Un triplazo de Ricky (13+8+12) acaba con OKC sobre la bocina

Empate a 96 en el Chesapeake Energy Arena de Oklahoma City. Restan 10,8 segundos para la conclusi¨®n. Ricky pone el bal¨®n en juego desde uno de los laterales. El bal¨®n lo recibe un Andrew Wiggins que encara el aro tras el bloqueo directo de Towns. Perseguido por Durant, Steven Adams le cierra el camino al aro, pero en el aire dobla la bola hacia afuera. En la ayuda, Westbrook (26+8, pero bien controlado por Rubio y c¨ªa) se ha olvidado completamente de su par. De un Ricky Rubio al que se le achaca su cr¨®nico problema con el tiro exterior. No esta noche. El base recibi¨® solo y con confianza arm¨® el brazo y clav¨® un triple ganador. Una pu?alada mortal para los intereses de unos Thunder que hincaban la rodilla (96-99) ante el segundo peor equipo del Oeste. Unos Timberwolves que pon¨ªan as¨ª fin a una racha de 10 derrotas consecutivas ante los de OKC. Con un Ricky Rubio (13 puntos, 8 rebotes, 12 asistencias y 3 robos) salvador.

Pero no s¨®lo ejerci¨® de h¨¦roe por ese buzzer beater (el 26? partido que Minnesota gana en su historia con una canasta dentro del ¨²ltimo segundo de juego, el quinto que llega desde m¨¢s all¨¢ del arco), sino por un ¨²ltimo minuto final en el que exhibi¨® todas sus virtudes. La principal, su inteligencia. Wiggins demostr¨® que a¨²n est¨¢ por hacer con un descuido impropio de un jugador de su categor¨ªa. Perdi¨® de vista por un segundo a Durant y Nick Collison filtr¨® el pase para que el alero machacara a aro pasado tras puerta atr¨¢s y pusiera el 94-90 a falta de 59 segundos. Una acci¨®n que, por fin, parec¨ªa acabar con la resistencia de los visitantes (llegaron a dominar por 13 en el primer cuarto: 8-21). Sin embargo, los de Sam Mitchell (tan criticado y muchas veces con raz¨®n, hoy toca alabar su pizarra en esa ¨²ltima jugada) se aferraron al partido con u?as y dientes. Primero con dos tiros libres de un Gorgi Dieng (25+9 y 3 tapones) que fue un aut¨¦ntico dolor de muelas para los interiores locales (muy mal Ibaka, sin anotar y eliminado por faltas personales). Y, acto seguido, con una pol¨¦mica personal en ataque de Adams que forz¨® el m¨¢s listo de la clase. ?Adivinan qui¨¦n? Una pista, su DNI indica que naci¨® en El Masnou.

El propio Ricky asisti¨® acto seguido a un Towns que pas¨® de la nada en la primera mitad a ser la referencia de su equipo en la segunda (acab¨® con un nuevo doble-doble: 17+12). A la siguiente jugada le coloc¨® un medio tap¨®n a Durant. Decimos medio porque el bal¨®n qued¨® suelto debajo del aro. Adams lo reba?¨®. Sin saber muy bien por qu¨¦, los ¨¢rbitros decidieron recurrir al instant replay para analizar la jugada. Al final, lo previsto: 96-96 en el marcador. La pr¨®rroga asomaba, pero Ricky dijo no. "He trabajado mucho, el esfuerzo da sus frutos. Sienta bien ver los resultados", dir¨ªa poco despu¨¦s. Como si se hubiese quitado un peso de encima. Con su triple n¨²mero 43 del curso (y tercero de la noche) otorg¨® un triunfo valioso para la joven camada de lobos. No de cara a la clasificaci¨®n, sino por el valor que una victoria de estas puede tener para el crecimiento de un grupo joven y con talento. Mucho talento. No est¨¢ mal dejar en 96 puntos ante su afici¨®n a una franquicia que promedia 110 por noche.

Por su parte, las dudas vuelven a surgir en unos Thunder que tras el par¨®n del All Star han perdido 7 de sus 11 partidos. Durant entonaba el mea culpa por sus 6 p¨¦rdidas (de las 24 totales de los de Donovan). Cada vez tienen menos margen antes de la llegada de los Playoffs (esta misma madrugada visitan el hasta ahora inexpugnable fort¨ªn de los Spurs). Y ya saben, este verano KD es agente libre...