La sanci¨®n a Green transforma la Final: ?qu¨¦ har¨¢n los Warriors?
Sin un jugador que estaba en muchas quinielas para el MVP, los Cavs tienen una opci¨®n real de asaltar el Oracle y alargar una Final que parec¨ªa sentenciada.
data:image/s3,"s3://crabby-images/eaa5c/eaa5c2bf9f052e296040c6c93079120c539ce571" alt="CLEVELAND, OH - JUNE 10: Stephen Curry #30 and Andre Iguodala #9 of the Golden State Warriors walk off the court during a time out against the Cleveland Cavaliers during the fourth quarter in Game 4 of the 2016 NBA Finals at Quicken Loans Arena on June 10, 2016 in Cleveland, Ohio. NOTE TO USER: User expressly acknowledges and agrees that, by downloading and or using this photograph, User is consenting to the terms and conditions of the Getty Images License Agreement. Ronald Martinez/Getty Images/AFP
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La sanci¨®n a Draymond Green lo cambi¨® todo, de repente. La Final de la NBA 2016 se daba por sentenciada, de hecho pocos apostaban a que fuera m¨¢s all¨¢ de este quinto partido tras la demostraci¨®n de competitividad rocosa de los Warriors en el cuarto, el pasado viernes. El debate hab¨ªa virado casi exclusivamente hacia qui¨¦n ser¨ªa MVP: otra vez Iguodala, Stephen Curry si firmaba un partido deslumbrante¡. o Draymond Green, seguramente el jugador con m¨¢s influencia en la Final, mano a mano con el propio Iggy. Pero entonces llegaron las noticias y con ellas, una polvareda colosal. Tormenta medi¨¢tica, pol¨¦mica en carne viva y hasta un nuevo planteamiento deportivo. De repente, volv¨ªa a haber Final. Como cuando parec¨ªa muerta con el 2-0 y los Cavs la reanimaron su paliza del tercer partido. Entonces desaprovecharon su oportunidad con la derrota en el cuarto¡ ?qu¨¦ har¨¢n ahora?
Cae Green: l¨ªo en todos los frentes posibles
Primero la sanci¨®n, con todos los ingredientes para formar un l¨ªo descomunal: Draymond Green ha ido pasado de revoluciones durante todos los playoffs, el car¨¢cter volc¨¢nico que siempre le ha impulsado de repente en su contra, descontrolado cuando vinieron mal dadas contra los Thunder. ?l solo se ha puesto en la situaci¨®n en la que est¨¢ y ni siquiera debi¨® enzarzarse con LeBron con el cuarto partido ya pr¨¢cticamente resuelto. La NBA le marc¨® una l¨ªnea roja tras la Final de Conferencia y ¨¦l la traspas¨®. Desde ese punto de vista, la sanci¨®n puede ser comprensible.
Pero no es menos cierto que seguramente ni hab¨ªa necesidad de rearbitrar la jugada en cuesti¨®n (LeBron pasa innecesariamente por encima de Green y ¨¦ste le suela un golpe en la entrepierna), y menos despu¨¦s de un final de partido en el que los ¨¢rbitros permitieron un nivel f¨ªsico que trascendi¨® de largo el reglamento, que la actitud de los Cavaliers ha dado munici¨®n a los amantes de las conspiraciones y que, de esto hay poca duda, Green ha recibido con ligereza la sanci¨®n que mereci¨® y no se llev¨® ante los Thunder. En un caso con 3-1 a favor y en el otro con 1-3 en contra.
Para colmo, la implicaci¨®n de LeBron ha terminado de sacar de quicio las opiniones, en un sentido y en otro. Mientras, Ayesha Curry (la mujer de Stephen) y Marreese Speights lanzaron dardos a LeBron en Twitter, el ala-p¨ªvot con el emoticono de un biber¨®n poco despu¨¦s de que Klay Thompson se sorprendiera ante la prensa de que el cuatro veces MVP tuviera de pronto la piel tan fina: ¡°esta es una liga para tipos mayorcitos¡±. En el fondo, y Andrew Bogut lo dijo de forma bastante directa, subyace la percepci¨®n de que los Cavs maniobraron, en pista y fuera de ella, para sacar del partido a un Draymond que, en todo caso, pic¨®.
A los Cavaliers se les abren nuevas posibilidades
Pero el hecho es que Green no va a jugar. No ha faltado en ninguna de las 88 victorias de su equipo en la temporada (solo se perdi¨® un partido: derrota en Denver) y su trascendencia es descomunal: el mejor +/- de la Regular Season y el segundo mejor de los playoffs por detr¨¢s de LeBron (+166 por +153). Nadie en la rotaci¨®n de los Warriors estaba jugando m¨¢s en la Final (38,1 minutos por noche) y Curry solo ha metido en la eliminatoria ocho puntos sin ¨¦l en pista. Porque coinciden casi siempre¡ y precisamente en ese ajuste tiene el principal problema Steve Kerr: le toca cambiar el gui¨®n. En ataque, Green anota, distribuye y amasa bote para liberar al MVP. Y en defensa cuerpea a Tristan Thompson en la lucha por el rebote y, especialmente cuando ejerce de p¨ªvot, reduce dr¨¢sticamente la producci¨®n en la zona de LeBron James y Kyrie Irving: f¨ªsico, protecci¨®n del aro y ayudas casi coreografiadas. Es, en definitiva, el eje del devastador small ball (death lineup, el quinteto de la muerte) con el que los Warriors controlan casi a cualquier rival, tambi¨¦n desde luego a estos Cavs tan cortos de variantes.
Dray es insustituible y los Cavaliers deber¨ªan percibir una subida brusca de sus acciones, al menos para este cuarto partido. LeBron y Kyrie podr¨¢n ser m¨¢s agresivos, Kevin Love quiz¨¢ encuentre un sitio en la Final (solo quiz¨¢¡) y la defensa, con una preocupaci¨®n menos, tratar¨¢ de hacer otra vez efectivos los cepos que Curry y Klay Thompson burlaron el pasado viernes. Tal y como estaban las cosas, pueden darse por satisfechos. Pero lo que no ha cambiado es que tienen que ganar tres partidos seguidos a un rival que no los ha concedido en toda la era Kerr y que tienen que robar dos triunfos de un Oracle donde los Warriors han perdido solo tres veces en toda la temporada, playoffs incluidos. Todo eso, que acumulan ocho derrotas en nueve partidos contra los de la Bah¨ªa y que ser¨ªan el primer equipo que consigue remontar un 3-1 en toda la historia de las Finales. Y finalmente, las tareas de Lue, que su banquillo sigue siendo un agujero negro y su rotaci¨®n interior un problema casi irresoluble: si juegan Love y Frye, los Warriors anotan con continuidad. Si no lo hacen, solo JR Smith abre la pista y no hay espacios para LeBron y Kyrie.
Los Warriors: el 32-0, el Oracle y los Splash Brothers
Del 32-0 acumulado en Finales que se colocan 3-1, solo en 17 se cerr¨® el anillo en el quinto partido. En quince no: 13 en el sexto y dos en el s¨¦ptimo. Es otro buen dato para los Cavs pero tiene trampa ya que antes la Final se disputaba en formato 2-3-2 (ahora 2-2-1-1-1) y el quinto partido se jugaba todav¨ªa en pista del equipo con el factor cancha en contra. Pero hoy se juega en Oakland, de donde los Cavs salieron hace una semana 2-0 y con un devastador -48 en diferencia de puntos.
?Y los Warriors? Es obvio que de entrada necesitan, todav¨ªa m¨¢s, un gran partido de Thompson y de un Curry que se ver¨¢ m¨¢s exigido tambi¨¦n como playmaker. Necesitan su mejor versi¨®n defensiva, cerrar el rebote y evitar las p¨¦rdidas: 34 puntos tras ellas de los Cavs en el tercer partido, solo 9 en el cuarto. Cuentan con un Oracle que promete mucho ruido, much¨ªsimo, y donde nunca han ganado un t¨ªtulo: el ¨²ltimo como local lleg¨® todav¨ªa en Philadelphia (1956) y los de 1975 y 2015 los sellaron a domicilio. Cuentan con la motivaci¨®n extra de una situaci¨®n que les ha hecho sentir damnificados y cuentan, son los Warriors, con alternativas fiables pero que seguramente tengan que pasar por m¨¢s minutos con un p¨ªvot puro, sea Bogut o Ezeli.
Para el quinteto titular, Kerr tiene varias opciones: Iguodala es la obvia, con Harrison Barnes de cuatro, pero quiz¨¢ el t¨¦cnico prefiera no cambiar la forma en la que est¨¢ utilizando al perro de presa de LeBron. Livingston ayudar¨ªa a Curry a manejar las posesiones y echar¨ªa una buena mano en defensa, McAdoo permitir¨ªa ganar tiempo y tocar lo menos posible el plan inicial¡ y hasta Brandon Rush, que a priori no cuenta como posibilidad, fue titular en 25 partidos en Regular Season. Sea como fuere, el meollo del asunto no es con qui¨¦n empieza Kerr el partido sino con qui¨¦n lo acaba, y ah¨ª pueden los Warriors volver a necesitar a un Bogut en buena sinton¨ªa. Y necesitar¨¢n desde luego mucha producci¨®n de Barnes, que por lo dem¨¢s y sin hacer mucho ruido est¨¢ jugando una excelente serie.
De repente vuelve a haber Final, veremos si solo por un d¨ªa m¨¢s. Para Golden State Warriors, cerrar el anillo sin Green no solo pondr¨ªa el colof¨®n a (seguramente) la mejor temporada de la historia de cualquier equipo, sino que tambi¨¦n refrendar¨ªa unos playoffs en combate contra quienes les cuestionaba porque siempre parec¨ªan tener todo a favor: la lesi¨®n de Curry, el 1-3 ante los Thunder, la sanci¨®n a Green. Si ganan los Cavs, podr¨¢n so?ar de regreso a Cleveland, todav¨ªa con todas las matem¨¢ticas en contra, con forzar el s¨¦ptimo partido. As¨ª que unos claman su enfado y los otros rumian su recuperada esperanza. Y todo el mundo, de repente, tiene ganas de quinto partido. Sin Dray Green pero con todo lo dem¨¢s: primer match ball para los Warriors.