LeBron: "Mi motivaci¨®n es el fantasma que jug¨® en Chicago"

Una historia irrepetible acab¨® con los 52 a?os en blanco de Cleveland hace menos de dos meses. LeBron James, el villano favorito de la NBA durante muchos a?os (sobre todo por aquel d¨ªa que llev¨® sus talentos a South Beach), consigui¨® algo que parec¨ªa imposible: dobleg¨® al mejor equipo de la temporada, al que m¨¢s partidos ha ganado en la historia de la competici¨®n (73). Lo hizo pese al 1-3 inicial, remontando lo inhumano. Y liderando a todos cuantos pisaron los parqu¨¦s durante esos siete partidos ya legendarios en puntos, rebotes, asistencias, robos y tapones. Una gesta may¨²scula que, adem¨¢s, le ha quitado esos yunques que hicieron nido en sus hombros el 26 de junio de 2003.

Pero LeBron no ha tenido suficiente. Claro que no. Porque, como ¨¦l bien dice, "si puedo ponerme en la posici¨®n correcta para llegar a ser el jugador m¨¢s grande, eso ser¨ªa algo extraordinario".

As¨ª, Lee Jenkins (Sports Illustrated) vuelve a dejar a todo el mundo con la boca abierta. Y lo hace con una pieza que explica hasta el ¨²ltimo detalle lo que pasa por la cabeza del Rey tras lo ocurrido en los ¨²ltimos meses (imperdible). LeBron mira a los nuevos Warriors, s¨ª. Pero solo de reojo. Su objetivo real vuela mucho m¨¢s alto de lo que pueda conseguir ¨¦sta o la pr¨®xima temporada. Su motivaci¨®n no es Curry. Tampoco Durant (nada terrenal). Su musa, lo que le lleva a exigirse el m¨¢ximo d¨ªa tras d¨ªa, hora tras hora en el gimnasio, vest¨ªa de rojo, blanco y negro, llevaba un toro por bandera y un apellido inconfundible a la espalda: Jordan.?

"Mi motivaci¨®n es el fantasma que persigo. El fantasma que jug¨® en Chicago", dijo LeBron y escribe Jenkins. Palabras que el otro gran 23 de la historia del baloncesto pronunci¨® en el hangar en el que se celebr¨® hace unos d¨ªas el evento anual de la Nike Skills Academy.

Adem¨¢s de sincerarse, James tuvo tiempo para hablar largo y tendido sobre las Finales y lo que ha significado para ¨¦l este anillo con los Cavs. Repeticiones del s¨¦ptimo partido, jugadas que se le quedaron grabadas en la cabeza solo a ¨¦l y muchas de las historias que surgieron a trav¨¦s de aquel ya m¨ªtico tap¨®n sobre Iguodala. Del "yo prometo" al "promesa cumplida" (en la pulsera de su mu?eca). Pero siempre con m¨¢s hambre. Con ganas de seguir caminando hacia el olimpo. Siempre esperando al siguiente reto.