El Real Madrid abre la nueva era con un triunfo de prestigio
Los blancos vencieron al Olympiacos igual que hace 16 a?os en el primer partido de la Euroliga. Llull y Doncic marcaron el paso y dieron el aceler¨®n final para firmar un +18.


La nueva era de la Euroliga, la del todos contra todos y m¨¢s de cinco millones para el campe¨®n, alz¨® el tel¨®n en un Barclaycard Center lleno hasta donde se perd¨ªa la vista. Como hace diecis¨¦is a?os, el Real Madrid gan¨® al Olympiacos. Entonces en un escenario de menos pretensiones (el viejo Saporta) y en una competici¨®n que echaba a andar al margen de la FIBA. Triunfo de prestigio, aquel y este, tras escalar la habitual cumbre roja, el ochomil nuestro de cada d¨ªa que levantan los de El Pireo arrimando hombros. Llull y Doncic marcaron el paso, pero el colectivo sac¨® nota alta. Hay talento y parece que tambi¨¦n cohesi¨®n de grupo. Equipo.
Para abrir boca hubo duelo directo entre Llull y Spanoulis. Bien el griego (solo acompa?ado por Printezis y Lojeski), un cicl¨®n el menorqu¨ªn: 15 puntos en el primer cuarto. Incontenible. Sin embargo, pese a la congregaci¨®n de estrellas sobre el parqu¨¦, la afici¨®n miraba a las alturas, al v¨ªdeomarcador estropeado, donde la anotaci¨®n del Madrid no flu¨ªa. Pitos y guasa para reclamar que dejaran de sisar puntos a los locales, que atacaban con tino pero eran condescendientes atr¨¢s.
¡°Estoy muy contento con nuestro rebote ¡ªafirmaba el lunes Laso¡ª. Dicho esto, el Olympiacos nos matar¨¢ en los rechaces¡±. Pueden adivinarlo: 14 a 19 dominaban los de El Pireo al descanso (1 a 8 en los ofensivos). Esa laguna, con Randolph in¨¦dito ah¨ª y despistado en el resto, hinch¨® las velas de la armada griega. El estadounidense se ir¨ªa al banquillo, pero justo antes amag¨® el triple, penetr¨® por la izquierda y vol¨® por encima de la zona para colgarse del aro (35-30). ?Vaya pedazo de mate! Luego volver¨ªa muy centrado, como Thompkins.
Pasado el efervescente inicio de Llull, Spanoulis y su tropa andaban de vuelta como es tradici¨®n. Otra vez agarrados con u?as y dientes a lo que sea que no haya pulido el rival. El genio de Larissa sum¨® la ¨²ltima de la primera parte. Dribl¨® a Reyes con bote y cuando Taylor tocaba la luna para taponarle, aguant¨® la ca¨ªda propia y la ajena para embocarla en horizontal: 42-40.
En la reanudaci¨®n el Madrid supo escapar de la trampa visitante a medio tejer (49-51). Cogi¨® las riendas y descabalg¨® el duelo desde la defensa y con rebotes, todos los que le faltaron al principio. Un par de acelerones de Llull y un triple de Rudy le dieron aire, tambi¨¦n una personal m¨¢s t¨¦cnica que sac¨® Doncic (por cierto, se pitaron tres antideportivas para relanzar el juego de contraataque). El Real abri¨® brecha, bien; la supo aguantar, mejor; y la ensanch¨® para sacar nota con el empell¨®n final de Llull y Doncic: un +18 muy rico por lo que pueda pasar.