦mora importante y el a?o de la peor manera posible. Sin embargo, no pasa de ser un peque?o lunar en su imperial trayectoria de sus ¨²ltimos meses.
Pero ten¨ªa que llegar el ¡®partido tonto¡¯. Y es que la empanada con la que compiti¨® el Gran Canaria en la primera parte fue de ¨¦poca, con sus jugadores destensados, sorprendidos siempre por la tela de ara?a que teji¨® Sasa Obradovic junto a sus jugadores. La ¨²ltima ventaja insular fue un lejano 9-8, que empez¨® a quedarse en apenas lo que era, una simple an¨¦cdota. Tan a gusto se encontraba el Lokomotiv que dos triples de Broekhoff le dieron una ventaja de 9-15 para culminar un 0-7 de parcial que, tal y como estaba el Herbalife, parec¨ªa un mundo. Cierto es que los amarillos no terminaban de irse del duelo, como lo demostr¨® el tercer triple de Salin que supuso el 17-19, pero no daban el zarpazo necesario para impedir la escalada rusa (19-25 al final del primer cuarto).
Parec¨ªan cambiar las tornas cuando, nada m¨¢s reanudarse el partido, Oliver acertaba desde el 6,75 para alimentar la esperanza de su tropa, que ya solo perd¨ªa por 3, 22-25. Los muchachos del Kuban salieron respondones, trampeando continuamente al Granca en uno y otro aro, y dos triples consecutivos, de nuevo y de Broekhoff y de un estelar Janinng (10 puntos al descanso y control absoluto del partido), le daban un +9, 22-31, que anunciaba tragedia en el GC Arena.
Poco despu¨¦s se pusieron los rusos por primera vez con un +10, 24-35 tras gancho de Vougioukas, martillo pil¨®n donde los haya, lo que oblig¨® a Casimiro a parar el partido con 6:04 a¨²n por jugarse. Jug¨¢ndose al ritmo que m¨¢s le conven¨ªa al Lokomotiv, una nueva pu?alada lejana de Collins dejaba noqueado al Gran Canaria, 26-40, en lo que supon¨ªa la mayor diferencia hasta el momento. Con el ¨²ltimo aliento del segundo cuarto lleg¨® un 2+1 de McCalebb para maquillar algo un desastroso marcador para los intereses insulares. As¨ª, el 36-47 del descanso supon¨ªa un fin¨ªsimo hilo de esperanza para las huestes insulares.
Era tan fino, casi imperceptible, que nada hac¨ªa pensar en la remontada del Herbalife. Nunca lleg¨®. El baloncesto pasa por ser un deporte de momentos, tan decisivo como puede ser un segundo, o un simple ataque como aquel en el que Broekhoff cogi¨® dos rebotes ofensivos y culmin¨® con un triple para el 40-55. De vez en cuando el Granca daba un golpe en la mesa, como cuando Pablo Aguilar cogi¨® su propio rebote tras fallar un tiro libre para reventar el aro ruso, 49-59. Se lo empezaban a creer los locales cuando dos tiros libres de Rabaseda le pod¨ªan dar un -7 y dejarlo todo en el aire. Sin embargo, el alero catal¨¢n err¨® ambos lanzamientos, y acto seguido Zubkov enchuf¨® un triple en otro de esos ¡®momentos¡¯, 51-63. Por si fuera poco, un triple de Janinng con la bocina final del tercer cuarto como m¨²sica de fondo volvi¨® a hundir la cabeza amarilla, 54-67.
Todo estaba decidido con la compa?¨ªa de un pabell¨®n mudo, contagiado desde luego por el err¨¢tico partido de su equipo. Lo m¨¢s cerca que lleg¨® a estar el Gran Canaria en los ¨²ltimos 10 minutos fue a 6 puntos, 63-69, tras un mate de Rabaseda. Pero la esperanza estaba injustificada por una cuesti¨®n de sensaciones, y adem¨¢s el Loko no es un equipo que en absoluto desespere. Entre su calma y la precipitaci¨®n amarilla era cuesti¨®n de tiempo que la victoria se fuera en el avi¨®n con destino a Rusia. Los ¨²ltimos minutos, un entrenamiento con p¨²blico, le dieron forma a la segunda derrota europea amarilla del curso. Que llega adem¨¢s en el peor momento, pues en esta segunda fase de grupos cada victoria, y sobre todo las diferencias, cuentan el doble.