NEW YORK KNICKS
Porzingis: del ni?o let¨®n de las trenzas al benepl¨¢cito de Kobe
En un art¨ªculo en 'The Players' Tribune', la sensaci¨®n letona de los Knicks repasa el vieja completado hasta ahora en su carrera.
"No estoy para salvar el mundo, simplemente juego al baloncesto. As¨ª de f¨¢cil". De esta forma resume su filosof¨ªa uno de los jugadores llamados a ser protagonista principal de la NBA en la pr¨®xima d¨¦cada: Kristaps Porzingis. En un art¨ªculo en 'The Players' Tribune' el ala-p¨ªvot de los Knicks narra el viaje que le ha llevado desde Letonia a triunfar en una de las mecas del baloncesto y el deporte mundial: el Madison Square Garden de Nueva York.
Su mote original
Ni 'Porzee', ni 'KP': 'Pastaritis'. Ese era su apodo cuando era un chaval en su Letonia natal. Se lo pusieron sus hermanos mayores, Janis y Martins, y literalmente significa "el m¨¢s peque?o de la familia". Lo ¨²nico que le importaba era jugar al baloncesto: "Mis hermanos ten¨ªan la impresi¨®n de que nunca prestaba atenci¨®n a lo que suced¨ªa mi alrededor". En aquella ¨¦poca se tom¨® la fotograf¨ªa que dio la vuelta al mundo hace justo un a?o, d¨ªas antes de su debut en la NBA: en ella se le ve¨ªa de ni?o luciendo en la cabeza las t¨ªpicas trenzas afro. ?Por qu¨¦ este look? La culpa la tuvo una apuesta entre hermanos. Con apenas diez a?os fue Kristaps quien la gan¨®: sus hermanos no aguantaron y acabaron cort¨¢ndose el pelo. Pero Porzingis no hizo lo mismo. "Ve¨ªa a Iverson y Carmelo por la televisi¨®n jugando en la NBA y un d¨ªa les coment¨¦ a mis hermanos: '?Quiero hacerme trenzas!' Y as¨ª fue... durante un a?o".
Llegada a Sevilla
Con 15 a?os decidi¨® poner rumbo a Sevilla para para seguir porgresando. Sin embargo, los inicios no fueron ni mucho menos de color de rosa. "No sab¨ªa lo que me pasaba", rememora. Cuando regres¨® a casa por Navidad y en el aeropuerto empez¨® a escuchar a la gente hablando let¨®n recobr¨® toda la energ¨ªa: "Era como estar en el cielo". Pero las vacaciones pasaron y tuvo que volver a Espa?a. Vuelta a la cruda realidad. Y esta casi pudo con ¨¦l. Admite que lleg¨® a empacar sus cosas. "Llegu¨¦ a pensar en regresar durante un par de d¨ªas. [...] Pero entonces empec¨¦ a entrenar de nuevo...". A partir de ah¨ª, las cosas cambiaron a mejor.?
La NBA
En el Baloncesto Sevilla se hizo profesional y un nombre que le permiti¨® ser elegido con el n¨²mero 4 del draft 2015. Los Knicks apostaron por ¨¦l. En apenas unos meses revirti¨® los abucheos tras su elecci¨®n en aplausos. La Porzingisman¨ªa se desat¨® en Nueva York. Aunque en la Capital del Mundo una constante se ha mantenido inalterable: la gente le sigue parando por la calle pregunt¨¢ndole si juega al baloncesto. "Ahora me reconocen mucho m¨¢s por la calle, pero sigue habiendo personas que me paran y me dicen: '?Sabes? Deber¨ªas tratar de ganar algo de dinero jugando al baloncesto", explica.?
En su primer curso NBA cumpli¨® a medias uno de sus sue?os: anotar la canasta ganadora sobre la bocina. Ocurri¨® en Charlotte. "Los compa?eros me estaban abrazando, Melo gritaba... pero no vali¨®", explica. Los ¨¢rbitros anularon el enceste porque se hab¨ªa producido fuera de tiempo. As¨ª que tuvo que volver a a?adir el lograr un game winner en su lista de objetivos junto a conseguir un cu¨¢druple-doble: puntos, asistencias, rebotes y tapones. "Diez tapones es algo complicado... No s¨¦", comenta. Aunque por le momento le queda el consuelo de contar con el benepl¨¢cito de su ¨ªdolo. "Tienes un brillante futuro ante ti", le dijo Kobe Bryant tras su ¨²ltimo partido en el Madison.
Futuro
Los elogios no le han faltado. Es cierto. Pero ¨¦l sabe que debe mantener los pies sobre la tierra y dedicarse a jugar al baloncesto. Como aquel ni?o con trenzas que creci¨® en Letonia. "Tengo seguridad en m¨ª mismo porque soy 'Pastaritis'. ?Os acord¨¢is?"