Los Warriors contra Jordan: as¨ª eran los Bulls del 72-10
En su libro "Once anillos", Phil Jackson, entrenador de aquel equipo de ensue?o, revela c¨®mo se forj¨® ese r¨¦cord que Curry y compa?¨ªa han roto.
Los Golden State Warriors vencieron esta madrugada a los Memphis Grizzlies?y?rompieron el r¨¦cord de 72 victorias y 10 derrotas en Temporada Regular de los Chicago Bulls de la campa?a de 1995-96. El secreto de aquel equipo de ensue?o, considerado como uno de los mejores de la historia (cuando no el mejor), era "el gozo del deporte propiamente dicho", como se?ala Phil Jackson en su libro "Once anillos", donde revela cu¨¢l era el misterioso elixir que permiti¨® obtener una marca que hasta el momento nadie ha superado.
El actual dirigente de los New York Knicks subraya esa idea por encima de las superestrellas (la combinaci¨®n Jordan-Pippen-Rodman) y "la magia del tri¨¢ngulo ofensivo" de Tex Winter. Ambas quedaban supeditadas al crecimiento de un equipo alrededor de una idea que pas¨® del "somos geniales y ellos no" a la "vida es genial", seg¨²n la perspectiva del liderazgo tribal que marcaba la vida personal y deportiva del gran Maestro Zen.
Al margen de lo m¨¢s espiritual, Jackson recalca otros tres avances significativos en relaci¨®n a unos Bulls que cayeron en las semifinales de la Conferencia Este en 1995 ante los Orlando Magic de un Shaquille O'Neal que finaliz¨® esa serie con 24,3 puntos y 13,2 rebotes.
Primer avance - cambio de visi¨®n
Despu¨¦s de la derrota y con Jordan desde principios de la campa?a (jug¨® los ¨²ltimos 17 partidos de la anterior Temporada Regular tras su vuelta del b¨¦isbol), Jackson y los Bulls cambiaron la visi¨®n del base. "El dogma de la NBA sosten¨ªa que, a menos que pudieras encontrar otro Magic Johnson, la mejor estrategia consist¨ªa en situar hombres peque?os como bases (...). Me pregunt¨¦ qu¨¦ suceder¨ªa si situ¨¢bamos simult¨¢neamente en pista a tres bases altos y de brazos largos", se?al¨® el t¨¦cnico. Por ello, decidi¨® junto a Jerry Krause (m¨¢nager general) mandar al draft de expansi¨®n de ese a?o a B. J. Armstrong (1,88 y 79 kilos) y quedarse con un Ron Harper (1,98 y 84 kilos) que tuvo que variar su faceta de anotador por la de gran defensor.?
Segundo avance - la llegada de Rodman
El Gusano lleg¨® esa temporada procedente de unos San Antonio Spurs donde nunca se adapt¨® y en los que tuvo m¨¢s de un problema por sus constantes salidas del orden establecido. Era "el ¨²ltimo de la lista" por esos pecados y por desconocer si Jordan y Pippen lo admitir¨ªan por su pasado en los Bad Boys de Detroit. Hubo riesgo, pero se acert¨® porque Rodman no era un simple reboteador. "Era un defensor inteligente e hipn¨®tico que se pod¨ªa encargar de cualquiera, Shaq incluido, que le sacaba 15 cent¨ªmetros y unos 40 kilos de peso", recuerda el hombre que se hizo con las riendas de los Bulls en 1989 al sustituir a Doug Collins.?
Tercer avance - el liderazgo de Jordan?
Tras su vuelta del b¨¦isbol, Jordan se enfrent¨® a la dura realidad: desconoc¨ªa a la mayor¨ªa de sus nuevos compa?eros. Hab¨ªa retales de aquel equipo tricampe¨®n como Pippen, pero hombres como Horace Grant, John Paxson y Will Perdue ya no estaban. Su marcha, adem¨¢s, provoc¨® que la plantilla tuviera que buscar una unidad mayor para suplirle. El trabajo de George Mumford fue la llave hacia esa nueva conexi¨®n entre los miembros de una franquicia que volv¨ªa a tener al m¨¢s grande entre ellos. Muchos le tem¨ªan y hubo grandes roces (pelea con Kerr), que hicieron urgente una transformaci¨®n de MJ. "Esa situaci¨®n (con el actual entrenador de los Warriors) me oblig¨® a mirarme a m¨ª mismo y me dije que me estaba comportando como un idiota. Sab¨ªa que ten¨ªa que ser m¨¢s respetuoso con mis compa?eros. Y tambi¨¦n con lo que me ocurr¨ªa en el intento de regresar al equipo. Ten¨ªa que mirar m¨¢s hacia dentro", recuerda Jordan.
His Airness tuvo que encontrar, junto al propio Mumford, una nueva forma de relacionarse e intimar con sus compa?eros. Cambiar ese liderar con el ejemplo a liderar desde la unidad. La mirada fija y desafiante ya no funcionaba como antes. "Dej¨® de juzgar tanto a los dem¨¢s y se volvi¨® m¨¢s consciente de sus limitaciones. Al jugar al b¨¦isbol en equipos menores y pasar muchas horas con sus compa?eros, redescubri¨® la alegr¨ªa de comprometerse con otros hombres y, m¨¢s que nada, dese¨® volver a tener esa experiencia", subraya Jackson.
El avance olvidado - Phil Jackson
Jackson era la verdadera piedra angular del proyecto. Sin ¨¦l, habr¨ªa sido muy dif¨ªcil, por no decir imposible, que estos enormes Bulls hubieran asaltado el cielo. Su conocimiento del juego, los profundos cambios que hizo en ¨¦l y esa filosof¨ªa de vida entre la psicolog¨ªa humanista, la meditaci¨®n zen y la filosof¨ªa nativoamericana permitieron la adecuaci¨®n de las piezas y conquistar la grandeza. "Creo que en el segundo triplete necesitamos a Phil m¨¢s que en el primero. En el primero los egos todav¨ªa no se hab¨ªan asentado y en el segundo tuvimos que entrelazar diversas personalidades y los egos eran realmente potentes. Phil tuvo que unirnos como hermandad", reconoci¨® el m¨ªtico 23 con el paso de los a?os.
La uni¨®n perfecta
"Talento, liderazgo, actitud y objetivos comunes". Esos eran los ingredientes que ten¨ªan unos Bulls que formaban con el siguiente quinteto: Pippen (m¨¢s suelto sin tener que suplantar a Jordan), Rodman (super¨® las expectativas, absorbi¨® el tri¨¢ngulo como algo propio y se amold¨® a los tres exteriores a la maravilla), Jordan (qu¨¦ m¨¢s decir), Harper (base multiusos y reinventado a bulldog defensivo) y Luc Longley (con 2,18 y 120 kilos daba presencia fuerza interior). "Ten¨ªas cuatro perros de presa en la alineaci¨®n inicial y todos pod¨ªan defender cuatro o cinco posiciones en pista. Era incre¨ªble", explica Kerr en esos momentos. En ataque s¨®lo hab¨ªa que esperar a que la magia hiciera su parte del trabajo.
Los detalles hacen al campe¨®n
Detr¨¢s de esos cinco, exist¨ªan otros hombres de calidad que esperaban para escribir su nombre en las mejores p¨¢ginas de la historia como Kukoc y su papel como sexto hombre (tanto en anotaci¨®n como en organizaci¨®n del juego) y?Kerr y su peligro exterior. Adem¨¢s, el equipo de Chicago contaba con Bill Wennington y James Edwards (p¨ªvots y ex Bad Boys), Randy Brown (especialista ofensivo), Jud Buechler (talentoso alero) y Dickey Simpkins y el rookie Jason Caffey (ala-p¨ªvots de refuerzo). Estos eran los Bulls del 72-10. ?Podr¨¢n estos Warriors superarlos?