No hubo milagro pero todav¨ªa puede haber medalla

Espa?a vs Australia en directo online

Espa?a, otra vez, luch¨® hasta donde pudo con Estados Unidos, esta vez en un nivel m¨¢s terrenal que en los d¨ªas de LeBron y Kobe Bryant, con un 35 por ciento de acierto en triples y cierta sensaci¨®n de temor de sus jugadores en la pista. Pero como en Atenas, Pek¨ªn y Londres, la Selecci¨®n tampoco pudo subir el ¨²ltimo escal¨®n que le ha separado estos a?os del n¨²mero uno del baloncesto. Si se trataba de explorar los l¨ªmites de esta generaci¨®n, Espa?a lo ha perseguido con perseverancia y unos valores admirables que dignifican el deporte. Ha buscado y no ha evitado a Estados Unidos porque se sinti¨® legitimada para ello. No estuvo en su mejor versi¨®n en la semifinal de R¨ªo, lo admiti¨® hasta Gasol, pese a pelear con fiereza. Se llevar¨¢ la espina de no haber subido ese Everest, pero la admiraci¨®n por haber recibido el respeto de los m¨¢s grandes de la canasta. El 76-82 final en el Carioca Arena, que como el Wukesong chino y el O2 de Londres no acab¨® siendo pista m¨¢gica, le manda a la lucha por el bronce (contra Australia, el domingo a las 16:30 horas) y a Estados Unidos a la final, la tercera consecutiva, de los Juegos frente a Serbia el domingo (20:45). Espa?a sigue sin ganarle a Estados Unidos en unos Juegos (11-0 de parcial). Pero, ya lo saben, seguiremos intent¨¢ndolo.

El partido, con un perfil distinto al de Pek¨ªn (107-118) y a Londres (100-107), mucho m¨¢s defensivo y trabado, con Espa?a dando mordiscos atr¨¢s, se fue al descanso 39-45 por culpa de un triple al final del primer cuarto de Lowry y otro de Klay Thompson, inspirad¨ªsimo, al filo de la bocina en el segundo. Era tal vez la diferencia real porque Estados Unidos hab¨ªa cogido la iniciativa en el marcador desde el principio. Al principio lanzado por Durant, que hizo el primer mini-break (9-16) y luego por un especialista reputad¨ªsimo. Klay Thompson, uno de los mejores lanzadores del planeta, se march¨® al descanso con 17 puntos. A Navarro su defensa se le hizo imposible en el segundo cuarto. Pero es que lo ser¨ªa para cualquiera. Nacido en Los ?ngeles, estrella de los Warriors, su mec¨¢nica de lanzamiento es supers¨®nica. Indefendible. ?l apag¨® una rebeli¨®n de casta de Espa?a, soportada por Gasol en el primer cuarto y que recibi¨® otra vez las buenas noticias en el segundo de Willy Hern¨¢ngomez, la gran aparici¨®n del torneo y la luz en el futuro para Espa?a.

Las dos faltas rapid¨ªsimas de Ricky en la primera parte frustraron en parte el plan de Scariolo. Las manos r¨¢pidas del base de El Masnou estaban incomodando a Irving, uno de los jugadores de mejor manejo del mundo. Pero los ¨¢rbitros, metidos en una espiral rid¨ªcula de t¨¦cnicas, no le dejaron tranquilo. M¨¢s problema fueron las cuatro faltas de Mirotic, aunque Estados Unidos, que jug¨® con respeto reverencial a la selecci¨®n, ten¨ªa el de Durant, con tres. El alero de Washington supo protegerse bien despu¨¦s.

Espa?a super¨® al inicio de la segunda parte otra situaci¨®n l¨ªmite, un 43-52, con un arre¨®n que le acerc¨® otra vez a cinco puntos (48-53). Pero se acercaba al m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa (50-61). S¨®lo Gasol, imperial otra vez, le manten¨ªa ya en el partido con el evidente desgaste que eso supon¨ªa y que le cost¨® incluso toparse con DeAndre Jordan, que se agigant¨® en la segunda parte. Aun as¨ª, Gasol dio otro recital. Canastas de todos los colores, orgullo en defensa, apoyo a sus compa?eros. Pidi¨® m¨¢s a sus compa?eros y fue l¨ªder hasta el final.

A ocho minutos del final, y con otro rebote de ataque sencillo de Paul George m¨¢s una bandeja de Lowry (que llevaba desaparecido todos los Juegos y le dio una marcha m¨¢s a su selecci¨®n), la gesta se vio imposible. El partido vol¨®, tal vez porque no quer¨ªamos que esto se acabara y existiese la sensaci¨®n de que, esta vez s¨ª, pod¨ªa ser la ¨²ltima oportunidad durante un buen periodo de tiempo. Navarro y Mirotic intentaron evitar lo inevitable con dos triples pero la maquinita de Estados Unidos no permiti¨® ning¨²n acercamiento serio. Espa?a no avist¨® en ning¨²n momento la posibilidad de llegar a Estados Unidos, siempre hubo una barrera de m¨¢s en el camino. A 1:32 del final, Scariolo decidi¨® que ya era suficiente. Gasol, que como el resto de jugadores realiz¨® un esfuerzo descomunal en defensa que veremos si no se paga el domingo (¡°estamos muy cansados¡±, admiti¨® Reyes al final), se fue a descansar. Era la aceptaci¨®n de la derrota de un equipo que se gast¨® todo lo que tuvo atr¨¢s y tal vez por eso perdi¨® brillantez en eso que tantas veces lo ha hecho grande y que ha permitido elogios como los de Parker los ¨²ltimos d¨ªas (¡°me recordaron a los Spurs¡±). Esta vez fueron m¨¢s soldados que genios. Hubo m¨¢s compromiso que baloncesto. En esta maravillosa saga de enfrentamientos contra Estados Unidos, l¨¢stima, siempre nos falt¨® abrir la ¨²ltima puerta.

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