La historia de Shaun Livingston: de posible amputaci¨®n al anillo

Livingston naci¨® en Peoria (Illinois), y all¨ª fue donde dio sus primeros pasos en el deporte de la canasta y la pelota naranja. Se convirti¨® en una estrella en el instituto (Peoria Central) y visit¨® las universidades de?Duke, North Carolina, Arizona e Illinois.?"Con su altura (2,01), era capaz de ver cosas que los dem¨¢s bases no ve¨ªan", escribi¨® Mike?Krzyzewski, t¨¦cnico de los Blue Devils, en un email (Grantland). El espigado point guard se comprometi¨® con Duke, pero la llamada de la NBA le lleg¨® antes de que pudiera poner un pie en el parqu¨¦ del Cameron Indoor Stadium. Despu¨¦s de conocer que los scouts de la Liga cre¨ªan que ser¨ªa un pick de la loter¨ªa (los 14 primeros puestos), Livingston asombr¨® a todos los que se dieron cita en un entrenamiento pre-Draft en Chicago. "En una hora, solo anot¨® un par de tiros. Estaba muy nervioso. Pero cuando empezamos con los ejercicios de manejo y pase, dej¨® a todo el mundo alucinado. Ten¨ªa todas esas cosas que no se pueden ense?ar. Puedes ense?ar a alguien a tirar a canasta, pero no puedes ense?ar la visi¨®n de juego o la habilidad para pasar el bal¨®n", dijo Tim Grover, el preparador que llev¨® aquel entrenamiento y m¨¢s conocido por haber trabajado con Michael Jordan o Kobe Bryant. Ten¨ªa que jugar sus cartas y prepararse para la NBA; hab¨ªa llegado su hora.

Tras una dura conversaci¨®n con el decepcionado?Krzyzewski (Duke se qued¨® sin uno de sus mejores reclutas), Livingston se present¨® al Draft de 2004 y fue seleccionado en el puesto n¨²mero cuatro por Los Angeles Clippers. All¨ª jugar¨ªa sus tres primeros a?os en la Liga, compartiendo vestuario, entre otros, con Elton Brand, Corey Maggette, Kerry Kittles, Sam Cassell y Cuttino Mobley.

Su juego crec¨ªa, como sus minutos y su importancia en una franquicia en la que le ve¨ªan como su "mejor jugador" de futuro. "Era un gran defensor, ten¨ªa un IQ muy alto y su tiro mejoraba d¨ªa a d¨ªa", asegur¨® en su d¨ªa el entonces entrenador de los Clippers Mike Dunleavy. Pero entonces, con alguna ronda de playoffs a sus espaldas y un futuro m¨¢s que prometedor, lleg¨® el peor de los d¨ªas. El 26 de febrero de 2007, en un partido ante los Charlotte Bobcats, Livingston sufri¨® una de las peores lesiones que se recuerdan sobre una cancha de baloncesto. Tras un robo de Mobley, el bal¨®n apareci¨® al alcance de los brazos Shaun, y ¨¦ste sali¨® disparado hacia el aro rival. Aquella entrada a canasta cambiar¨ªa su carrera para siempre. Al caer, la pierna izquierda se le dobl¨® por completo: Livingston se hab¨ªa dislocado la rodilla, destrozando todo lo que pill¨® por el camino. Ligamento cruzado anterior, ligamento cruzado posterior, menisco, ligamento colateral tibial, r¨®tula y articulaci¨®n tibioperon¨¦a. Horror.

La ESPN avisaba de que la imagen pod¨ªa da?ar la sensibilidad (el v¨ªdeo aqu¨ª, aunque no lo recomiendo) y, ya en el hospital, creyendo que hab¨ªa sido simplemente una dislocaci¨®n (ya le hab¨ªa pasado en su primer a?o en la Liga y le hab¨ªan colocado la rodilla en el propio Staples, como en esta ocasi¨®n), la m¨¦dico le dijo que la amputaci¨®n era una opci¨®n. Por suerte, las pruebas fueron bien y Livingston 'solo' tendr¨ªa que pasar por el quir¨®fano, pero los m¨¦dicos ni siquiera pon¨ªan la mano en el fuego porque fuera a poder andar con normalidad. Le esperaban muchos meses de rehabilitaci¨®n, con el baloncesto, evidentemente, muy lejos de la ecuaci¨®n: la parte m¨¢s dura.

"Te eligen en el Draft y tienes todo ese potencial para ser, quiz¨¢s, jugador franquicia o un jugador muy importante de alg¨²n equipo. Ahora eres un jugador nuevo, no tienes la importancia que tuviste en su momento", contaba el ahora base de los Warriors en Sportscenter. ?Lo m¨¢s dif¨ªcil de la rehabilitaci¨®n y el regreso a la NBA? "La parte mental".

Livingston se recuper¨® muy poco a poco y entren¨® durante casi un a?o solo, con su hermano y junto al sue?o de volver alg¨²n d¨ªa a la mejor Liga de baloncesto del mundo. La primera oportunidad post-lesi¨®n, m¨¢s de un a?o despu¨¦s, le lleg¨® en Miami (solo cuatro partidos y despu¨¦s ocho en OKC), pero pas¨® por hasta siete equipos antes de fichar por los actuales campeones de la NBA. Contratos de 10 d¨ªas, temporadas enteras de solo unos minutos, traspasos por rondas protegidas top-55... Un viaje de vuelta lleno de obst¨¢culos.