Rid¨ªculo de los Warriors de Curry y Durant ante los Spurs de Gasol y un Kawhi estelar
Kawhi bate su r¨¦cord de anotaci¨®n ante unos Warriors impotentes que ya perd¨ªan por 18 al descanso. Desastre inicial del favorito al anillo. Pau Gasol, 2 puntos. Final NBA: Warriors vs Rockets, juego 7

Los Warriors abrieron la temporada pasada con r¨¦cord de 24 victorias seguidas y no perdieron hasta el 12 de diciembre. En el Oracle Arena, donde estuvieron invictos 430 d¨ªas en Regular Season, la primera derrota lleg¨® el 1 de abril. Despu¨¦s alcanzaron las 73 victorias y navegaron por los playoffs hasta aquel ya ic¨®nico 3-1 de las Finales, que se evapor¨® entre los hombros herc¨²leos de LeBron James. Y lleg¨® Kevin Durant. Mientras, los Spurs salieron tocados por la eliminaci¨®n ante los Thunder y Tim Duncan se retir¨®. Todo eso, historia conocida, es un contexto que convierte en a priori inexplicable la paliza descomunal (100-129) que los Spurs le dieron a los Warriors en el Oracle en la jornada inaugural de la temporada 2016-17. Inexplicable solo a priori. O solo sin ver el partido.
El partido, una marcha militar al ritmo de Kawhi Leonard (ejercicio de dominaci¨®n, r¨¦cord de anotaci¨®n con 35 puntos, 5 rebotes, 5 robos) y LaMarcus Aldridge (26 puntos y 12 rebote, 7 en ataque) fue un perfecto espanto para los Warriors y un muestrario de todo lo que les puede ir mal en este inicio de temporada. Se puede exagerar la reacci¨®n, se puede recurrir ya a la qu¨ªmica y los roles o se puede hablar de una noche de abstenci¨®n, abstinencia o ambas cosas. Es demasiado pronto aunque todos los que han clamado (o rumiado) durante el verano contra la formaci¨®n del big four tienen un d¨ªa para el disfrute: son, recuerdo, cuatro derrotas seguidas de los Warriors desde la pasada Final. O cinco en seis partidos. U ocho en quince. Durante la temporada pasada solo llegaron una vez al descanso con el -18 de este? desastroso partido (46-64). Y solo otra al cierre del tercer cuarto con un -20 (77-97 esta vez). A falta de diez minutos la grada del Oracle (otra vez distante, el dinero de San Francisco donde estuvo el coraz¨®n de Oakland) se vaciaba con el marcado en 82-110. Sorprende el 82. Y sorprende el 110. Y sorprende m¨¢s c¨®mo se produjo todo, una tormenta perfecta que demostr¨® que, al fin y al cabo, los Spurs estar¨¢n ah¨ª. Pasito a pasito o zancada a zancada, pero estar¨¢n.
Jonathon Simmons (20 puntos totales), que entr¨® como un torbellino desde la segunda unidad (de 18-18 a 20-31 en los minutos de rotaciones del primer cuarto) aport¨® a Popovich soluciones para ajustar contra el small ball de los Warriors. Con LaMarcus muy c¨®modo de p¨ªvot, esta vez enormemente superior a Dray Green, los texanos arrasaron el rebote, aprovecharon cada regalo de un rival con rachas de juego rid¨ªculas y sumaron por pura eficiencia: los Warriors tiraron 18 tiros libres totales, Kawhi firm¨® ¨¦l solo un 15/15 (13/13 en tres cuartos). El rebote, la circulaci¨®n, los cambios defensivos¡ el repaso de Popovich y su agenda fue integral y vertical: en toda la pista, en todos los conceptos. ?Y Pau Gasol? Obligado a perseguir a Kevin Durant, fue el eslab¨®n d¨¦bil esta vez y el jugador sacrificado en los minutos de despegue de su equipo, que vio desde el banquillo: solo jug¨® 18 y solo anot¨® 2 puntos (1/4 en tiros). Cogi¨® 4 rebotes, termin¨® con un -13 en pista y dej¨® la certeza de que habr¨¢ rivales, y partidos, mucho mejores para sus caracter¨ªsticas.
De los Warriors no hubo nada, ni rastro, como si no estuvieran preparados para un gui¨®n as¨ª: del pasmo y la incredulidad a la par¨¢lisis. Sin mecanismos colectivos, sin respuestas, como si siguieran bajando por aquella escalera de caracol de pesadilla que fueron las Finales 2016, un descenso a los infiernos que parec¨ªa borrado por el verano y la catarsis Durant. Nada: un excelente inicio del propio KD (9 puntos sin fallo muy r¨¢pido, 23 absolutamente discretos al final), chispazos inconexos de Stephen Curry (24 puntos, 3/9 en triples), desapariciones misteriosas de Draymond Green y tiros horripilantes de un Klay Thompson horripilante (11 puntos, 1/6 en triples).
Al final, 21% colectivo en triples, 16 p¨¦rdidas y un partido deprimente de un banquillo todav¨ªa con la rotaci¨®n en cuarentena: +5 para los Warriors con el big four en pista, -34 en cuanto uno de los cuatro estaba en el banquillo... y 16-54 final en anotaci¨®n de suplentes. Impropios Iguodala (desaparecido en defensa) y Livingston, Steve Kerr se qued¨® sin las navajas suizas que le sacaron de tantas y su equipo no tuvo sost¨¦n ni continuidad ni sentido. Nunca enlaz¨® las suficientes buenas defensas, nunca atac¨® con las suficientes buenas circulaciones. Depende de cuando miraras y si lo hac¨ªas de reojo, parec¨ªa el Oracle y parec¨ªan los Warriors. Pero nada m¨¢s: una sombra, un mal disfraz de Halloween, un inicio de trayecto terriblemente deprimente ante un rival que pas¨® de la eficiencia a la brillantez y que gan¨® por aplastamiento y con el muestrario de todo lo que han sido en los ¨²ltimos a?os/lustros. Tim Duncan ya no est¨¢, pero su esp¨ªritu s¨ª: vive en el cuerpo de Kawhi Leonard, de profesi¨®n aspirante al MVP.