Kawhi Leonard gana 94 millones y conduce un Chevrolet del 97
"Funciona y ya est¨¢ pagado", dice el alero sobre el coche de su adolescencia. Una estrella at¨ªpica que entra en p¨¢nico cuando pierde sus cupones de alitas de pollo gratis.
La segunda era de los Spurs comenz¨® el 23 de junio de 2011. Aquel d¨ªa se celebr¨® el draft de la NBA e Indiana Pacers eligi¨® en el n¨²mero 15 a un muchacho del apenas se sab¨ªa nada: Kawhi Leonard. Instantes despu¨¦s, la franquicia de San Antonio tom¨® la que por entonces era una m¨¢s que arriesgada decisi¨®n. Envi¨® a un George Hill que ven¨ªa de promediar 11,7 puntos y 5 rebotes en los playoffs de aquel a?o a Indian¨¢polis a cambio de "un chico al que no conoc¨ªamos". Lo dice Gregg Popovich, el mismo que le anima a sonre¨ªr. "Nos mir¨¢bamos los unos a los otros pregunt¨¢ndonos: '?De verdad vamos a hacer esto?' Ten¨ªamos miedo", rememora el t¨¦cnico en un genial art¨ªculo firmado por Lee Jenkins en 'Sports Illustrated' y titulado The Island of Kawhi (La isla de Kawhi).
Leonard, que perdi¨® a su padre con 16 a?os tras un tiroteo en el t¨²nel de lavado del que era propietario, es una superestrella at¨ªpica. La ¨²nica que sigue llevando trenzas. "Un Duncan 2.0", le define su compa?ero desde esta temporada David West. Huye de la fama y jam¨¢s le encontrar¨¢s en las redes sociales. Nunca quiso ser centro de atenci¨®n este alero de manos interminables (30 cent¨ªmetros miden). De peque?o, adem¨¢s de disfrutar jugando al baloncesto (¡°dos horas se me pasaban como si fueran 10 minutos¡±) disfrutaba con las matem¨¢ticas, su asignatura favorita. Resolver problemas de geometr¨ªa (quiz¨¢ de ah¨ª le venga el gusto por la arquitectura moderna) le ayudaban a mantenerse alejado del ruido y el gusto por las muchedumbres propios de una etapa como la adolescencia.
Pero su objetivo s¨®lo fue uno: jugar en la NBA. Con siete a?os, durante una revisi¨®n m¨¦dica, le adelant¨® al doctor que acabar¨ªa jugando en la mejor liga de baloncesto del planeta. Cumpli¨® su palabra. Poco antes de cumplir los 23 y en su tercer curso como profesional (2013-14), se doctor¨® por la puerta grande. Cum laude. Sec¨® a LeBron James en unas Finales en las que fue designado como MVP. Acababa de conseguir su primer anillo, el quinto para la franquicia de San Antonio. La temporada siguiente fue elegido Mejor Defensor de la competici¨®n. Siguiente paso: firmar su primer gran contrato. 94 millones de d¨®lares a repartir en los cinco a?os siguientes.
Deportista de ¨¦lite, exitoso y millonario. Pero sin estridencias. A menudo conduce un Chevy (Chevrolet) Tahoe del a?o 1997 rehabilitado al que bautiz¨® como Gas Guzzler (glot¨®n de gasolina). El mismo coche que ya utilizaba desde su adolescencia. ¡°Funciona y adem¨¢s ya est¨¢ pagado¡±, explica. Una normalidad impropia de los tiempos modernos. Es raro acostumbrarse a ver a uno de los mejores jugadores del mundo (Kawhi ya lo es y, de no estar Curry al nivel estratosf¨¦rico en el que se encuentra, probablemente el MVP de esta campa?a le perteneciese) manejar un veh¨ªculo que ha superado ya la mayor¨ªa de edad. Pero mientras otros son imanes para las marcas de art¨ªculos de lujo, belleza, moda¡ Leonard patrocina a Wingstop, una c¨¦lebre cadena de alitas de pollo en Estados Unidos que cuenta con unos 650 locales repartidos por toda su geograf¨ªa. Como recompensa, la empresa le env¨ªa cupones para canjearlos por alitas gratis. Sin embargo, este ¨²ltimo invierno, perdi¨® dichos cupones. Un grave error que le hizo entrar en p¨¢nico, hasta que Wingstop le entreg¨® unos nuevos. Insistimos, alguien muy diferente a la constelaci¨®n de estrellas NBA.
As¨ª es el hombre llamado a encabezar la segunda etapa dorada de los Spurs. ¡°Ha sido un soplo de aire fresco. La brisa que nos permite navegar¡±, le alaba el general manager R.C Buford. Un chico al que no le molest¨® que, cuando aterriz¨® en la NBA, Popovich le pidiera ser el nuevo Bruce Bowen, un jugador que no fue drafteado y en el que en circunstancias normales nunca se fijar¨ªa ning¨²n ni?o a la hora de imitarle. Trabajador, t¨ªmido y escurridizo, ha terminado por ganarse la confianza del jefe. ¡°Intento hacerle saber que est¨¢ en la categor¨ªa de los Kobe, Jordan, Magic, Bird, Duncan. Tiene que asumir la responsabilidad noche s¨ª y noche tambi¨¦n¡±, aclara Pop. Ha llegado su momento, pero por mucho que los focos y todas las miradas est¨¦n puestas en ¨¦l, no cambiar¨¢: ¡°Esto consiste en defender y meter canastas. As¨ª es c¨®mo crec¨ª¡±.