Hawks: introducir matices para salvaguardar el proyecto
Si Mike Budenholzer consigue hacer encajar a Dwight Howard en el sistema, Atlanta a¨²n seguir¨¢ teniendo algo que decir en el Este. Incluso sin Horford.
En las dos ¨²ltimas temporadas, s¨®lo LeBron James y sus Cavaliers fueron capaces de frenar a los Hawks. Sin embargo, m¨¢s de la mitad de la columna vertebral de aquel equipo que logr¨® 60 triunfos en la 2014-15 y que maravill¨® con su acad¨¦mico y vistoso juego (su quinteto titular fue reconocido como ¡®mejor jugador¡¯ del mes de enero) ya no est¨¢. A la marcha de DeMarre Carroll ¡ªnunca del todo reconocido¡ª a los Raptors en 2015, se han unido este verano las de Jeff Teague y Al Horford. Muchas y notables piezas que en circunstancias normales invitar¨ªan a pensar en el punto y final de cualquier proyecto. Pero no corramos tanto. Kyle Korver (exquisito tirador) y sobre todo Paul Millsap contin¨²an. Adem¨¢s, el constructor de estos Hawks tambi¨¦n sigue al frente. Mike Budenholzer se ha ganado el respeto y admiraci¨®n de todos por lo realizado en Atlanta hasta la fecha. Y por si fuera poco, un tal Dwight Howard aterriza en la franquicia de su ciudad natal. No sali¨® bien parado ni de Los ?ngeles como de Houston, pero a sus 30 a?os a¨²n tiene cosas que decir y aportar. No olvidemos que hablamos de un potencial candidato al Hall of Fame.
Su llegada, inevitablemente, condicionar¨¢ un esquema t¨¢ctico muy automatizado y basado en el formidable movimiento de bal¨®n cimentado en la solidaridad e inteligencia de sus jugadores. Pero no por ello hay que buscar una filosof¨ªa rupturista. Se trata simplemente de introducir matices que faciliten balones interiores a Howard. Adem¨¢s, con el traspaso de Teague a los Pacers, la franquicia ha apostado definitivamente por Dennis Schr?der como director de juego. Quiz¨¢ resulte m¨¢s an¨¢rquico que su predecesor, pero los n¨²meros de la pasada campa?a se?alan que el equipo atacaba y defend¨ªa mejor con el alem¨¢n en pista. As¨ª llegamos a, trato exquisito del bal¨®n aparte, la gran virtud de este equipo: la defensa. S¨®lo los Spurs recibieron menos puntos por cada 100 posesiones el ¨²ltimo curso que los halcones. Un sistema vertebrado en la pareja interior que formaban Horford y Millsap. El dominicano ya no est¨¢, pero s¨ª Dwight. Su movimiento lateral le impedir¨¢ defender posiciones m¨¢s alejadas de la canasta, pero no variar la trayectoria de los tiros y cerrar el aro. Su presencia debe servir para corregir la gran tara de estos Hawks: el rebote.
Quiz¨¢ la qu¨ªmica no sea la de la a?os anteriores, pero en Atlanta siguen contando con potencial para seguir formando parte de la ¨¦lite de la Conferencia Este. Mike Budenholzer tiene ante s¨ª un reto formidable y apasionante a partes iguales: readaptar los mecanismos de un sistema tan eficaz como vistoso. S¨ª lo consigue, Dwight Howard volver¨¢ a sonre¨ªr. No es cuesti¨®n balad¨ª.