Tercera Copa del Rey seguida para un Real Madrid de leyenda

?Qu¨¦ es una leyenda en deporte? Parece una respuesta f¨¢cil y no lo es. La admiraci¨®n acostumbra a magnificar la realidad. ?Entonces? Para aclararlo lo mejor es el ejemplo: leyenda es este Madrid. Un equipo de ensue?o que ser¨¢ recordado dentro de varias d¨¦cadas. Cuando sus haza?as sean narradas sonar¨¢n a cantinela fant¨¢stica. Pero quienes las vivieron sabr¨¢n que sucedieron as¨ª, sin cambiar una coma.

Soy leyenda, pueden decir en voz alta y orgullosos los jugadores del Madrid, los de ahora. Un grupo fant¨¢stico que entronca con la ¨¦poca dorada del baloncesto blanco. N¨²cleo duro de jugadores espa?oles de enorme talento y comprometidos, incluyan el resquicio abierto a la cantera, y un grupo de extranjeros identificados con la causa. Un equipo emparentado con los Luyk, Emiliano, Lolo Sainz, Ferr¨¢ndiz... y que aspira a mejorar el linaje. Soy leyenda, gritan los Sergios, Reyes, Ay¨®n, Nocioni, Maciulils, Carroll y compa?¨ªa. Y Rudy, aun sin jugar.

Un bloque que, tras firmar el curso perfecto (cinco t¨ªtulos en 365 d¨ªas exactos), se ha visto acorralado despu¨¦s de un verano de a¨²pa y un calendario traicionero. Arreciaron las cr¨ªticas, las justas y las desaforadas. Le quitaron el cartel de favorito en esta Copa y la respuesta ha sido certera y sin alharacas, otro t¨ªtulo. La tercera Copa seguida, una gesta que nadie hab¨ªa logrado en la etapa ACB (desde 1984). La 26? en la historia del club.

La cuarta en cinco a?os en la era Laso. S¨ª, un entrenador tambi¨¦n de leyenda, que ha levantado a la secci¨®n en magn¨ªfica labor junto a S¨¢nchez y Herreros. Se lo resumo r¨¢pido: once t¨ªtulos en quince finales de 19 posibles. Guau. Le ha cambiado el ciclo al Bar?a, al que ha tumbado en ocho finales nacionales, y este domingo no fall¨® en su primera final¨ªsima ante un rival diferente despu¨¦s de cuatro a?os y medio.

Era favorito ante el Herbalife Gran Canaria y ante A¨ªto, y lo demostr¨®. No a lo grande; s¨ª con solvencia. Porque la historia no siempre se escribe con p¨¢rrafos ¨¦picos. Ese cap¨ªtulo le hubiera tocado al Gran Canaria, que lo intent¨® con ah¨ªnco. Carg¨® la pluma y casi le sale en verso. Le falt¨® tiempo y que el despiste blanco se agigantara. Pas¨® de perder por 12 (70-82, minuto 38) a ponerse a dos a 16 segundos de la bocina: 81-83. De repente hab¨ªa nervios... Sergio Rodr¨ªguez sentenci¨® con suspense desde la personal, luego fall¨® de tres Pablo Aguilar y Ay¨®n alz¨® el premio de MVP (15 puntos, 6 rebotes, 3 robos, 2 asistencias y 2 tapones para 21 de valoraci¨®n). Reconocimiento que lograron antes Rudy, Reyes, Nocioni y casi Carroll en la Euroliga, Llull, Sergio¡­ Un bater¨ªa de puntales sin fin.

El duelo hab¨ªa arrancado para los de Laso como si el Granca vistiera de amarillo Maccabi. Motivaci¨®n y atenci¨®n m¨¢xima. Dominio del rebote. Pero fueron perdiendo fluidez y acierto (1 de 7 triples en el segundo cuarto) a la misma velocidad que los ganaba el rival. Aguilar trat¨® de abrir el campo desde la esquina aunque le falt¨® tino y B¨¢ez s¨ª acert¨® sobre la bocina para poner a tiro de dos a los insulares (38-40). Doncic ven¨ªa de jugar seis minutos y medio seguidos (16 a?os, el campe¨®n m¨¢s joven de la historia) mientras Lima daba respiro a Ay¨®n. Enfrente, Omic no rebasaba a sus pares pero era un bien de primera necesidad para A¨ªto.

El Real mandaba, aunque no romp¨ªa (59-62 tras el tercer cuarto). Los dos contra uno en media pista frenaban su ritmo. Entonces, surgi¨® de nuevo Ay¨®n en conexi¨®n con Sergio. Y Nocioni. Llegaban los mejores minutos de Rivers, Carroll se iba a los 13 puntos y otro mate del Tit¨¢n mexicano pon¨ªa el +12. Un jaque letal que el Gran Canaria so?¨® remontar con Rabaseda (14 tantos) y un Albert Oliver alucinante (16). Rejuvenece camino de los 38 a?os. Fue amenaza en el triple y a la vez en el poste bajo desde el puesto de base. Factor diferencial en esta Copa, de un Granca que solo cedi¨® sobre la l¨ªnea de meta y ante una plantilla de f¨¢bula. Ante un Madrid al que le aguardan m¨¢s triunfos y quiz¨¢ tambi¨¦n sonados fracasos, pero que pase lo que pase ya es leyenda.