Un Marc Gasol estelar fulmina al mejor equipo de la NBA

Despu¨¦s de perder en Milwaukee y quedar 4-5, con muchas preguntas en el aire, los Grizzlies han ganado en 72 horas en Utah y Los Angeles. Antes los Jazz, un equipo llamado a tomar su relevo como facci¨®n dura dentro del Oeste y los Clippers, que llegaban embalados y con solo una derrota (tambi¨¦n en casa, ante los Thunder). Ahora son dos, como Cavaliers, Hawks¡­ y los Warriors, su pesadilla m¨¢s ¨ªntima. Que ya est¨¢ ah¨ª. Los Clippers son un gran equipo que estaba defendiendo como nunca y ganando con una autoridad incontestable. Pero de ellos se duda porque cuando llegan las batallas de playoffs se quedan cortos en la rotaci¨®n, sin especialistas defensivos en el per¨ªmetro y con problemas para jugar con sentido los finales igualados.

Y en un duelo que fue una batalla preciosa y con tensi¨®n real, les volvi¨® a pasar: con 26 segundos, posesi¨®n y 107-106 a favor, perdieron porque Blake Griffin le dio un saque de banda a Jamal Crawford en un lateral y el trap que le hicieron entre Mike Conley y Marc Gasol oblig¨® al escolta a regalar la posesi¨®n. Y porque despu¨¦s, con 107-109, a JJ Redick se le resbal¨® el bal¨®n cuando iba a tirar un triple: llevaba siete en la segunda parte (7/12 total, 29 puntos)¡­ pero esas son las cosas que les suelen pasar a los Clippers, parece que tambi¨¦n en esta temporada en la que marchan ahora 10-2 y en la que son junto a Spurs y Bulls los ¨²nicos equipos que est¨¢n en el top 5 de la NBA tanto en eficacia defensiva como ofensiva.

Lo que sucedi¨® entre el error de Crawford y el de Reddick fue un ataque de los Grizzlies conducido por Mike Conley (ojo: 30 puntos, 8 asistencias, 5 rebotes, 7/9 en triples) y finalizado con un tremendo triple de Marc Gasol desde la esquina izquierda y con la mano de DeAndre Jordan llegando algo tarde pero muy arriba. A eso le sigui¨® el baile del que todo el mundo hablaba tras el partido:

Y parece ser que una buena celebraci¨®n en el vestuario.

?Por qu¨¦? Por esas dos victorias en territorio comanche cuando las cosas se pon¨ªan feas. Porque los Grizzlies ganaron al estilo de los Grizzlies, apretando y sobreviviendo (el toque infaltable de grit and grind). Y porque aunque todo el mundo parece odiar a estos Clippers, algunos les odian m¨¢s que otros: los Warriors, DeMarcus Cousins¡­ y los Grizzlies. Hay cuentas pendientes de playoffs (2012, 2013) y siempre se acaba en esa especializaci¨®n en la protesta a los ¨¢rbitros constante y demasiado loca de los angelinos que saca de quicio a muchos rivales, m¨¢s a uno tan duro y estoico como estos Grizzlies que, eso s¨ª, no tienen respiro con Chandler Parsons: jug¨® 14 minutos en el primer tiempo y se tuvo que quedar todo el segundo en el banquillo con molestias en la rodilla.

Los de Tennessee jugaron un primer tiempo extraordinario (46-61), despejando esa versi¨®n letal de unos Clippers reducidos en el segundo cuarto a ese equipo de vaivenes horrendos en cuanto mueve el banquillo que tantas veces hemos visto en los ¨²ltimos a?os. Pero en la segunda parte la carga de los de Rivers fue tremenda. Con esos siete triples de Redick, el martilleo de Griffin (25+8), los puntos de Crawford (15) y las coreograf¨ªas de un Chris Paul desacertado en el tiro (3/11, 9 puntos) y con solo 6 asistencias¡­ pero tambi¨¦n 5 robos.

Con rachas excelentes y muy nerviosas y un intercambio tremendo de golpes, los Grizzlies siguieron a flote hasta que parecieron hundirse definitivamente al final¡­ antes de los fallos de los Clippers y el baile de Marc Gasol, secundado por esa computadora humana que es Conley y la vieja guardia: 12 puntos Carter, 18+7 Randolph, siempre listos para cualquier guerra, sea batalla de artiller¨ªa pesada o pelea de navajas. Marc acab¨® con 26 puntos, 6 asistencias y 6 rebotes, multiplic¨¢ndose en defensa para cerrar las v¨ªas de agua que suelen abrir las penetraciones de Paul y las jugadas en el poste de Griffin. Y firm¨® un 4/5 en triples (incluido el decisivo) que deja su total de la temporada en 16/40 (40%). En toda su trayectoria anterior en los Grizzlies (ocho temporadas) hab¨ªa metido 12 triples y lanzado 66. La transformaci¨®n (evoluci¨®n m¨¢s bien) es un hecho. Y hace todav¨ªa mejor a un jugador que es, otra vez en plenitud f¨ªsica, simplemente uno de los tres o cuatro mejores p¨ªvots (nunca m¨¢s atr¨¢s, no ahora mismo) de la NBA.

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