El Madrid gana el duelo al sol con 103 puntos, 19 triples y Ay¨®n

Por un motivo o por otro, por destreza propia o ajena, porque Llull la clava desde su pista o porque recibe una canasta ganadora de Doellman sobre la bocina del Cl¨¢sico, por incertidumbre clasificatoria (en la Euroliga y en la ACB, donde es cuarto), por todo eso y mucho m¨¢s, el Madrid sale a partidazo por jornada. O casi. Para Laso no existe un d¨ªa tranquilo en la oficina. No en este curso. Todos son duelos de tensi¨®n m¨¢xima, de paseos en el alambre y subibajas mareantes.

Sentarse a contemplar al Madrid es prepararse para lo imprevisto. Para una catarata s¨²bita de emociones. Y en ese contexto, la reedici¨®n de la final de Copa, dos semanas despu¨¦s de la cita de A Coru?a, no decepcion¨®. Super¨® al original. Partido magn¨ªfico, duelo de ca?oneros en el que el mejor fue un jugador que no tira triples, pero que hace bien todo lo dem¨¢s: Gustavo Ay¨®n. Colosal. Firm¨® 21 puntos (9 de 11 en tiros), 5 rebotes, 4 asistencias y 3 robos. De verle en la pista a sentado en el banquillo era como pasar del d¨ªa a la noche. Lo empujaba todo hacia el aro y con su movilidad y visi¨®n generaba espacios, creaba juego. A su lado, Maciulis (13 tantos, 7 capturas, 5 pases y 2 recuperaciones). Al nivel de la Copa ambos, cota de MVP. Luego se sum¨® Nocioni, en vena de acierto (4 de 5 de tres), y Sergio Rodr¨ªguez, que anot¨® 5 triples y dio 9 asistencias. Carroll fall¨® desde la larga distancia, pero estuvo muy activo.

El Madrid marc¨® un ritmo ofensivo infernal, tan elevado que se fue a los 103 puntos y estableci¨® un r¨¦cord personal de triples: 19 (a uno de la marca absoluta). Un acierto diab¨®lico que hizo que el Herbalife Gran Canaria encajara m¨¢s de 100 tantos en casa por primera vez en 30 a?os, por primera vez en 437 partidos oficiales. Se quebr¨® as¨ª la mejor racha hist¨®rica de la ACB (informaci¨®n de Mr. Chip). Un ritmo, pese a todo, que resisti¨® en la primera parte e incluso super¨®: ?58-55 al descanso! Mandaba en un cara a cara que nos dej¨® 14 triples en el segundo cuarto, siete por barba. Y que nos dej¨® 42 canastas de 69 lanzamientos en 20 minutos y un 58% de acierto de tres (18 de 31).

¡°Ellos las meten, pero nosotros tambi¨¦n¡±, dec¨ªa A¨ªto a sus jugadores entre desafiante y motivador. El gigante esloveno, Alen Omic, dominaba adem¨¢s los rechaces. La bicicleta del Granca, sin embargo, fren¨® en seco, como si el Madrid le hubiera metido un palo en la rueda en plena bajada. Apenas una canasta en casi siete minutos, y luego otra m¨¢s y seis tiros libres hasta el final del tercer cuarto (0 de 8 en triples).

Par¨®n l¨®gico tras la depravada cadencia inicial. El problema es que enfrente el rival no par¨®. Aceler¨® Ay¨®n (ocho tantos) y hasta Ndour a?adi¨® una diana desde el per¨ªmetro. Otro acierto de Nocioni pon¨ªa el 72-86 ya en el ¨²ltimo periodo.

Omic resultaba imprescindible, pero el Granca se mostraba como un bloque coral, con aportaci¨®n de Seeley y Salin, con Aguilar m¨¢s certero que en la Copa y B¨¢ez, menos; y con Oliver de nuevo demarrando en el repecho final en busca de una reacci¨®n imposible. De un milagro. Como en A Coru?a. Esta vez?no se acerc¨® tanto (83-88 tras un parcial de 8-0) y pronto un 2+1 de Ay¨®n devolv¨ªa la calma al Real. Un duelo de pistoleros con el?Tit¨¢n marcando territorio, el suyo, el de dentro del per¨ªmetro. El Madrid termin¨® la funci¨®n con 19 de 36 en triples (53%), nada que ver con el 8 de 32 (25%) ante al CSKA, y enmarc¨® otra actuaci¨®n para el recuerdo. Un equipo inolvidable.